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El parche, el agujero y el desaparecido: los grandes señalados tras la humillación del City
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A ANCELOTTI NO LE FUNCIONÓ EL PLAN

El parche, el agujero y el desaparecido: los grandes señalados tras la humillación del City

El conjunto blanco fue aplastado en el Etihad por un equipo muy superior. Los de Ancelotti repitieron pecados del pasado, mcon tres puntos claves en el esquema que no funcionaron

Foto: Benzema firmó otro partido gris. (EFE/EPA/David Rawcliffe)
Benzema firmó otro partido gris. (EFE/EPA/David Rawcliffe)

El Manchester City pasó por encima de un Real Madrid irreconocible en el Etihad Stadium (4-0), dejando al conjunto blanco con la miel en los labios, para morir en la orilla de una nueva final de Champions. El combinado entrenado por Pep Guardiola fue superior de principio a fin, ante un equipo madridista que fue incapaz de achicar la suficiente agua como para mantenerse a flote. Un partido donde los vigentes campeones de Europa recibieron un importante correctivo.

Más allá del duro resultado, las sensaciones dejadas por el Madrid no fueron las mejores. Es cierto que, en el deporte, una acción puede cambiarlo todo y quien sabe qué hubiera pasado si el larguerazo de Toni Kroos se hubiera convertido en el 1 a 1 justo antes del segundo gol de Bernardo Silva. Pero el fútbol ficción no existe y en el césped se vio a un conjunto citizen que supo robarle su alma al Madrid para meterse en la gran final de la Champions League.

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Vaya por delante la necesidad de honrar todo lo que ha hecho esta plantilla en los últimos años, un equipo que ha dominado en Europa con una de las mejores generaciones madridistas de todos los tiempos. Pero, ante el City, nada funcionó. Y varios elementos fueron claves a la hora de entender lo sucedido: el parche, el agujero y el desaparecido, tres demarcaciones sobre el césped que quedaron desnudas ante el poder de los ingleses en su campo.

Uno de los principales pecados en el Etihad partió de la alineación. El Madrid no solo no se encargó de ocupar el medio del campo, sino que solo apostó por tres jugadores -dos de ellos veteranos- en la medular, donde el City le ganó la partida. No solo por contar con cinco jugadores naturales en esa posición, sino sobre todo por la variante táctica que se inventó Guardiola, incluyendo a John Stones como mediocentro en la construcción de juego. Seis contra tres. Difícil de parar.

placeholder Camavinga se lamenta en un momento del partido. (Reuters/Carl Recine)
Camavinga se lamenta en un momento del partido. (Reuters/Carl Recine)

Y ahí, precisamente, es donde viene uno de los grandes problemas del Madrid. Tras la salida de Casemiro este verano, Aurelien Tchouaméni se antojaba como el pivote que equilibraría al equipo en este tipo de partidos. El problema es que el francés no ha estado al nivel que se le esperaba y que mostró en los primeros partidos, dejando un agujero imposible de tapar en los encuentros grandes y provocando un agujero en una posición clave para este Madrid.

El hecho de que Tchouaméni no haya estado al nivel que se le esperaba le hizo salir del once inicial y, con ello, reinventar a Toni Kroos como 5. El alemán, en salida, es brillante, pero defensivamente no es tan poderoso como lo era Casemiro, lo que hace que al equipo se le vean mucho las costuras, más si jugadores como Luka Modric o Fede Valverde no están al nivel que se les espera, como ocurrió este miércoles. Y ahí viene el segundo problema: el parche.

Eduardo Camavinga sí ha demostrado poder ser ese jugador que se haga dueño y señor del medio del campo jugando como pivote, demostrando esa energía que tanto le gusta a Carletto en recuperación y también en construcción. Pero el hecho de que Ferland Mendy no esté en condiciones físicas y que no confíe en David Alaba ni en Nacho como laterales, provoca que el joven francés tenga que ocupar un espacio donde sufre con jugadores más expertos.

placeholder Tchouaméni no ha estado al nivel que se le esperaba. (EFE/EPA/Adam Vaughan)
Tchouaméni no ha estado al nivel que se le esperaba. (EFE/EPA/Adam Vaughan)

Ese parche, que sirve en partidos para dar empuje desde atrás y sumar a un jugador extra en ataque, quedó desdibujado ante el City, amén de ser un coladero en defensa, precisamente por donde vino el primer gol de Bernardo Silva. Un parche es lo que es y, convertirlo en costumbre, no ha solucionado uno de los problemas blancos. Y, si encima, se le añade la absoluta desconexión de Karim Benzema en el partido, el cóctel fue realmente peligroso.

El Balón de Oro, un absoluto desaparecido en la presente temporada, se ha convertido en una de las grandes decepciones del equipo. Físicamente limitado, lo que ha hecho a Ancelotti utilizarle con cuentagotas, no ha aportado casi nada a un equipo que depende excesivamente de él en ataque. Desenchufado del equipo, desaparecido en ataque y muy apagado con el balón, fue una de las grandes desconexiones de un equipo que naufragó en el Etihad. Un desastre de dimensiones incalculables.

La ausencia de un pivote defensivo, el invento en el lateral izquierdo y la falta de pólvora fueron los tres principales problemas del Madrid ante el City. Guardiola supo hacer desaparecer a Vinícius y comerse el medio del campo blanco por simple acumulación... y, el resto, ya es historia. Thibaut Courtois volvió a ser el mejor jugador de un Madrid que trató de achicar agua, pero fue incapaz de evitar el hundimiento. Un doloroso final para un equipo que no estuvo a la altura.

El Manchester City pasó por encima de un Real Madrid irreconocible en el Etihad Stadium (4-0), dejando al conjunto blanco con la miel en los labios, para morir en la orilla de una nueva final de Champions. El combinado entrenado por Pep Guardiola fue superior de principio a fin, ante un equipo madridista que fue incapaz de achicar la suficiente agua como para mantenerse a flote. Un partido donde los vigentes campeones de Europa recibieron un importante correctivo.

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