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Zidane está dispuesto a perder el señorío si siguen las acusaciones de una Liga amañada
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al entrenador se le agota la paciencia

Zidane está dispuesto a perder el señorío si siguen las acusaciones de una Liga amañada

Ni Zidane está libre de un calentón, a pesar de que se le reconozca por una personalidad serena y moderada. Pide respeto y que se valoren los méritos de ganar siete partidos seguidos

Foto: Zinédine Zidane durante una rueda de prensa con el Real Madrid. (Efe)
Zinédine Zidane durante una rueda de prensa con el Real Madrid. (Efe)

No es imposible que Zidane pierda los papeles si en su cabeza, que está en ebullición y con demasiada presión, se le sigue preguntando por las quejas del Barcelona. Ha tenido dos amagos de explotar con el asunto de las ayudas arbitrales a su equipo y cómo pasan a un segundo plano los méritos realizados para llevar siete victorias en siete partidos. El último ademán de que va a golpear lo tuvo en Bilbao. Pidió respeto para el trabajo de sus futbolistas y respondió con contundencia sobre el asunto arbitral. “Me cansa que se diga que ganamos por los árbitros”. Palabras, con un gesto ya más subido de tono amenazante, que le han costado que algunos, que le tenían como un señor, le empiecen a mirar de otra manera.

Ni Zidane está libre de un calentón, a pesar de que se le reconozca por una personalidad serena y moderada. Ha entrado al trapo la misma persona que, de jugador, le dio un cabezazo a Materazzi en la final del Mundial de Alemania en 2006 y no midió las consecuencias de dejar a la selección francesa con un jugador menos. El defensa italiano le provocó con comentarios obscenos referidos a su hermana y la reacción de Zizou fue golpearle con rabia. Saltó a la provocación en una acción que él mismo tiene autocensurada. No le gusta nada hablar de ello. Pero le marcó. Y que define, para los que no le conocen a fondo, el carácter tan fuerte que tiene en momentos límites. Zidane protege lo suyo. Tiene colmillo y puede ser desagradable si se siente atacado. El asunto de los favores arbitrales puede traer consecuencias.

placeholder Sergio Ramos celebra el gol de penalti al Athletic de Bilbao. (Efe)
Sergio Ramos celebra el gol de penalti al Athletic de Bilbao. (Efe)

En el Real Madrid, aunque la línea a seguir es mantener la calma y no caer en una polémica que desestabiliza, están en pie de guerra después de la denuncia de Josep María Bartomeu y de volver a escuchar a Javier Tebas decir que la culpa la tiene Florentino Pérez. El presidente de la Liga insiste en que el dirigente del Real Madrid fue el primero que desenterró el hacha de guerra por aquella llamada a Luis Rubiales para pedirle explicaciones con el penalti no señalado a Vinicius en el partido contra la Real Sociedad. Esto fue la temporada pasada y aún colea. Tebas tiene sus guerras particulares con Florentino. Lo que no puede permitirse el Real Madrid es que Bartomeu se desate con unas manifestaciones que son denunciables. ¿Ha jugado sucio el presidente del Barcelona? ¿Se excede en sus afirmaciones de arbitrajes favorables Real Madrid? ¿Qué pretende el dirigente culé? Zidane no quiere que esto les descentre.

Una cortina de humo

En el Madrid lo ven como una provocación más que una simple queja o desahogo de Bartomeu. Se activa la alerta ante la sospecha de un final de Liga en el que se eleva el ruido arbitral. Bartomeu no habló por hablar. Ni lo hizo con un tono vehemente. Pero la denuncia es fuerte si se repasa en su literalidad. ¿Debería el Comité plantear una sanción al presidente del Barça? Apunta al estamento arbitral. Lo hace un presidente. No es cualquier persona. Se trata de la voz más relevante del club. Está con los que ven una Liga adulterada y culpa a los arbitrajes.

