Nuno se agarra a la Champions League para frenar su interminable caída

La goleada firmada en Balaídos, pensaban muchos, iba a suponer el punto de inflexión que necesitaba el equipo y, sobre todo, su entrenador, para iniciar la escalada. Nada más lejos de la realidad. Las Palmas superó el pasado sábado claramente en el campo, que no en el marcador (1-1), a un triste Valencia y el '¡Nuno vete ya!' volvió a cargar el ambiente de Mestalla. Un día más. Toca viaje a San Petesburgo para medirse al Zenit, un partido en el que el equipo español puede firmar su pase a los octavos de final de la Champions League, algo que serviría para calmar las aguas. Una derrota, que mantendría con vida (lo que pase en el Lyon-Gante marcaría la última jornada) a la escuadra valenciana, tensaría mucho más la delicada situación.

El panorama apenas ha variado en el entorno del Valencia y en el lugar donde habitan los futbolistas. La afición, mayoritariamente, exige su cabeza, mientras en el corazón del vestuario es complicado que el entrenador portugués consiga sumar aliados. Apenas le quedan porque un gran número de futbolistas no confía en él. Ni como persona ni como entrenador. Con Sevilla (Sánchez Pizjuán) y Barcelona (Mestalla) como próximos rivales en Liga, el ambiente se puede cargar todavía más.

En otro escenario, el técnico ya estaría lejos de Valencia, pero su relación personal con el dueño le mantiene fijo en su sitio. Peter Lim se resiste a destituir a su amigo Nuno, que también cuenta con otra agarradera importante como es Jorge Mendes, su agente y el que marca las directrices deportivas de todo aquello que atañe al primer equipo. Son sólidos y seguros salvavidas para el técnico, pero la presión de Mestalla es tan asfixiante que suele acabar siendo definitiva. Amadeo Salvo y Rufete podrían haberle hecho un buen servicio a Nuno en esta situación, pero ambos fueron traicionados...

Poca unión

El ambiente en el vestuario continúa sin ser el más sano como para pensar que la dinámica vaya a cambiar, a mejor, de manera radical próximamente. Nuno no controla al colectivo y la convivencia no es la más adecuada. No reman en la misma dirección todos a una, sobre todo porque el que debería ejercer de timonel, el entrenador, no cuenta con el respaldo unánime de los jugadores. Más bien sucede lo contrario. El entrenador, su semblante lo dice todo, sabe que por muy respaldado que esté por parte de los ejecutivos del club, su cargo está en serio peligro desde hace tiempo.

El Zenit suma 12 puntos -ha ganado todos sus partidos- y tiene en el bolsillo la clasificación, pero quiere sumar al menos uno para asegurar que lo hará como primero de grupo. Detrás marcha el Valencia con 6, quedando el Gante con 4 y el Lyon con 1. El equipo de Nuno acaba esta fase recibiendo a la escuadra gala. El técnico luso no podrá contar con el lesionado Mustafi, con lo que Abdennour y Rubén Vezo formarían el eje central. Por delante, Enzo Pérez daría oxígeno al centro del campo para que André Gomes y Parejo activen el ataque del equipo. El ya intocable Paco Alcácer, en racha en los últimos tiempos, cerraría la línea ofensiva, acompañado en los costados por Feghouli y Santi Mina, dado que son bajas Piatti y Rodrigo.

“Se trata de trabajar y centrarme sólo en el próximo partido”, dijo Nuno, cuando se le preguntó por el pésimo partido que firmó el Valencia ante Las Palmas, en la rueda de prensa ofrecida en tierras rusas este lunes por la tarde. El entrenador portugués subrayó que “ante el Zenit debemos imponer nuestra propia identidad, tenemos que ir a por el gol desde el primer momento”. “A Hulk debemos frenarlo como equipo. Para eso necesitamos equilibrio y organización”, comentó para acabar.

Alineaciones probables:

Zenit: Lodiguin; Smólnikov o Anyukov, Garay, Lomberts, Criscito; Javi García, Witsel, Shátov, Danny; Hulk y Dyuba.

Valencia: Jaume, Cancelo, Vezo, Abdennour, Gayà, Enzo Pérez, Parejo, André Gomes, Feghouli, Santi Mina y Alcácer.

Árbitro: Svein Oddvar Moen (Noruega).

Estadio: Petrovskiy.

Hora: 18:00.