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Un busto y un botellazo: el derbi sevillano "total" que acabó jugándose en Getafe
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Se cruzarán en la Copa

Un busto y un botellazo: el derbi sevillano "total" que acabó jugándose en Getafe

En 2007, un aficionado del Betis lanzó una botella que dejó inconsciente a Juande Ramos. El partido se suspendió y el tiempo restante se disputó a puerta cerrada en el Alfonso Pérez

Foto: El derbi sevillano de 2012. (Reuters/Marcelo del Pozo)
El derbi sevillano de 2012. (Reuters/Marcelo del Pozo)

El sorteo de Copa del Rey deparó un derbi sevillano. Otro más en esta competición en la que ambos equipos se enfrentaron por última vez en 2016. En aquella ocasión, el formato del torneo aún mantenían los enfrentamientos a ida y vuelta. En el primer encuentro, el Sevilla venció (0-2). En el segundo, la goleada todavía es recordada (4-0). Aquel día, el entrenador del Betis, Juan Merino, fue rotundo: "Para mí, es como si hubiera fallecido un familiar". No es este, sin embargo, el cruce que conviene recordar, sino el de 2007, en el que una botella dejó inconsciente a Juande Ramos. Y en el que Del Nido se sentó en el palco junto a un busto de Lopera.

El Sevilla de Juande Ramos estaba en su momento más dulce: era el vigente campeón de la Europa League (la primera de las seis que ha ganado), estaba vivo en Copa y peleaba por la Liga frente al Madrid y al Barcelona. Aquella fue la mejor temporada de su historia que concluyó con dos títulos: Europa League y Copa.

El Betis, por su parte, atravesaba una difícil situación. En el banquillo estaba Luis Fernández, que reemplazó a Javier Irureta, el sucesor de Serra Ferrer. Atrás quedó la temporada en la que se convirtieron en el primer equipo andaluz en disputar la Champions. Y en campeones de la Copa del Rey. La época de Lopera agonizaba.

placeholder Javier Irureta. (EFE/Esteban Cobo)
Javier Irureta. (EFE/Esteban Cobo)

El busto de Lopera

La ida se disputó en el Sánchez Pizjuán y, a pesar de la enorme diferencia entre ambos equipos, el resultado fue un empate (0-0). El partido de vuelta en el Benito Villamarín fue el colofón para la trilogía de derbis que se disputaron en apenas tres semanas. Aquel encuentro aún es recordado por el botellazo a Juande Ramos y por el busto de Lopera.

Todo empezó en la visita del Sevilla al Villamarín tres semanas antes, en el partido de Liga (0-0). Con motivo de su centenario, el Betis regalaba a todos los equipos el Monumento a la Afición. En los días previos, su eterno rival aceptó ese obsequio, pero se negó a recibirlo en el lugar donde se hacía habitualmente la entrega: la sala de trofeos del club verdiblanco junto al busto de Lopera.

Aquella negativa tuvo sus consecuencias. La directiva bética, al enterarse de la intención de sus homólogos sevillistas, emitió un comunicado en el que anunciaron que impedirían el acceso a Del Nido y al consejero Pepe Castro al palco. Ese gesto, prohibido por la RFEF, ocasiona una multa porque el presidente del equipo rival tiene derecho a estar en el palco en un lugar preferente.

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José María del Nido. (EFE/José Manuel Vidal)

Quisieron impedir el acceso al palco

La paz se firmó en 'El Larguero' con José Ramón de la Morena. Sin embargo, fue engañosa. No aceptaron recibir el presente junto al busto, así que Lopera lo colocó en su lugar en el palco, al lado de donde se sentó Del Nido.

El último derbi de esa trilogía no estuvo exento de polémica. El Sevilla dominó el encuentro en el Villamarín, pero el gol tardó en llegar. Cuando Kanouté inauguró el marcador, el banquillo sevillista festejó efusivamente el tanto. Aquello no sentó bien a un aficionado (más bien energúmeno) que lanzó una botella de agua que impactó en la cabeza de Juande Ramos.

placeholder Juande Ramos, en Málaga. (EFE/Daniel Pérez)
Juande Ramos, en Málaga. (EFE/Daniel Pérez)

El botellazo dejó inconsciente al entrenador del Sevilla, que fue retirado en camilla. Los jugadores sevillistas y el trío arbitral se retiraron a los vestuarios. Y el encuentro fue suspendido. Juande recuperó la consciencia minutos después, aunque el diagnóstico indicó que tuvo un traumatismo cráneo encefálico leve.

El tiempo restante del derbi se disputó en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe casi un mes después a puerta cerrado. El Betis apenas opuso resistencia al Sevilla, que se clasificó por la mínima en la eliminatoria. La multa al responsable del botellazo ascendió a 2.700 euros. Además, tuvo que pagar 360 euros de indemnización a Ramos por los siete días que tardó en curarse. Además, el estadio verdiblanco fue clausurado tres partidos. Con el tiempo, el propio Juande declaró: "El derbi total fue el día del botellazo".

El sorteo de Copa del Rey deparó un derbi sevillano. Otro más en esta competición en la que ambos equipos se enfrentaron por última vez en 2016. En aquella ocasión, el formato del torneo aún mantenían los enfrentamientos a ida y vuelta. En el primer encuentro, el Sevilla venció (0-2). En el segundo, la goleada todavía es recordada (4-0). Aquel día, el entrenador del Betis, Juan Merino, fue rotundo: "Para mí, es como si hubiera fallecido un familiar". No es este, sin embargo, el cruce que conviene recordar, sino el de 2007, en el que una botella dejó inconsciente a Juande Ramos. Y en el que Del Nido se sentó en el palco junto a un busto de Lopera.

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