Las palabras de Bartomeu hay que ponerlas en un contexto más amplio que el deportivo. Están motivadas por la indignación que hay en la plantilla azulgrana y los aficionados que creen que, en caso de una acción dudosa, los árbitros pitan a favor del Real Madrid. El pisotón no señalado ni revisado por el VAR de Sergio Ramos a Raúl García es la mecha que aprovecha Bartomeu para realizar la denuncia. Lo hace en el día que se conoció, en una información de La Vanguardia, que los agentes de la unidad contra el blanqueo de capitales de los Mossos d’Esquadra se personaron en las oficinas del Camp Nou para requerir documentación sobre el ‘Barçagate’. La juez de instrucción número 13 de Barcelona admitió la denuncia de ocho socios para investigar los contratos y los pagos del club con la empresa I3 Verntures. La que monitorizaba las redes sociales. Se investiga un posible delito de administración desleal y de corrupción entre particulares.

placeholder Zidane durante una pausa de hidratación en el partido contra el Getafe. (Efe)
Zidane durante una pausa de hidratación en el partido contra el Getafe. (Efe)

¿Es una cortina de humo la denuncia de Bartomeu por los problemas extradeportivos que rodean al club? Es la sospecha que hay en el club blanco. Lo que sí ha conseguido el Barcelona con sus críticas es incomodar al Madrid. Después de la victoria contra el Athletic de Bilbao se vio, por segunda vez, a Zidane molesto con las preguntas que le hicieron sobre los penaltis a favor y el VAR. El entrenador, que hace gala de la paciencia dentro del vestuario y en las pausas de hidratación, se toma muy en serio las insinuaciones de que a su equipo le ayudan los árbitros. Dijo que estaba cansado y que no era cierto. Se quedó ahí, fastidiado, haciendo un ejercicio de contención. Quitarle el mérito de esta Liga (si la gana) no lo va a permitir el francés. Zidane está empezando a ponerse nervioso. Mal asunto porque no va con él este tipo de batallas. Igual que a él, le sucede a Sergio Ramos. El capitán también tiene la sangre caliente y decide enviar mensajes al rival y señalar sus problemas con la mala planificación.

En el Real Madrid se sentían provocados antes de que el Barcelona jugara en Villarreal. Después del partido en La Cerámica, con las explosivas declaraciones de Josep María Bartomeu, el fuego cruzado tiene otro tipo de pólvora. Las cuatro jornadas que restan para que acabe la Liga, con cuatro puntos de diferencia para el equipo de ZZ, estarán marcadas por el tipo de arbitrajes que recibirán unos y otros. Bartomeu ha dado el paso que se pedía en Barcelona. El de denunciar los favores arbitrales al Real Madrid. No era suficiente con las insinuaciones de Piqué, tras el partido contra el Sevilla, y a las que se sumó Riqui Puig. Quique Setién tampoco tenía llegada para presionar a los árbitros cuando se refirió a los centímetros del VAR que favorecen al Madrid.

Bartomeu ha ido fuerte con unas declaraciones en las que no tenía otra intención de que se hable de las ayudas arbitrales al Real Madrid. Se inmola. No es un calentón. Estaban perfectamente estudiadas. El club las hizo oficial en sus canales. Existía un plan premeditado para poner la Liga patas arribas con las acusaciones de favores arbitrales y el uso beneficioso del VAR para el Real Madrid: “El VAR no está dando la altura que queríamos. Es poco equitativo. Está repercutiendo en algunos resultados. Parece ser que siempre favorecen al mismo”. Estas palabras son una bomba y en el Real Madrid, especialmente Zidane, se las toman como un ataque.

No es imposible que Zidane pierda los papeles si en su cabeza, que está en ebullición y con demasiada presión, se le sigue preguntando por las quejas del Barcelona. Ha tenido dos amagos de explotar con el asunto de las ayudas arbitrales a su equipo y cómo pasan a un segundo plano los méritos realizados para llevar siete victorias en siete partidos. El último ademán de que va a golpear lo tuvo en Bilbao. Pidió respeto para el trabajo de sus futbolistas y respondió con contundencia sobre el asunto arbitral. “Me cansa que se diga que ganamos por los árbitros”. Palabras, con un gesto ya más subido de tono amenazante, que le han costado que algunos, que le tenían como un señor, le empiecen a mirar de otra manera.

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