El Comité de Competición sanciona con dos partidos a Cheikh Sarr y tres puntos al Rayo

El Comité de Competición sanciona al portero del Rayo Majadahonda, Cheikh Sarr, con dos partidos de suspensión. De este modo, Competición le impone el mínimo castigo después de agredir a un aficionado del River Sestao el pasado fin de semana tras recibir lo que él describió como insultos racistas. El organismo le impone este castigo "por conducta contraria al buen orden deportivo, con multa accesoria en cuantía de 90 € al club y de 600 € al infractor", según el Artículo 129.

Por ello, el guardameta acabó expulsado y fue a encararse con el colegiado Francisco García Riesgo. Según reflejó el acta, "el jugador se produjo de forma violenta contra mi persona, con clara intención de agredirme, teniendo que ser sujetado por sus compañeros presentes en el terreno de juego, abandonando finalmente el mismo".

El colegiado reflejó en el acta que los insultos que denunció el portero, al que habrían llamado "puto mono" y "puto negro de mierda", según su testimonio, no pudieron ser escuchados por el equipo arbitral. En cambio, escribió que saltó la valla para sujetar a un espectador y después se acercó al propio colegiado con intención de agredirle, por lo que le mostró la tarjeta roja.

El futbolista negó la acción que le podría haber repercutido entre cuatro y 12 partidos de sanción en una rueda de prensa. "Solamente quería hablar con él, pedirle explicaciones por la expulsión", explicó.

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A. Ramírez

Además, la RFEF ha sancionado al Rayo Majadahonda y Sestao: el club vasco es multado con 6.001 euros y castigado con la disputa a puerta cerrada de los dos próximos partidos que haya de celebrar en sus instalaciones, (artículos 75.2.3 y 75.2.5 del Código Disciplinario de la RFEF).

Por su parte, el Rayo Majadahonda le computa el encuentro por perdido por el tanteo de tres goles a cero, descontándole, además, tres puntos en su clasificación, imponiendo al citado club multa en cuantía de 3.006 euros (artículo 80.1.b y 3, en relación con el 82, del Código Disciplinario de la RFEF).

El portero, firme ante el racismo

Poco después de que se conociera la sanción, Sarr publicó un escrito en Instagram para "agradecer las muestras de apoyo y solidaridad que he recibido de mi equipo, de mis compañeros, de los aficionados alrededor del mundo y de los amantes del fútbol desde que el sábado viviera uno de los peores momentos de mi carrera deportiva".

El portero describió lo que pasó y mostró su rechazo. "En Las Llanas tuve que soportar que una pequeña parte de la afición me insultara por mi color de piel. Fue un hecho lamentable del que, por desgracia, no solo yo he sido víctima estos días. Nada de esto tendría que estar ocurriendo en pleno siglo XXI", expresó.

El senegalés también mencionó el futuro que quiere dejar a su familia: "Mi hija se merece un mundo mejor, donde el racismo no tenga cabida. Lucho y lucharé por ella. Debemos hacerlo por nuestros hijos para que nada de esto vuelva a suceder y solo sea una lacra del pasado. Ni yo ni nadie debería sufrir insultos racistas como los que tuve que oír. Es del todo inadmisible", apunta.

Sin embargo, Sarr hace autocrítica: "Lo peor es que mi reacción también lo fue. Siento enormemente que mi comportamiento no estuviera a la altura de quienes me han defendido desde el primer momento, especialmente mi equipo al que quiero pedir disculpas, por lo que pudiera acarrear mi reacción desmedida. Por una vez dejé de pensar en el colectivo. Estoy seguro de que será la justicia la que deberá poner a todos en su sitio. También a los racistas", concluyó.