Bartomeu le quita hierro al escándalo del Barcelona: "Es absurdo pensar que compramos árbitros"

Siguen saliendo reacciones después del escándalo destapado por el programa Qué t'hi jugues, de SER Cataluña, donde se dio a conocer que el Barcelona emitió pagos durante varios años a José María Enríquez Negreira, árbitro en España de 1975 a 1992 y vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros desde 1994 hasta el año 2018.

Precisamente fue en 2018 cuando acabaron los pagos por parte del Barça, que eran emitidos a la empresa Dasnil 95 SL, con su hijo Javier como pantalla. Según ha podido saber El Confidencial, el dinero fue de al menos 4,7 millones de euros desde el 2003 a cambio de lo que el propio club blaugrana definió como "informes técnicos relacionados con el arbitraje profesional".

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El que fuera presidente del Fútbol Club Barcelona desde 2015 hasta 2020, es decir, durante algunos de los años en los que se emitían los pagos a Enríquez Negreira, trató de echar luz el asunto en declaraciones a La Vaguardia. Ahí explicó que "es absolutamente falso y absurdo pensar que compramos a ningún árbitro, no hay nada que esconder".

Bartomeu reconoció la existencia de los informes, que analizaban a los diferentes árbitros con los que jugaban las dos principales categorías del conjunto blaugrana. "Los informes existen, se entregaban tanto al primer equipo como al Barça B antes de cada partido para comentar aspectos acerca del árbitro que tocaba".

"Tanto los entrenadores como los jugadores los agradecían. Si hubiéramos influido en los árbitros no nos hubieran anulado un gol en la última jornada contra el Atlético que nos daba una Liga, es absurdo pensar eso. Y podría poner más ejemplos", dijo refiriéndose a la Liga de la temporada 2013-14.

Sobre la labor de Javier Enríquez Romero, hijo de Enríquez Negreira, Batomeu contó que "no solo hacía ese tipo de informes, también nos asesoraba en otros asuntos, era muy buen profesional". "Yo con su padre apenas tenía contacto", dijo, definiendo como "casualidad" que el fin de los pagos se produjera en 2018, cuando también tuvo lugar su adiós en la vicepresidencia del Comité Técnico de Árbitros, entendiendo igualmente que todo ello provoque "ciertas dudas de carácter ético".