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Javier Tebas, el baturro al que se le atraganta Fuenlabrada
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Un hombre polémico, de acción y buen gestor

Javier Tebas, el baturro al que se le atraganta Fuenlabrada

Fuenlabrada está suponiendo el enésimo dolor de cabeza al presidente de la Liga por culpa de un puñado de positivos en covid-19 y por tener como asesor a su hijo

Foto: A Javier Tebas le está costando digerir el problema de los positivos en el Fuenlabrada. (Reuters)
A Javier Tebas le está costando digerir el problema de los positivos en el Fuenlabrada. (Reuters)

En estos días en el que las vacaciones de verano penden de un rebrote, es muy probable que Javier Tebas Medrano (1962) esté pensando en Fuenlabrada. Una de las ciudades dormitorio que rodean a la capital de España, una localidad en la que el turismo brilla por su ausencia, y sobre todo un equipo de fútbol que le está suponiendo el enésimo dolor de cabeza al presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Una cefalea convertida en migraña por culpa de un puñado de positivos en covid-19 en la plantilla y por tener como asesor a su hijo Javier Tebas Llanas. Y ya se sabe lo que pasa con la sangre. Y ya se sabe cómo se las gasta Tebas padre.

“Uff, de Tebas… no hablo”. Así respondió el presidente de un equipo de la LFP a la petición de este periódico para hablar de este abogado nacido en Costa Rica en 1962 pero que respira y ejerce Huesca. Un hombre tozudo hasta la extenuación, que va de frente, que se crece como los toros bravos con el picador, polemista, trabajador, buen gestor, creyente, intenso, egocéntrico, bocazas, sensible. Encantado de encender fuegos dentro y fuera de las redes sociales, donde ejerce con sarcasmo y sin pelos en la lengua.

“Es un hombre de acción, vehemente. Hemos tenido discusiones de todo tipo y desde siempre, como buen aragonés. Muy buen polemista, pero mal jugador de fútbol”, un amigo

“Nuestro grupo es muy variado, no comulgamos con él en muchas cosas, pero jamás hemos dejado de ser amigos”, cuenta Ramón, amigo desde la adolescencia. “Es un hombre de acción, vehemente. Hemos tenido discusiones de todo tipo y desde siempre, como buen aragonés. Muy buen polemista, pero mal jugador de fútbol”, bromea un Ramón con el que comparte casi todo menos ideas políticas. Recién iniciada la desescalada, se reunieron para cenar en casa de Tebas en Huesca. “Es el centro de reunión, siempre está abierta para todo el mundo”, dice.

Javier Tebas Medrano estuvo vinculado a Fuerza Nueva y es simpatizante de Vox. Es un hombre de profundas creencias religiosas, contrario al aborto, que manifestó en una ocasión tener “un sentido católico de la vida”. Detalles que, según algunos, traslada a su manera de mandar. Dictatorial, sin tolerar un ápice de crítica.

Estuvo rodeado de otros nombres propios también peculiares, como Dmitri Piterman, José María Ruiz-Mateos y Manuel Ruiz de Lopera

Se enorgullece, o así lo pareciera, de tener enemigos como Luis Rubiales y Florentino Pérez. También se jacta de amigos como Jaume Roures, con el que comparte una profunda devoción por el pragmatismo. Ése que dice que los negocios están por encima de la ideología. Ése que dice que la pela es la pela. “Tienen un teléfono que solo utilizan para llamarse el uno al otro”, cuenta el periodista Gonzalo Cabeza, que reconoce tener opiniones contradictorias con respecto al personaje.

Le pasa lo que a Gerard Piqué, se cree más listo de los que es. Minusvalora la inteligencia de los demás, aunque la suya es evidente”, añade Cabeza, que le reconoce brillantez en la gestión – y su obsesión por internacionalizar el fútbol español- desde que llegó a la presidencia de la LFP en 2013 y, sobre todo, “la mano dura con los grupos radicales”, tan cómplices con las directivas en tiempos pasados.

