Mijatovic supedita la nota definitiva de Zidane y su Real Madrid a la final de Milán

Pedja Mijatovic es de esos pocos jugadores que pueden presumir de ser leyendas en dos clubes: Partizan y Real Madrid. La presencia estelar del inolvidable exatacante montenegrino en el partido solidario entre los Amigos de Antic y los Amigos de Bora Milutinovic (del que ejerció como capitán), disputado este martes en el estadio del Partizan, desató la locura entre los seguidores del cuadro blanquinegro de la capital serbia. Fotos, autógrafos, abrazos, saludos... Pedja fue agasajado a cada paso que daba por su gente, que no le dio un segundo de respiro hasta que alcanzó el vestuario. Y el exastro de Podgorica, encantado de la vida.

La amabilidad y la eterna sonrisa van ligadas al ADN del exinternacional balcánico desde sus tiempos de ariete demoledor con la escuadra belgradense, que luego confirmaría en el Valencia y, sobre todo, en un Real Madrid al que ayudó sobremanera a recuperar el prestigio perdido durante más de tres décadas con aquel histórico gol en el ArenA de Amsterdam frente a la Juventus.

El favorito

El espíritu de aquella diana, que supuso la Séptima Copa de Europa para los merengues, vuelve a planear estos días previos a la finalísima de Milán en el entorno de los de Concha Espina, para regusto y enorme orgullo de nuestro protagonista. "Sí, claro. Es algo normal y natural cuando se acercan estas fechas y sobretodo cuando el Real Madrid se mete en la gran final, como ha vuelto a suceder en esta ocasión. Voy a estar ahí, invitado por el club, así que espero disfrutar de un gran día y de un gran derbi en el que podamos ver buen fútbol. Y, como es lógico, quiero que el Real salga nuevamente campeón y se lleve la Undécima para casa", confiesa Pedja a El Confidencial.

Mijatovic no comparte en absoluto esos pronósticos que hablan de un favoritismo rojiblanco para el combate fratricida entre clubes madrileños de este sábado. Y lo argumenta desde el prisma de experiencia. "En una final de la Champions League nunca existen favoritos claros, sobre todo cuando se ven las caras dos equipos tan diferentes como el Real Madrid y el Atlético. Lo que hay que valorar, en este caso y en lo que se refiere al equipo de Simeone, es el hecho de que para llegar a Milán eliminaron a dos grandes conjuntos, como son el Barcelona y el Bayern. Creo que es por ese motivo que la gente piensa que el Atlético parte como favorito. Pero los que han jugado esta competición saben perfectamente que en una final de la Champions nunca hay favoritos claros y que cualquiera, en un buen día, puede ganar".

Gloria o debacle

Como experto que es en cuestiones relacionadas con el universo blanco, el héroe de la Séptima prefiere abstenerse a la hora de enjuiciar la campaña madridista y su notable sprint final hasta conocer el resultante del duelo que cerrará oficialmente la temporada europea a nivel de clubes. "El fútbol da muchas vueltas, pero en el fondo no ha cambiado. El Barcelona acaba de ganar el Doblete y, por tanto, ha cerrado una excelente campaña. El Madrid, por contra, todavía no ha ganado nada. Así que hay que esperar a ver qué es lo que sucede el sábado en Milán. Si consigue batir de nuevo al Atlético, como pasó en Lisboa, será un buen año. Si pierde, te puedes imaginar... El Madrid nunca puede pensar que quedando segundo en algo ha hecho una buena temporada".

Esa misma sombra del fracaso que persigue siempre a quien tiene el ganar como única meta posible, será también el tamiz que mida la labor realizada por Zinedine Zidane al mando de las huestes merengues en estos meses. "La valoración del trabajo de Zidane sólo puede ser buena. Hizo reaccionar al equipo en el momento justo y lo ha llevado al sitio donde debe estar siempre por historia y potencial de plantilla. Ahora bien, como decía antes, lo que suceda en Milán marcara todo lo que venga después", finaliza.