El cabreo de Messi con la Policía tras la batalla campal del Brasil vs. Argentina: "Otra vez a palos"

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El partido entre Argentina y Brasil acabó con la albiceleste como ganadora por un gol de manual, como ya ocurrió en la final de la Conmebol 2021 y el amistoso de 1998. Pero el esperado enfrentamiento y el buen resultado para los argentinos se vio empañado por la actuación en las gradas de las fuerzas de seguridad para calmar a la multitud.

Justo antes del partido, cuando los equipos ya se encontraban preparados en el estadio Maracaná, el público ya estaba en sus asientos y sonaron los himnos de cada selección, los ánimos entre aficionados argentinos y los brasileños se caldearon. Ambos himnos fueron abucheados por los hinchas contrarios y la Policía local decidió disipar "a palos" las trifulcas que surgieron, reprimiendo solo a los aficionados de la albiceleste.

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Ante este enfrentamiento, y tras intentar sin éxito calmar los ánimos desde la tribuna, el capitán argentino Lionel Messi decidió llevar a su equipo a los vestuarios, para ayudar a que la afición se apaciguase. "No jugamos, nos vamos", fueron sus palabras. Esto hizo que el partido se retrasase 30 minutos. Posteriormente, en las entrevistas con la prensa tras la victoria y cuyas declaraciones recogió La Nación, Messi explicó que hicieron eso porque vieron "cómo le estaban pegando a la gente" y "era la manera de que se tranquilizase todo un poco".

"No jugamos, nos vamos"

El equipo se vio impotente ante la imposibilidad de poder hacer mucho más. "Estábamos ahí y desde abajo no podíamos hacer mucho, pero veíamos cómo le pegaban a la gente y la tiraban para atrás… Podía haber pasado una desgracia", advirtió Messi, visiblemente en desacuerdo con la violencia entre hinchas y la represión de la Policía.

"Lo mismo pasó en la final de la Libertadores, reprimiendo a la gente con los palos", recordó ante las cámaras. A su vez, explicó que, tanto él como sus compañeros de equipo, estaban muy preocupados por sus familiares. "Había jugadores que tenían familia ahí. Uno piensa en la familia y la gente que está ahí, que no sabe bien qué está pasando y por eso estás más pendiente de eso que del partido, que llegado a ese punto es secundario", aclaró con seriedad.

"Cuando se calmó un poquito todo, decidimos volver. Pero fuimos para adentro a preguntar cómo estaban los familiares y todo ahí, y por eso después salimos", finalizó de explicar el capitán. Posteriormente, tras el partido, Messi decidió compartir en su cuenta personal de Instagram sus opiniones sobre el partido y su postura ante las represalias de la Policía de Brasil, que actuó en las gradas con mujeres y niños de por medio.

"Este equipo sigue haciendo historia. Gran victoria en Maracaná, aunque quedará marcada por la represión a los argentinos una vez más en Brasil. Esto no se puede tolerar, es una locura y se tiene que terminar ya", fueron las palabras de Messi en la red social, visiblemente molesto. Estas declaraciones estaban acompañadas de varias fotografías del encuentro contra Brasil y del conjunto albiceleste.