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La Guardia Civil visita al portero del Majadahonda en el último caso de racismo en el fútbol español
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EL PARTIDO FUE SUSPENDIDO

La Guardia Civil visita al portero del Majadahonda en el último caso de racismo en el fútbol español

El senegalés Cheikh Sarr fue expulsado durante el encuentro frente al Sestao River tras encararse con aficionados en las gradas al oír gritos racistas

Foto: Cheik Sarr, encarándose con la grada tras recibir insultos racistas en el Sestao River-Rayo Majadahonda (RFEF).
Cheik Sarr, encarándose con la grada tras recibir insultos racistas en el Sestao River-Rayo Majadahonda (RFEF).

La Semana Santa llegó a su fin, el fútbol volvió a los terrenos de juego, y lo que de nuevo se evidenció este pasado sábado es que lo que también sigue presente en los campos de toda España es el racismo. Una lacra que hay que erradicar del deporte sea como sea, porque pese a que lleva ya tiempo puesta en el foco, no dejan de sumarse casos que avergüenzan a todo el país. Uno de ellos fue en Primera, en el Getafe-Sevilla del Coliseum, en el que algunos energúmenos le gritaron "mono" al argentino Marcos Acuña, motivo por el que se detuvo el encuentro momentáneamente activando el protocolo de la Liga.

Tampoco se libró su entrenador, Quique Sánchez-Flores, a quien se le trató de insultar llamándole "gitano", dejando después en evidencia a todos los que lo hicieron en la rueda de prensa posterior: "Estoy orgulloso de cada poro que pueda respirar gitano, pero una cosa es ser gitano o parte, y otra que lo utilicen como insulto racista, me parece aberrante. Aquí parte del público se cree que puede venir a decir lo que quiera, es lo que está pasando en el fútbol". Pero lo sucedido en Getafe, lamentablemente, no fue lo único que pasó.

Foto: Yamil, Vinícius, Nico y Rodrygo, antes del España-Brasil contra el racismo. (EFE/RFEF)

Horas más tarde se enfrentaron Sestao River y Rayo Majadahonda, con los dos equipos en posiciones de descenso en el grupo 1 de la Primera RFEF. Fue un encuentro en el que los visitantes abrieron el marcador ya en la segunda mitad con un tanto de Ro, pero que los vizcaínos lograron dar la vuelta con goles de Martínez Ortiz y Carbonell. Este último lo anotó en el minuto 83, y acto seguido todo saltó por los aires. Fue cuando el guardameta del Rayo Majadahonda, el senegalés Cheikh Sarr, saltó la valla que le separaba de los aficionados presentes en las gradas tras haber oído insultos racistas.

El portero llegó a agarrar a una persona en un incidente en el que estuvieron envueltos varios aficionados, siendo separado por sus compañeros y viendo la tarjeta roja. "Por saltar la valla, abandonando el terreno de juego para producirse de manera violenta contra uno de los espectadores allí presentes, al que agarró de forma violenta, teniendo que ser separado por sus compañeros y los espectadores", detallaba el acta del árbitro García Riesgo, quien recogió igualmente que "el jugador se produjo de forma violenta contra mi persona, con la clara intención de agredirme".

Después de que Sarr viera la roja directa al reaccionar a los insultos racistas, algo que le puede llegar a costar una sanción de entre 4 y 8 partidos, el Rayo Majadahonda decidió abandonar el campo, por lo que el partido fue suspendido en ese momento. "Nuestro equipo no saldrá de nuevo a reanudar el encuentro tras recibir insultos racistas inadmisibles a nuestro jugador. Condenamos todo tipo de insultos racistas en el deporte", justificó en las redes sociales poco después el equipo.

Investigación de la Ertzaintza y visita de la Guardia Civil

Tal y como ha trascendido, Sarr ha interpuesto una denuncia ante la Ertzaintza por delito de odio y ha sido abierta una investigación sobre los hechos después de que uno de los aficionados presentes en la grada de Las Llanas haya denunciado igualmente al portero por agresión.

Este lunes, Cheik Sarr no entrenó junto al resto del grupo, sino que lo hizo en el gimnasio de las instalaciones donde entrena el Rayo Majadahonda, en el Campo Municipal de La Oliva, y hasta allí se desplazó la Guardia Civil, que fue a visitar al portero para ver cómo estaba el senegalés tras lo sucedido el pasado sábado en el encuentro ante el Sestao. Al acabar el encuentro, Sarr abandonó el lugar en su coche y no quiso hacer declaraciones que le esperaban a la salida.

La Semana Santa llegó a su fin, el fútbol volvió a los terrenos de juego, y lo que de nuevo se evidenció este pasado sábado es que lo que también sigue presente en los campos de toda España es el racismo. Una lacra que hay que erradicar del deporte sea como sea, porque pese a que lleva ya tiempo puesta en el foco, no dejan de sumarse casos que avergüenzan a todo el país. Uno de ellos fue en Primera, en el Getafe-Sevilla del Coliseum, en el que algunos energúmenos le gritaron "mono" al argentino Marcos Acuña, motivo por el que se detuvo el encuentro momentáneamente activando el protocolo de la Liga.

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