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La lucha psicológica de Saúl Ñíguez por volver a la élite
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La lucha psicológica de Saúl Ñíguez por volver a la élite

Tras estrenarse como goleador en la temporada, el canterano rojiblanco busca reencontrarse consigo mismo y dejar atrás una mala etapa personal que le apartó de la titularidad

Foto: Saúl Ñíguez, en una imagen de archivo. (Reuters)
Saúl Ñíguez, en una imagen de archivo. (Reuters)

En el pasado verano del 2020 los cantos de sirena de la Premier League volvieron a tocar la puerta de Saúl Ñíguez. El Manchester United transmitió a sus medios de cabecera el interés por el centrocampista, uno de los emblemas de la era de Diego Pablo Simeone como técnico del Atlético de Madrid. El español era una vieja aspiración del club del norte de Inglaterra y los rojiblancos se encontraban en una temporada de transición. No había nada que hablar. Saúl empezó desde entonces un calvario de situaciones negativas dentro del terreno de juego y fuera de ellos: apartado de la titularidad, arrastrando problemas físicos y, en definitiva, no encontrándose así mismo.

El español tuvo que esperar hasta el nuevo año para lograr anotar su primer gol de la temporada con la camiseta rojiblanca. Fue el pasado 12 de enero en la victoria 2-0 contra el Sevilla. Saúl es, a día de hoy, suplente del Atlético de Madrid. A sus 26 años, teórica plenitud física para un futbolista, el ilicitano se ha perdido en la gran virtud que se le atesoraba: la polivalencia. Demasiado ofensivo para el doble pivote, sin desborde para la banda, un parche en el lateral izquierdo.

placeholder Saúl celebra su gol frente al Sevilla. (Reuters)
Saúl celebra su gol frente al Sevilla. (Reuters)

Durante los últimos seis encuentros de LaLiga ha partido desde el banquillo. Solo en el inicio de la competición doméstica fue figura indiscutible en las alineaciones que planteó Simeone. Pero ya entonces, su juego no era brillante. Mientras el Atlético ofrecía su mejor imagen en años -guiados principalmente por Joao Félix- Saúl parecía perdido en el campo. Tampoco ayudó una extraña molestia física que le apartó de cinco convocatorias. Se habló de molestias musculares, pero nunca se hizo oficial un parte médico. “El equipo necesitaba otra cosa que no es Saúl Ñíguez”, llegó a reconocer al inicio del 2020 en el postpartido de la derrota copera frente al Cornellá, único encuentro de los últimos dos meses en el que ha sido titular.

En el club no sorprendió esa declaración del jugador, a pesar de la poca costumbre a la autocrítica entre los futbolistas, más al hablar de una situación puramente personal y alejada de la dinámica del equipo. El club rojiblanco despegaba hasta convertirse en favorito al título, pero Saúl se quedaba en tierra. “Es del Atleti hasta la médula”, resumen desde su entorno. Esa frase fue empleada por el propio centrocampista para desmentir una supuesta oferta de traspaso años atrás hasta convertirse en una especie de coletilla en la entidad que resume los sentimientos del ilicitano por el club de su vida.

"Él sabía que no estaba bien. Le han tocado vivir cosas buenas y ahora tocan otras"

“Como todo en la vida, primero el que tiene que querer salir de la dificultad es uno mismo y Saúl lo quiere. Él sabía que no estaba bien y siempre ha trabajado. Desde los 18 años le han tocado vivir cosas muy buenas y ahora le toca vivir otra. Saúl se está ayudando a sí mismo y ya va saliendo de la situación en la que estaba", relató Simeone, tras el gol de su pupilo ante el Sevilla. El argentino ve en él a uno de los suyos, a pesar de las discrepancias que han mantenido durante las últimas temporadas. El Cholo quería convertir a Ñíguez en un lateral izquierdo completo, apostó por este cambio táctico. El jugador, tanto en público como en privado, reiteró que era un centrocampista.

“No estoy bien mentalmente”

Saúl, consciente los problemas de adaptación al nuevo juego que planteó Simeone, dio un paso al frente: “Yo no estoy bien mentalmente ni a la hora de competir”. La afición rojiblanca le tiene como un icono. Nadie olvida el esfuerzo del canterano para luchar por el equipo, incluso poniendo en riesgo su propia salud. En el 2015, tras un duro choque con Kyriakos Papadopoulos frente al Bayern Leverkusen, Ñíguez acabó en el hospital, uno de sus riñones estaba completamente destrozado.

Saúl tuvo que jugar con un catéter que le daba funcionalidad a su órgano. Pero el dolor y la sangre en la orina le acompañaron en todo momento. Cansado de esa situación, tal como explicó en una entrevista con The Guardian, el ilicitano llegó a solicitar al doctor que le quitara el riñón afectado. La figura del Mono Burgos, segundo técnico de Simeone en ese momento, fue clave para convencerlo de tener paciencia y seguir el consejo de los médicos.

placeholder Saúl Ñíguez, en una imagen reciente. (EFE)
Saúl Ñíguez, en una imagen reciente. (EFE)

Cinco años después de aquel incidente, para el español queda solo el recuerdo de una lección de vida. Incluso Saúl, que ha experimentado el lado más complicado de este deporte, se ha visto afectado por la presión y por la cabeza, algo a que a menudo no se les concede a los futbolistas. “El fútbol no es solo once contra once, se siente mucho y lo que pasa en el césped se traslada a la familia, a la relación con las personas y si ves que no te sale es complicado, al final el trabajo paga. No es solo el trabajo que se ve, parece que se ve un jugador que va perdiendo confianza, hay gente que no ayuda mucho, luego otra que sí y es con la que te quedas", reflexionó el rojiblanco tras su gol frente al Sevilla, sin dejarse llevar por la ilusión del momento.

Foto: Diego Costa celebra su último gol con el Atlético de Madrid. (Reuters)

En menos de dos meses, se cumplirán nueve años de una fecha marcada en rojo para el centrocampista. El 8 de marzo de 2012 sustituyó a Koke en un partido de la Europa League contra el Besiktas. El canterano rojiblanco se convertía en ese momento con 17 años, 3 meses y 18 días en el futbolista más joven de la historia del Atlético en debutar en competición europea. Casi una década (solo interrumpida por una cesión de una temporada al Rayo Vallecano) de servicios al club.

En el pasado verano del 2020 los cantos de sirena de la Premier League volvieron a tocar la puerta de Saúl Ñíguez. El Manchester United transmitió a sus medios de cabecera el interés por el centrocampista, uno de los emblemas de la era de Diego Pablo Simeone como técnico del Atlético de Madrid. El español era una vieja aspiración del club del norte de Inglaterra y los rojiblancos se encontraban en una temporada de transición. No había nada que hablar. Saúl empezó desde entonces un calvario de situaciones negativas dentro del terreno de juego y fuera de ellos: apartado de la titularidad, arrastrando problemas físicos y, en definitiva, no encontrándose así mismo.

Mono Burgos
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