Las tres "vergüenzas" de la Selección española de las que Luis de la Fuente se olvida de hablar

Este miércoles, España y Brasil disputaron un emocionante encuentro que de amistoso solo tuvo el nombre (3-3). Los dos combinados demostraron durante los 90 minutos del partido que buscaban la victoria, algo que se notó por el nivel de juego, la intensidad, la dureza e, incluso, por cómo algunos jugadores estaban pasados de revoluciones sobre el césped. Y hasta Luis de la Fuente mostró su cara más amarga al término del partido.

El Santiago Bernabéu se vistió de gala para recibir a la Selección nacional y a la pentacampeona del mundo, en un partido que no estuvo exento de polémica. No solo por los tres dudosos penaltis señalados o por los enganchones entre futbolistas, con Lucas Paquetá como principal foco de la polémica. Ni tampoco por el hecho de que Vinícius se encontrase constantemente en el foco de atención. Y es que al seleccionador no le gustó la actitud del público.

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El aficionado, eminentemente madridista, no dudó en ovacionar a dos de los mejores jugadores de su equipo, como fue el caso de Rodrygo, autor del primer gol de Brasil, y del propio Vinícius. Pero, además, también se escucharon fuertes aplausos a Endrick, último fichaje del Madrid y encargado de hacer el segundo gol de la Canarinha. Y, por si fuera poco, el respetable mostró una fuerte silbatina a algunos jugadores españoles, con Álvaro Morata como principal cabeza de turco.

Al término del encuentro, Luis de la Fuente se mostró muy enfadado por la pitada al exmadridista Morata: "Me duele en el alma que, en mi país, piten a un jugador de la Selección y al capitán, que es un referente, un ejemplo. Siento vergüenza ante esos pitos", expresaba. Pero, al mismo tiempo, no recordaba la increíble ovación del público al partidazo del azulgrana Lamine Yamal y hacía caso omiso de las otras tres vergüenzas que ha cometido como seleccionador.

La primera y más grave de todas tiene que ver con el caso Rubiales. El expresidente de la Federación Española fue quien le colocó como seleccionador tras la marcha de Luis Enrique. De la Fuente abrazó el puesto con enorme entusiasmo, como no podía ser otra manera, pero, tras el escándalo de Rubiales con Jenni Hermoso, fue uno de los primeros en ponerse de pie y aplaudir con fervor la defensa del mandatario de la RFEF cuando decía aquello de "no me voy a ir".

Poca o nula autocrítica se le escuchó a De la Fuente hacia su propio comportamiento en aquella asamblea y mucho menos en los términos en los que se expresó este miércoles en rueda de prensa. Una mácula que parece haber quedado en el olvido tras levantar el título de la Nations League y que parece haber servido para acallar cualquier tipo de duda por aquella manera de actuar. Un éxito deportivo que sirvió de cortina para sellar la polémica.

Ramos y Brahim, en el olvido

La segunda vergüenza fue la manera en la que despidió a Sergio Ramos de la Selección, sin duda, una de las mayores leyendas de la historia del fútbol nacional. Con 180 partidos con la Roja, al jugador con más partidos en la historia de España se le anunció que nunca más iba a vestir la camiseta de España en una llamada… solo unas horas después de que el propio seleccionador confirmase que tenía al central en mente para volverle a llamar tras la última etapa de Luis Enrique.

El ahora técnico del PSG decidió dejar de contar con el central, por lo que una de las primeras dudas que había con De la Fuente era ver qué pasaba con Ramos. En una de sus primeras declaraciones, dejó la puerta abierta a su regreso: "Tiene todas las posibilidades de venir". Pero, poco después, le cerraba la puerta definitiva en una llamada que acabó con un duro comunicado del jugador contra el técnico. "Si no viene, será por algo, ¿no?", explicaba sarcástico el técnico nacional poco después.

La última vergüenza es más reciente y es el caso Brahim. El seleccionador ha dado versiones diferentes para casos parecidos: sin ir más lejos, afirmó que Pau Cubarsí, pese a llevar solo un puñado de partidos en la élite, había demostrado un gran nivel que le valía para ser convocado…, pero consideró que los méritos del madridista no eran suficientes. Ganar la Serie A y alcanzar las semifinales de Champions con el AC Milan, además de ganarse un puesto en el once del Madrid, no es suficiente.

De la Fuente lleva 12 partidos con la Selección, consiguiendo nueve victorias, un empate y dos derrotas, amén de levantar la Nations League. Con 30 goles a favor y 10 en contra, es un equipo en formación…, pero con dudas. Y es que esas vergüenzas de las que no habla le delatan: no solo por los lamentables aplausos a Rubiales, sino, sobre todo, por cerrar la puerta a Ramos y Brahim en dos posiciones con dudas… y donde ha habido que nacionalizar a jugadores para cubrir las carencias.