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Casemiro: el sostén defensivo que aguanta con pulso al Real Madrid en LaLiga
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Fue el mejor ante el Eibar

Casemiro: el sostén defensivo que aguanta con pulso al Real Madrid en LaLiga

El centrocampista sudamericano se ha convertido en una pieza angular en el sistema de Zinédine Zidane. El '14' es el segundo máximo goleador del equipo en la competición liguera

Foto: Casemiro recupera un balón ante el Eibar. (EFE)
Casemiro recupera un balón ante el Eibar. (EFE)

Carlos Henrique Casemiro no nació para acaparar portadas, sino para robar balones en el último momento en situaciones límite. El brasileño, que ha ido ganando galones y copando funciones con el paso de las temporadas desde que Rafa Benítez apostara por él, se ha convertido en un activo de un valor incalculable para Zinédine Zidane. Al fin y al cabo, no es sencillo encontrar en el mercado a un centrocampista tan excelso sin pelota, ya que su intuición para situarse en el lugar correcto en el momento justo (como en el 1-0 de Marco Asensio) y cortocircuitar los ataques rivales es única. Capitán sin brazalete, Casemiro es pieza inamovible para el técnico francés por méritos propios.

placeholder Casemiro arrebata un balón al jugador del Eibar. (EFE)
Casemiro arrebata un balón al jugador del Eibar. (EFE)

Ante el Eibar, el sudamericano volvió a firmar un partido con nota alta. Recuperó, equilibró, estiró, cargó el área, protegió a los laterales, asistió y fue uno de los hombres más destacados. Sin concentrar muchos focos. Sin necesidad de plasmar su depurada técnica defensiva lanzándose al corte. Lo hizo de forma rutinaria. Coser y cantar. Otro día en la oficina. Ya son muchos partidos rozando el excelente y aguantando al Real Madrid cuando el resto está en horas bajas. El brasileño solo se ha perdido uno de los últimos 17 partidos con el Real Madrid por dos motivos: no tiene sustituto en el banquilo y de entre los teóricos recambios, nadie aporta su seguridad.

Determinante con balón

Sinónimo de equilibrio, a menudo se olvida la capacidad del '14' blanco para organizar el fútbol de cara. Además de su aportación crucial para el gol del futbolista mallorquín, Casemiro exhibió personalidad con balón. Oxigenando el juego cuando tocaba, haciendo fácil lo difícil, que es combinar con Luka Modric y Karim Benzema. De este modo, el sistema que puso en liza el preparador francés ante el conjunto vasco facilitaba los cambios de orientación hacia Marcelo y Lucas Vázquez con lo que la zaga visitante tardaba en bascular y el Real Madrid hallaba situaciones de uno contra uno en banda. Desde la base de operaciones, Casemiro trenzó 9/10 envíos en largo. Un rango de pases que combinaba precisión con ritmo.

placeholder El centrocampista brasileño se impone en un balón aéreo. (EFE)
El centrocampista brasileño se impone en un balón aéreo. (EFE)

"Todo el mundo sabe de lo que somos capaces, de que sí podemos. Vamos a pelear hasta el final. Sabemos que es muy difícil pero lucharemos por los dos títulos", dijo el centrocampista en una entrevista con TVE en la previa del encuentro. Pues dicho y hecho. Las rotaciones y las bajas (especialmente la de Sergio Ramos), dejaba espacio para nuevos protagonistas y el brasileño no tardó en presentar candidatura. Fue la asistencia en el 1-0, un gol anulado que no subió al marcador y una actuación sólida para sellar la victoria.

La metamorfosis del llegador

Con seis goles y tres asistencias entre todas las competiciones, Casemiro volvió a sumar otra acción diferencial a su bolsillo y ya es el segundo máximo goleador del Real Madrid en LaLiga (5 tantos). El liderazgo del brasileño no recae solo en su faceta defensiva o en su crecimiento con balón en las últimas temporadas. La jerarquía se ha multiplicado y se ha extendido a la situación más importante del juego: el gol. Ya sea a balón parado (Deportivo Alavés o Real Valladolid entre otros) o llegando de segunda línea, el '14' blanco viene inyectando músculo goleador a un equipo justo de dinamita en el último tercio. Una evolución que ha permitido disimular ciertas carencias de cara a la portería esta temporada y solucionar partidos sobre la bocina. Si el Madrid sigue vivo a estas alturas de LaLiga, también es gracias a Casemiro.

Foto: Carlos Henrique Casemiro tras la derrota frente al Deportivo Alavés. (Reuters)

Desde la pizarra y el centro lateral, Zidane ha proyectado al sudamericano tal y como pretendía desde inicio del curso. "Case, tú puedes hacer más: llegar desde segunda línea, surtir a los centrocampistas y sacar la pelota limpia. Zizou es pesado: siempre me habla y quiere más. Me dice que 'No te estoy pidiendo que hagas algo que no puedes; estoy pidiéndote algo que puedes hacer'", explicaba el galo en una entrevista a principios de agosto. Para ello ha tenido que sacrificar a Martin Odegaard, pero a corto plazo, ha servido para compensar los movimientos de Karim Benzema y cargar el área.

El Real Madrid tuvo un partido plácido. De aquellos a los que no está acostumbrado pero que disfruta de tanto en cuanto. A tiro de piedra del Atlético de Madrid, tan solo tres puntos separan a ambos equipos a la espera de que jueguen los hombres de Simeone, el club blanco encara dos semanas de vértigo de la mejor manera posible. Permitiéndose unas rotaciones que amenazaban con quedarse por el camino por la diferencia entre titulares y suplentes, con sus hombres más cruciales (Casemiro, Benzema, Modric, Mendy...) mostrando un nivel alto y reforzando la autoconfianza del grupo. Ahora será el turno de explicárselo a Liverpool y Barça.

Carlos Henrique Casemiro no nació para acaparar portadas, sino para robar balones en el último momento en situaciones límite. El brasileño, que ha ido ganando galones y copando funciones con el paso de las temporadas desde que Rafa Benítez apostara por él, se ha convertido en un activo de un valor incalculable para Zinédine Zidane. Al fin y al cabo, no es sencillo encontrar en el mercado a un centrocampista tan excelso sin pelota, ya que su intuición para situarse en el lugar correcto en el momento justo (como en el 1-0 de Marco Asensio) y cortocircuitar los ataques rivales es única. Capitán sin brazalete, Casemiro es pieza inamovible para el técnico francés por méritos propios.

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