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La llamada de Luis de la Fuente a Sergio Ramos huele más a veto que a decisión deportiva
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La llamada de Luis de la Fuente a Sergio Ramos huele más a veto que a decisión deportiva

Luis de la Fuente tiene todo el derecho de no contar más con Sergio Ramos, pero las formas de cerrar la etapa de un futbolista que es una leyenda y está activo son lamentables

Foto: Sergio Ramos, en la concentración con España. (EFE/Javier Lizón)
Sergio Ramos, en la concentración con España. (EFE/Javier Lizón)

No hay que ser ingenuos con el caso Sergio Ramos. Si Luis Enrique hubiera continuado, tampoco habría vuelto a contar con él por las mismas razones que manejan dentro de la Federación y que han llevado a Luis de la Fuente a perpetrar lo que parece un veto. El nuevo seleccionador tiene todo el derecho a convocar a los futbolistas que más le gusten, que encajen con su estilo de juego y su proyecto. Pero decirle a Ramos que, independientemente de cuál sea su rendimiento, no va a volver a vestir la camiseta de España es un despropósito. Esta es la versión de Sergio Ramos. Creíble o no, las formas de Luis de la Fuente y la Federación para cerrar la etapa de Sergio Ramos han sido lamentables. Una llamada y un adiós que no se merece un futbolista que es leyenda y está en activo.

El plan de la Federación está acabado. Después de eliminar a Luis Enrique quedaba Sergio Ramos. Del asturiano era sencillo desprenderse porque no cumplió los objetivos en el Mundial, crispaba y era un verso suelto dedicado a su canal de Twitch. La misión de quitarse de en medio al sevillano tenía que ser más sibilina. Ramos no tenía un contrato con fecha de caducidad con el que poder darle portazo, pero sí una edad avanzada y una fama de egocéntrico. Rubiales se cargó a Luis Enrique y a Luis de la Fuente le tocaba hacer lo mismo con Ramos. Sin los dos, la convivencia en el nuevo proyecto de la Selección fluiría mejor.

placeholder Luis Rubiales le da la mano a Luis de la Fuente. (EFE/Luis Díaz)
Luis Rubiales le da la mano a Luis de la Fuente. (EFE/Luis Díaz)

La dificultad estaba en cómo cerrar la etapa de Sergio Ramos, el futbolista carismático que ha sido 180 veces internacional con España y sigue vigente en la alta competición con el Paris Saint-Germain. Luis de la Fuente eligió gestionar el marrón de Ramos desde el buenrollismo y apelando al patriotismo. Al nuevo seleccionador, novato en los banquillos de la alta competición pero resabiado por mayor, se le ocurrió una frase con la que dejar en evidencia a Sergio Ramos cuando llegara el momento de comunicarle la decisión. Esperaba que no se lo tomara bien. Lo sabían en la Federación. Iba a estallar. Si no era con un comunicado duro contra el nuevo seleccionador, sería con una comparecencia en algún medio de comunicación.

El "yo soy español"

El comportamiento sibilino de Luis de la Fuente empezó con un discurso en el que pidió unión a un país dividido entre los pro-Luis Enrique y los anti-Luis Enrique. "No quiero 48 millones de entrenadores, sino 48 millones de jugadores que se dejen la vida por esta camiseta. Nos gustaría recuperar el espíritu de 2010. El orgullo del yo soy español" es la soflama que soltó el riojano para levantar el ánimo y poder señalar a los que desestabilizaran. Sergio Ramos ha picado el anzuelo y con la dureza de su reacción queda como un antiespañol. Luis de la Fuente todavía no ha debutado y solo tiene 47.999.997 de jugadores. Sergio Ramos, su mujer Pilar Rubio y su hermano y agente René Ramos se han quitado la camiseta. Probablemente, haya más, pero la reacción de estos tres en las redes sociales, llenas de indignación y reproches, le resta apoyos al nuevo seleccionador.

Foto: Linda Caicedo celebra un gol con la Selección colombiana. (Reuters/Luisa González)

Luis de la Fuente ha sido ambiguo durante dos meses con el caso Ramos cuando tenía claro desde el minuto uno que no entraba en sus planes. Ni en el proyecto de la Federación. Su error ha sido darle esperanzas y es por lo que Ramos se siente ofendido y humillado. En toda esta historia el que queda peor es el sevillano, pese a que tenga sus razones de sentirse menospreciado. Con el calentón del comunicado, deja en evidencia su ego desmedido. Los Ramos hablan de justicia, ambición y compromiso con España. A la Federación le sirve para destapar quién es Sergio Ramos. Un gran futbolista, con un glorioso pasado, que resta más que suma en una Selección que tiene un proyecto deportivo enfocado a los jóvenes y que necesita un clima de paz y serenidad.

No se daban todas las condiciones para que Sergio Ramos fuera seleccionable por Luis de la Fuente. La personalidad del sevillano es vista como conflictiva en la Federación y la edad (37 años cumple en marzo) no encaja en un equipo que revolucionó Luis Enrique. Luis de la Fuente esperaba que su nivel y rendimiento cayeran de su lado para terminar de justificar la decisión. Pero si por algo destaca Sergio Ramos es por su tesón y perseverancia para cuidarse y estar en forma. Ramos sano es competitivo y el frente sigue abierto. Ahora, entre los pro-Luis de La Fuente y los anti-Luis de la Fuente.

Foto: Amancio con Benzema en el césped del Bernabéu. (Reuters/Isabel Infantes)

El seleccionador renuncia a un futbolista de élite, con experiencia, liderazgo, hambre y en forma. Ha pesado más la gestión de tener una plantilla de soldados. No es lo mismo un vestuario con Sergio Ramos que sin él. Es mejor no convocar al sevillano para evitarse ver cómo reacciona si tiene que estar en el banquillo. Las caritas, los gestos que incomodan. No tiene lógica meter a Ramos en una lista y convivir con él si no es titular. Lo que tampoco es coherente es darle esperanzas, decir que tiene las puertas abiertas y llamarle por teléfono para trasladarle que ya no volverá más, sea cual sea su rendimiento.

El nuevo seleccionador de Portugal, el español Roberto Martínez, actúa de diferente manera con el caso Cristiano Ronaldo. Después de un mal Mundial de la estrella lusa, de marcharse a una Liga menor para jugar en el Al Nassr, no le ha cerrado las puertas. Lo que hizo Roberto Martínez es viajar a Riad a finales del mes de enero, reunirse con Cristiano Ronaldo, e intercambiar impresiones. No lo ha descartado. Ha ido a verle, en una gestión con más tacto y de frente que la que ha tenido Luis de la Fuente con Sergio Ramos.

No hay que ser ingenuos con el caso Sergio Ramos. Si Luis Enrique hubiera continuado, tampoco habría vuelto a contar con él por las mismas razones que manejan dentro de la Federación y que han llevado a Luis de la Fuente a perpetrar lo que parece un veto. El nuevo seleccionador tiene todo el derecho a convocar a los futbolistas que más le gusten, que encajen con su estilo de juego y su proyecto. Pero decirle a Ramos que, independientemente de cuál sea su rendimiento, no va a volver a vestir la camiseta de España es un despropósito. Esta es la versión de Sergio Ramos. Creíble o no, las formas de Luis de la Fuente y la Federación para cerrar la etapa de Sergio Ramos han sido lamentables. Una llamada y un adiós que no se merece un futbolista que es leyenda y está en activo.

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