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La falta de hambre de la 'Unidad B' complica los planes de Zidane para ganar la liga
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Los suplentes no están sumando

La falta de hambre de la 'Unidad B' complica los planes de Zidane para ganar la liga

El técnico francés ha edificado sus últimos dos trofeos nacionales a través de una política de rotaciones que pretende tener enchufada a toda la plantilla a lo largo de la temporada

Foto: Zidane da entrada a Vinícius Júnior, Isco Alarcón y Mariano Díaz en la derrota frente al Shakhtar. (Reuters)
Zidane da entrada a Vinícius Júnior, Isco Alarcón y Mariano Díaz en la derrota frente al Shakhtar. (Reuters)

Hablar sobre el Real Madrid de Zinédine Zidane es hacerlo sobre el Real Madrid de las cuatro Copas de Europa en cinco temporadas (una como segundo de Carlo Ancelotti), pero también centrar la mirada en la revaloración de las ligas como el torneo de la regularidad frente a la singularidad que sugiere la Champions League. Al fin y al cabo, el técnico francés es el único entrenador que puede presumir de haberle arrebatado dos trofeos ligueros al dominador hegemónico de la competición, Leo Messi, y, a su vez, haber encontrado un método capaz de sostener la carrera por el título durante 38 jornadas.

Cuando Zidane tomó las riendas del club blanco entendió que la única manera de derrocar al tirano argentino era a través del colectivo, puesto que los individuos de su plantilla acostumbraban a caer embelesados por los cantos de sirena del máximo torneo continental y se desinflaban en el día a día. Un Real Madrid de dos caras. Con el objetivo de revertir la situación, el entrenador galo empezó a apostar por unas rotaciones que ayudaran a tener a la gran mayoría de su plantilla inmersa en dinámica competitiva. Sedujo al grupo y le hizo entender que la competencia extrema, el fondo de banquillo y el reparto de minutos sería el argumento más potente para lograr vencer.

placeholder Zinédine Zidane da indicaciones desde el banquillo ante el Borussia Mönchengladbach. (Reuters)
Zinédine Zidane da indicaciones desde el banquillo ante el Borussia Mönchengladbach. (Reuters)

Así surgió la famosa 'Unidad B' con Álvaro Morata, Danilo, Isco Alarcón, Marco Asensio, Pepe, Nacho Fernández, Lucas Vázquez, Mateo Kovacic o James Rodríguez entre otros. El nivel entre titulares y suplentes se difuminaba y permitía al técnico dar descanso y responsabilidad a otros integrantes de la plantilla. Todos estaban enchufados y el cometido del gol no era cosa de unos pocos. La fórmula resultó efectiva, por lo que el Real Madrid ganó su primera Liga (2016/17) con Zidane al mando y a cambio obtuvo un camino que seguir en el futuro.

No obstante, la llegada del verano significó la ruptura del bloque. Volaron Pepe, Álvaro Morata, Danilo, James Rodríguez y Danilo y el Real Madrid acabó tercero (a 17 puntos del FC Barcelona) tras perder la liga en diciembre, campeón de Europa y Zidane fuera del banquillo al finalizar el curso. Pasado un periodo negro con Julen Lopetegui y Santiago Solari, Zidane volvió al Santiago Bernabeú en marzo de 2019: “La temporada que viene, ganar la Liga será la prioridad. No puedo decir que la vayamos a ganar, pero sí que la competiremos hasta el final”.

placeholder Florentino Pérez felicita a Zidane en Yeda tras ganar la Supercopa de España. (realmadrid)
Florentino Pérez felicita a Zidane en Yeda tras ganar la Supercopa de España. (realmadrid)

El máximo responsable táctico no falló el tiro y recogió la Liga del sprint (2019/2020) a través de la solidez defensiva y el fondo de plantilla que albergaba frente a un Barça justo de efectivos de calidad. "Yo tengo una responsabilidad, está claro, pero los jugadores son los importantes. Esto la verdad es que es la hostia. ¿Mejor que las Champions? Pues sí, porque estos son 38 partidos y gana el hace más puntos", espetaba el entrenador al levantar su segundo trofeo nacional.

Adiós al paradigma

La crisis económica producida por la pandemia y las obras en el Santiago Bernabéu hicieron que el club se apretase el cinturón en el mercado de traspasos pese a no ir sobrado de talento. Se fueron Gareth Bale, James Rodríguez, Brahim Díaz, Óscar Rodríguez, Achraf Hakimi, Sergio Reguilón y Takefusa Kubo, pero tan solo se recuperó a Martin Odegaard, cedido en la Real Sociedad. Sin embargo, sabedor del potencial oculto que en teoría alberga la plantilla, Zidane apostó de nuevo por las rotaciones al inicio de curso. Un sistema que esta temporada se le ha caído a pedazos.

Y es que cuando al Real Madrid le han faltado dos o tres piezas clave de su columna vertebral (véase Sergio Ramos, Ferland Mendy, Toni Kroos, Luka Modric o Karim Benzema), la fórmula de las rotaciones se ha derrumbado como un castillo de naipes. Es decir, la diferencia entre el rendimiento de titulares y suplentes ha sido extraordinaria. Demasiado importante para que cualquier pequeña modificación no signifique un problema colosal para el desarrollo blanco. Tanto es así, que la situación ha obligado al técnico a superar un tourmalet crítico (Sevilla, Borussia Mönchengladbach, Atlético de Madrid y Athletic Club) sin apenas cambios en el XI madridista. De Sevilla al Mönchengladbach entró Sergio Ramos, del Borussia al Atlético incorporó a Carvajal y del derbi al Athletic cambió a Casemiro por Valverde.

Foto: Toni Kroos y Luka Modric celebran un gol con el Real Madrid. (Reuters)

¿Es Zidane un necio por cargar de minutos a sus futbolistas más emblemáticos? No. Él sabe que debe dosificar los minutos de calidad que disputan los jerarcas blancos para que lleguen frescos al tramo de marzo-abril, pero por otro lado, la falta de hambre, determinación y rendimiento del pelotón de jugadores que debería conformar la nueva ‘Unidad B’ impide recuperar la política de rotaciones.

Para muestra, el coto cerrado de 14 efectivos con el que está contando frente al bajo nivel de Éder Militao, Marco Asensio, Isco Alarcón, Luka Jovic, Marcelo, Mariano Díaz o Álvaro Odriozola o que tan solo 11 integrantes superen los 600 minutos en Liga de los 1170 disputados hasta el momento. El Real Madrid se va a ver empujado a alternar tarde o temprano, especialmente cuando el núcleo duro de la plantilla está conformado por jugadores que superan la treintena, pero qué poco ayuda ver la intrascendencia de la camarilla suplente llamada a sumar un plus en lugar de restar.

Hablar sobre el Real Madrid de Zinédine Zidane es hacerlo sobre el Real Madrid de las cuatro Copas de Europa en cinco temporadas (una como segundo de Carlo Ancelotti), pero también centrar la mirada en la revaloración de las ligas como el torneo de la regularidad frente a la singularidad que sugiere la Champions League. Al fin y al cabo, el técnico francés es el único entrenador que puede presumir de haberle arrebatado dos trofeos ligueros al dominador hegemónico de la competición, Leo Messi, y, a su vez, haber encontrado un método capaz de sostener la carrera por el título durante 38 jornadas.

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