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La pasión atlética le enseña a Mourinho de qué va esto del fútbol
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HABRÁ FINAL MADRILEÑA EN LISBOA

La pasión atlética le enseña a Mourinho de qué va esto del fútbol

El Atlético es ahora gigante. Con goles de Adrián, Diego Costa de penalti y Arda, remontan el tanto de Torres y provocan que haya derbi en la final

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Más allá de los memorables goles de Adrián, Diego Costa, de penalti, y Arda Turan. Más allá de tener que remontar en casa de uno de los equipos más ricos del planeta. Más allá de acceder por segunda vez en su historia a una final de la máxima competición continental (donde habrá derbi contra el Real Madrid), el mayor valor de este Atlético de Madrid está en que será recordado siempre por el gran público, el elemento que da sentido a este maravilloso juego que es el fútbol.

Porque las lecciones que deja un equipo como el de Simeone valen para el ciudadano de a pie, para cualquiera de los mortales. No importa que a priori te den por inferior o que el mismo grupo de jugadores que alcanzan su primera final de Champions fueran en 2011 meros futbolistas de clase media-alta en la Liga. Ahora son gigantes porque, como en Londres, han demostrado que creen en lo que hacen y que pelean en colectivo para siempre mejorar. Centímetro a centímetro. Día a día.

placeholder Simeone ha metido a su equipo en la final de la Champions.

Estúpido o no, usando el calificativo que él mismo sacó en su rueda de prensa previa, José Mourinho sufrió en sus carnes que el Atlético del Cholo ha comprendido a la perfección en qué se basa el fútbol. Superando todos los debates futbolísticos, la goleada rojiblanca ante el Chelsea en las semifinales de la Champions transmitió emoción. Y lo hizo porque sus jugadores, hermanos sobre el césped, interpretaron mejor que el rival qué había que hacer en cada momento para ganar al rival, con valentía e intentando que prevalecieran sus virtudes. Y como en la gran mayoría de partidos este año, volvió a ganar porque cree en lo que hace.

Se puede vencer de muchas maneras, por supuesto, pero los triunfos saben sin duda mejor cuando el espectador se siente un jugador más. Eso es un valor intangible que pocos equipos pueden poseer. No se compra con dinero ni se obtiene simplemente con títulos. Es algo más, y el ‘Atleti’ lo cuida como un tesoro.

Mourinho salió con seis defensas natos

Desde que se conocieron las alineaciones, la vuelta parecía que iba a seguir el mismo guion de la ida. Simeone intentaría ir a por el gol, optó por Adrián como ante el Barça en cuartos, y Mourinho prefería defenderse, sacando un zaguero natural más que en el Calderón, con Azpilicueta jugando de interior derecho. Pero lo cierto es que el duelo se rigió desde el inicio por una mayor sensación de peligro, quizá por el nerviosismo de lo que estaba en juego.

placeholder Torres, pidiendo perdón tras el 1-0.

Si bien al principio las defensas seguían ganando a las delanteras, el Chelsea sí intentó por lo menos acercarse al área de Courtois con ganas de hacer daño. Un centro-chut de Koke nada más empezar que golpeó en el larguero y en el segundo palo avisó de que Stamford Brigde deparaba más emociones que las que brillaron por su ausencia en el Manzanares ocho días antes.

Y así fue. Bien por galopadas de Costa por ambas bandas, bien por internadas de Ramires, Ivanovic o, sobre todo, Hazard en el campo opuesto, el primer gol de la eliminatoria empezaba a asomar. Y este llegó en el minuto 37 y cayó de lado local. Willian se zafó de dos defensas en el córner y ese resquicio lo aprovechó Azpilicueta centrando raso al corazón del área. Allí, el ídolo atlético y ahora ‘9’ blue, Fernando Torres, remató con la derecha y, tras tocar en Mario Suárez, el delantero de Fuenlabrada se vio obligado a pedir perdón a la afición visitante por conseguir el 1-0.

