Una España brillante planta cara a Brasil, que se salva con un penalti en el descuento (3-3)

España y Brasil empatan en un partido loco desde el punto de penalti. Hasta tres veces señaló el árbitro portugués, sin VAR en este encuentro amistoso, unas acciones para la polémica. Rodri hizo un doblete y Paquetá igualó la contienda en el minuto 96. España llegó a ponerse con dos a cero en una primera parte brillante, muy superior a los brasileños, por momentos le llegó a dar un baile, pero con un único borrón por la cantada de Unai Simón. En la segunda apareció el torbellino Endrick, la nueva joya del Real Madrid, y todo se igualó. España demostró que puede plantar cara a los grandes con el equipo de gala.

El plan B falló contra Colombia y lo que se vio ante Brasil invita a la esperanza para imaginar una Selección competitiva en la Eurocopa. Hay cosas que mejorar, como el regalo de Unai Simón y darle más continuidad al juego. Pero hay plan y es atrevido. De él tiran dos jugadores que tienen cualidades y personalidad para desarmar defensas. Lamine Yamal y Nico Williams aportan vértigo, energía, frescura, fuerza y mucha peligrosidad.

La puesta en escena de España fue de lo más ilusionante e invita a la esperanza. Salió a por Brasil desde el inicio, yendo a la presión con fiereza, robando el balón y metiendo a la Canarinha atrás. Un plan valiente y agresivo para atemorizar y desactivar a un rival poderoso que funcionó la mayoría del tiempo en la primera parte.

Se hizo con el control del juego, llegó con la verticalidad y el desequilibrio por las bandas de Lamine Yamal y Nico Williams. España encerró a Brasil, un equipo desconocido y superado que recibió dos goles a los 36 minutos y encontró la manera de meterse en el partido con la cantada de Unai Simón que aprovechó Rodrygo para recortar las distancias.

A destacar las ganas y lo enchufados que salieron los dos extremos españoles. Lamine Yamal y Nico Williams llevaron peligro con sus incursiones, acciones de desequilibrio y movilidad. El jugador del Barcelona y el del Athletic fueron una pesadilla para el bloque brasileño. Con esta versión de estos dos jugadores se generan certezas. Hay dos futbolistas que encaran, que rompen con amagos, cambios de ritmo, por velocidad y regates.

Así llegó el primer gol. Lamine Yamal surfeó en el área y provocó el penalti que transformó Rodrigo Hernández. La acción es dudosa. El contacto de Joao Gomes sobre Lamine Yamal no parece suficiente como para pitar el penalti, pero el escurridizo extremo tiene la picardía de los grandes jugadores. Cayó al suelo. Rodri lo tiró por el centro, gol y dedicatoria emotiva a su abuelo recientemente fallecido.

Golazo de Dani Olmo

El partido entró en una fase de dominio absoluto de España, contundente en todas las zonas del campo. Arriba y atrás con la concentración y las ayudas de Carvajal, Le Normand y Laporte para frenar a Vinícius y Rodrygo. Los brasileños tenían problemas para generar peligro.

Siguió el buen juego de España, con la osadía de Lamine y Nico, dos diablos imparables. Dos traviesos desarmaban a Brasil. A ellos se unió otro que tiene cosas de genio. Dani Olmo cogió un balón dentro del área y mareó a dos defensas. Le tiró un caño a Beraldo y se fue de Bruno Guimaraes para lanzar un zapatazo con la izquierda.

El dos a cero hacía justicia a la superioridad de España, sacaba los colores a los brasileños. Solo en la recta final del primer periodo se conectó al partido con un mal pase de Unai Simón que interceptó Rodrygo. El delantero del Real Madrid levantó el balón al portero y marcó a puerta vacía. Estos errores son imperdonables, aunque sea en un partido amistoso. No es la primera vez que le sucede al portero del Athletic. Peca de exceso de confianza.

El inicio de la segunda parte fue distinto, con una Brasil más intensa y con Endrick en el campo. El chico que venía de marcar el gol del triunfo contra Inglaterra en Wembley está de dulce. En su primer remate marcó el gol del empate a dos. Se estrenó en el Bernabéu a lo grande en una jugada que nace en un saque de esquina. Hay falta de contundencia en la defensa española y el balón golpeado por Endrick roza ligeramente en Laporte. Unai Simón no llega. Puede hacer algo más el portero, pero no era su noche.

La pesadilla llevaba el nombre de Endrick, con una Brasil más ambiciosa y una España que aflojó. Endrick y Savinho mejoraron el ataque, dieron velocidad a las transiciones y peligrosidad. Carvajal se tuvo que emplear a fondo para cortar un contraataque del torbellino Endrick. Los de Luis de la Fuente entraron en la desconexión, perdió el control, la amenaza de Lamine y Nico disminuyó. Todo se igualó en un partido más abierto.

España lo intentó con un potente y ajustado disparo de Dani Olmo desde la frontal del área que despejó el portero brasileño. Vinícius se fue del partido sin protagonismo en el minuto 70. Anulado por un gran Carvajal. Todo lo bueno en Brasil lo puso el batallador Endrick, competitivo y guerrero. Peleó los balones como si le fuera la vida en ello. En la recta final llegó el penalti, otro dudoso, a Carvajal en un choque con Beraldo. No dudó en señalarlo el árbitro portugués. Lo marcó Rodri de tiro potente a la derecha del portero. En el descuento, el árbitro vio un tercer penalti en el área de España. Esta vez de Carvajal, con un agarrón extraño al pie de Galeno. Marcó Paquetá. El partido acabó con tensión y una imagen de Vinícius y otros jugadores dirigiéndose al banquillo de España.