Foto: Un futbolista del Fuenlabrada se asoma a la ventana de su habitación en el hotel de A Coruña. (Efe)

Sin olvidar, eso sí, su pasado “como abogado deportivo de gente muy chunga, como Piterman”. Dmitri Piterman, empresario futbolístico ligado a, entre otros clubes, el Racing de Santander y el Deportivo Alavés, que se hizo pasar por utillero, fotógrafo y periodista para estar cerca del banquillo. Un “estilo peculiar”, que diría la revista ¡Hola!

No es la única sombra o excentricidad en su carrera anterior a la presidencia de la Liga. Estuvo rodeado de otros nombres propios también peculiares, como José María Ruiz-Mateos y Manuel Ruiz de Lopera. Y en Badajoz hay algunos que no guardan precisamente un buen recuerdo de él. “Estuvo por aquí y digamos que su paso no fue satisfactorio. Aquello salió muy mal, había cosas muy raras en la gestión, unos contratos que…”, cuenta Antonio Guevara, ex presidente del equipo de fútbol pacense.

“Cuando yo llegué a este mundo, era una selva. Tú lo has convertido en un negocio del que vivimos, además, muy bien”, cuenta Víctor Martín, jefe de gabinete de Tebas

“Veo mi estancia en la Liga como un servicio a España”, ha dicho Tebas en más de una ocasión. Un sentido patriótico del trabajo que el periodista Kike Marín transforma en un “le pagan para que esto sea rentable, y lo ha hecho”. Marín confiesa tener con el protagonista de este artículo una relación de amor-odio en la que reina el respeto mutuo. “Es muy frontal, su capacidad de trabajo es brutal, también su gestión. Pero el ego le pierde, es ingobernable”, afirma. Tampoco cuida su imagen, dice, cosa que sí hace Rubiales. Una guerra entre ambos de la que Marín confiesa que el de Huesca “es víctima del poder político”.

“Cuando yo llegué a este mundo, era una selva. Tú lo has convertido en un negocio del que vivimos, además, muy bien”. El autor de la frase es uno de los directores generales de la LFP y se la acaba de mandar a su jefe en una carta. La reproduce para El Confidencial Víctor Martín, jefe de Gabinete de Tebas y ex directivo del Numancia C.F. “Tengo una relación muy intensa con él desde hace 18 años. No puedo ser objetivo”, aclara antes de empezar a hablar.

“Discrepamos en términos políticos. Digamos que estamos en los extremos del arco parlamentario”, cuenta. Por eso bromea que es “la mano izquierda” de Tebas. Una relación profesional y personal en la que las pullas son constantes. “Joder con los tuyos”. “Pues anda que los tuyos”.

Martín destaca su integridad y unos principios éticos irrenunciables, una capacidad de trabajo inhumana y una sensibilidad social que no promociona. “Tan estratega como demócrata”, matiza para los escépticos. Pocos peros al abogado capaz de convertir un negocio plagado de sombras y con una deuda de 700 millones de euros a un “generador de riqueza”. Pero ay, la vanidad. Lo del Fuenlabrada, dice, “le duele profundamente”. Como duelen los hijos para cualquier padre.

En estos días en el que las vacaciones de verano penden de un rebrote, es muy probable que Javier Tebas Medrano (1962) esté pensando en Fuenlabrada. Una de las ciudades dormitorio que rodean a la capital de España, una localidad en la que el turismo brilla por su ausencia, y sobre todo un equipo de fútbol que le está suponiendo el enésimo dolor de cabeza al presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Una cefalea convertida en migraña por culpa de un puñado de positivos en covid-19 en la plantilla y por tener como asesor a su hijo Javier Tebas Llanas. Y ya se sabe lo que pasa con la sangre. Y ya se sabe cómo se las gasta Tebas padre.

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