El panorama se podría haber vuelto negro para los rojiblancos, pero su reacción fue la de lo que es, un equipo repleto de confianza. Sobó el balón los minutos que quedaban de primera mitad y en su combinación más larga hasta ese momento hizo la igualada. El gol que ponía en ventaja al Atlético llegó por el saber estar y la paciencia de Koke, la elaboración de Arda y Costa, la precisión en el pase a la línea de fondo de Tiago, la verticalidad y decisión de Juanfran y el oportunista, y poco ortodoxo, remate con la espinilla de Adrián. Con ese puñetazo en la mesa de los de Simeone, llegó el descanso.

placeholder Costa llevó la alegría a la afición atlética con el 1-2

Los colchoneros dieron muestras de categoría al avanzar líneas en la reanudación, impidiendo que el Chelsea, que era el equipo que estaba eliminado con ese marcador, se encontrara cómodo. Todo lo contario, el nerviosismo apareció en el ultradefensivo once que dispuso Mourinho. El luso cambió a Ashley Cole por Samuel Eto’o, pero el camerunés no sólo fue la solución para el Chelsea, sino más bien la perdición.

Claro penalti de Eto’o

El delantero africano permitió que la superioridad y el empaque que el Atlético demostraba en el campo subieran al marcador. Tras un córner a favor de los visitantes, un balón perdido que cayó en la frontal del área fue controlado por Diego Costa y Eto’o, desaforado, arrolló al hispano-brasileño. El árbitro señaló el claro penalti. Costa, que ha fallado cuatro penas máximas en esta temporada, convirtió el 1-2 y compró el billete para Lisboa.

Plantilla y cuerpo técnico lo celebraron con los hinchas.Simeone quitó a Adrián, que le había hecho los servicios requeridos a la perfección, y entró Raúl García. El Atlético se defendió replegado durante unos minutos, en los que Torres se marchó ovacionado por ambas aficiones, pero rápidamente los rojiblancos volvieron a morder al rival como si fueran ellos los que necesitaran marcar. Y así lo hicieron. Tras otra posesión larga, Tiago volvió a buscar a Juanfran en profundidad hacia la línea de fondo, el lateral la ponía al segundo, donde esperaba la volea de Costa. Pero Arda Turan llegó con hambre para conectar un espectacular cabezazo que golpeó con violencia el larguero, el turco recogió el rechace y puso el 1-3 que hacía seguir frotándose los ojos tres semanas más a la parroquia atlética.

Costa se hizo daño en esa acción y fue sustituido por precaución. De ahí al final, el Chelsea se hizo pequeño, muy pequeño, de manera inversamente proporcional al poderío económico del club de Londres. El 24 de mayo la Copa de Europa acogerá la primera final entre dos equipos de la misma ciudad. El fútbol español está de celebración ya, segunda final tras el Madrid-Valencia de 2000. Segunda final del Atlético de Madrid, 40 años después de la primera. Partido a partido, Simeone ha llevado la pasión atlética hasta la capital de Portugal.

- Ficha técnica:

1- Chelsea: Schwarzer; Cole (Eto'o, m.53), Terry, Cahill, Ivanovic; Luiz, Ramires; Azpilicueta, Hazard, Willian (Schürrle, m.77); Torres (Ba, m.67).

3- Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luís; Tiago, Mario Suárez; Koke, Arda Turan (Rodríguez, m.84); Adrián López (Raúl Gardía, m.66), Diego Costa (Sosa, m.76).

Goles: 1-0, m.37: Torres. 1-1, m.44: Adrián López. 1-2, m.60: Diego Costa, de penalti. 1-3, m.72: Arda Turan.

Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Amonestó a Cahill (Chelsea), así como a Adrián y Diego Costa (Atlético de Madrid)

Incidencias: Partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones en Stamford Bridge (Londres).

Más allá de los memorables goles de Adrián, Diego Costa, de penalti, y Arda Turan. Más allá de tener que remontar en casa de uno de los equipos más ricos del planeta. Más allá de acceder por segunda vez en su historia a una final de la máxima competición continental (donde habrá derbi contra el Real Madrid), el mayor valor de este Atlético de Madrid está en que será recordado siempre por el gran público, el elemento que da sentido a este maravilloso juego que es el fútbol.

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