Jenni Hermoso, invitada a las campanadas de TVE: ¿un acto de desagravio o de simple oportunismo?

Según anunció la semana pasada Radio Televisión Española (RTVE), "el especial Campanadas de este año contará como invitada especial con la futbolista Jennifer Hermoso, campeona del mundo con la Selección española, que brindará con los presentadores por los éxitos de este año y por la igualdad en el año 2024".

Y añadía el comunicado de RTVE, que lleva transmitiendo las campanadas de fin de año desde 1962: "Jennifer Hermoso, considerada una de las mejores jugadoras del mundo, es internacional absoluta desde 2012 con la Selección, de la cual es su máxima goleadora histórica y con la que se proclamó campeona del mundo el pasado 20 de agosto".

Como puede comprobarse, RTVE puso en valor la figura como futbolista de Jenni y aprovecha el tirón mediático que tiene, pero no hizo ninguna mención o referencia al motivo principal por el que ella y no otra de sus 22 compañeras, que también ganaron el Mundial disputado en Australia y Nueva Zelanda, dará las campanadas junto Ramón García y Ana Mena.

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Tal vez pensaron que no hacía falta, aunque a nadie se le escapa que invitar a Jenni es como consecuencia de lo sucedido con el inhabilitado presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y su bochornoso "piquito" a la delantera madrileña durante la entrega de medallas del citado Mundial. Un hecho que, como ha recordado la FIFA al ratificar la sanción de tres años a Luis Rubiales, "ha sido objeto de un procedimiento penal en España", de ahí también lo delicado del asunto.

El porqué tras la decisión

Según fuentes de RTVE, tras la iniciativa de invitar a Hermoso a dar las campanadas está el director de Contenidos Generales, José Pablo López, quien lógicamente debe mirar por mejorar las audiencias del llamado ente público, y de hecho lo está logrando. Sin embargo, y precisamente por tratarse de la televisión pública, la presencia de la futbolista puede ser interpretado como un acto de desagravio, pero también vista por parte de una gran parte de la opinión pública como oportunista.

De la misma manera que a nadie se le escapa la fijación del actual Gobierno con el deporte femenino, hasta el punto de presumir de tener "un Consejo Superior de Deportes feminista", como dijo su presidente, Víctor Francos, hay un importante sector de la sociedad que empieza a estar cansado de lo que consideran una sistemática utilización del tema de la igualdad de género, pues de hecho en el comunicado de RTVE se habla de que Jenni "brindará por la igualdad en el año 2024".

La protección de la Moncloa se volvió en su contra

Algo que en caso de Rubiales ha sido flagrante, pues el inhabilitado expresidente de la RFEF recibió numerosas denuncias por unas presuntas irregularidades tanto o más graves que las protagonizadas en la final de Sídney, que a día de hoy siguen sin elevarse al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). Una decisión solo explicable por la protección que tuvo desde Moncloa, como le gustaba llamar al ahora senador José Manuel Franco a la mano que mueve los hilos.

En el informe del Comité Disciplinario de la FIFA se recoge la acusación de la presidenta de la federación inglesa, Debbie Hewitt, quien reprocha al español una "conducta inapropiada" con sus jugadoras y asegura que durante la entrega de medalla el tono de voz del español fue "desagradable e innecesariamente agresivo" con los trabajadores de la FIFA. "Esto me hizo estar muy incómoda y avergonzada", añadió Hewitt. Ya puestos, RTVE podía invitar también a una internacional inglesa...

El abuso de autoridad de Rubiales

Por cierto, este mismo comité señala en su informe que Rubiales utilizó la asamblea general de la RFEF "como foro para defenderse y distorsionar a su favor la realidad del beso". Es decir, el mismo argumento que utilizó el CSD para acusarle de abuso de autoridad, si bien el TAD no apreció indicios suficientes para considerarlo falta "muy grave", algo solo entendible por los hilos que Tomás González Cueto, el cerebro jurídico de Rubiales que sigue en la RFEF con Pedro Rocha, movió.

Al referirse al beso no consentido a Jennifer Hermoso tras la final del Mundial, la FIFA señala que "el denunciado no presentó disculpa alguna a la jugadora, ni públicamente ni, al menos, en privado" y que "persistió en su negación (públicamente y en el contexto del presente procedimiento), manteniendo (en contra de la declaración inequívoca de la jugadora) que el beso fue consentido".

Como también se ha encargado de recordar el informe de la FIFA, Rubiales "insultó públicamente a todos aquellos que vieron este incidente de forma diferente", dijo que fue "un beso entre dos amigos celebrando algo", y los llamó "idiotas y estúpidos".

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Aunque pueda parecer contradictorio, invitar a Jenni Hermoso a dar las campanadas en La 1 es volver a recordar lo sucedido con Rubiales, lo cual no se antoja nada bueno para una futbolista a la que sus representantes quizá deberían habérselo desaconsejado, ni tampoco para el fútbol femenino, que se está ganando fama de conflictivo, además de permanentemente instrumentalizado. Puestos a frivolizar, esta vez, el nuevo año no empezará a las 12 de la noche, sino a la 12 y pico.