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Sergio Ramos, capitán y pichichi, coloca al Real Madrid a un paso de ganar la Liga
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Victoria por la mínima en Bilbao (0-1)

Sergio Ramos, capitán y pichichi, coloca al Real Madrid a un paso de ganar la Liga

El defensa volvió a mojar ante el Athletic de Bilbao desde el punto de penalti. Lleva cinco goles desde que la Liga volvió tras el parón. Los de Zidane, muy serios, ponen al Barça contra las cuerdas

Foto: Sergio Ramos celebra su gol de penalti ante el Athletic de Bilbao en San Mamés. (EFE)
Sergio Ramos celebra su gol de penalti ante el Athletic de Bilbao en San Mamés. (EFE)

El Madrid ya tiene activada la cuenta atrás para ganar la Liga. Los de Zidane, en una de las salidas más complicadas que les quedaban, volvieron a sumar tres puntos tras imponerse a un buen Athletic por la mímina en San Mamés (0-1). Ramos, de penalti, le dio la victoria a su equipo. Faltan cuatro partidos para que el campeonato más extraño que se recuerda toque a su fin y las sensaciones entre los dos candidatos al trono son muy distintas. Por un lado, un Madrid serio, sin grandes alardes, coral, que tiene claro a lo que juega y por otro, un Barça endeble, sin ideas y que parece desear que esto termine ya.

En un calendario que no espera a nadie, apenas queda tiempo para cambiar y solo una debacle de los blancos le entregaría el trofeo a los azulgranas. Pero en el Madrid tienen claro que eso no va a pasar. La actitud y el compromiso de todos invita a pensar que saldrán campeones. Ahora mismo, en Valdebebas se respira tranquilidad y el equipo es una balsa de aceite. Nadie levanta la voz y no hay ruido exterior que pueda distraer a los futbolistas. Y eso se nota en el verde.

Ante el Athletic volvió a quedar en evidencia esa imagen de equipo sólido, con pocas fisuras y entregado totalmente a la causa. Fue un partido intenso, con una primera parte sin dominador claro y con ocasiones interesantes para ambos conjuntos. El peligro en el Athletic llevaba el nombre de Iñaki Williams, siempre veloz, que buscó constantemente las cosquillas tanto de Ramos como de Militao, el elegido por Zidane para sustituir a Varane. Por parte visitante, Marco Asensio puso los centros de calidad, milimétricos, desde la izquierda, buscando siempre la cabeza de algún compañero. El Madrid empezó presionando alto, torpedeando la salida de pelota vasca, pero con el paso de los minutos fue juntándose atrás, en el medio, y entregándole terreno a un rival que carburó hasta encontrarse más cómodo.

placeholder Asensio bota la falta que se coló entre la barrera del Athletic y desvió Unai Simón. (EFE)
Asensio bota la falta que se coló entre la barrera del Athletic y desvió Unai Simón. (EFE)

Asensio, un incordio constante

Tras el pitido inicial, Asensio pudo adelantar a los suyos. El balear botó una falta con malicia que se coló entre la muralla de leones, pero Unai Simón reaccionó a tiempo para rechazar el cuero, aunque aún tuvo que mantener la respiración en un segundo intento de Benzema que quedó en nada. Poco a poco los de Zidane dejaron de acosar tanto en campo contrario. El Athletic se fue animando, con todo el juego pasando por las botas de Muniain, y al cuarto de hora un centro al primer toque de Unai López halló la testa de Raúl García, que le había ganado previamente la posición a Carvajal. Courtois, muy atento, puso los puños para despejar el balón, demasiado centrado.

Rodrygo tuvo quizá la más clara del partido a los veinte minutos. El brasileño recibió un extraordinario envío al área de Asensio, que botó frente a Iñigo Martínez, sobrepasándole. El delantero, con todo a favor, conectó mal de cabeza, quizá porque no esperaba que el esférico le cayera con tanta virulencia. No se achantó el cuadro local porque Williams la tuvo en la jugada siguiente con un disparo que salió rozando el larguero. El partido transitaba hacia el descanso sin que ninguno perforara la red, aunque Benzema pudo romper el resultado gafas en el descuento, momento clave, en uno de esos tantos centros con efecto introducidos por el de siempre, el recuperado Marco Asensio, espléndido. Al encuentro, atractivo, solo le faltaba la pólvora.

El segunto tiempo empezó eléctrico, con Rodrygo y Yuri retándose constantemente por su banda y Raúl García buscando las carreras de Williams, sin éxito. Insitía más el Madrid, que al final encontró la recompensa. Marcelo cayó al área tras pisotón de Dani García y González González, previa consulta al VAR, decretó penalti. Sergio Ramos, el pichichi más inesperado de esta etapa tras el parón por el covid, asumió la responsabilidad y anotó, ajustado al palo y abajo, su quinto gol desde que la Liga levantara de nuevo el telón el pasado junio. El de Camas ejerce de capitán y ahora también de goleador. Veremos si su equipo no le echa de menos en el partido contra el Alavés (viernes, 22:00h), pues no será de la partida por acumulación de amarillas.

placeholder Los jugadores celebran con Ramos el gol de penalti que les adelantaba en el marcador. (EFE)
Los jugadores celebran con Ramos el gol de penalti que les adelantaba en el marcador. (EFE)

Un quiero y no puedo

Los cambios de Gaizka Garitano no terminador de funcionar en el Athletic, que fue perdiendo fuelle y lucidez. No desprendió excesivo convencimiento en sus avances y el Madrid pasó a replegar velas y defender con mucho criterio sus tibias acometidas. En el 77' los rojiblancos pidieron penalti tras un pisotón -bastante parecido al de Marcelo- de Ramos a Raúl García, pero el VAR no interpretó voluntariedad en la acción. Benzema tuvo la última gran ocasión del choque tras una estupenda pared con Kroos, que salió desde el banquillo (como Jovic, este último a lo Griezmann). No hubo sentencia, tampoco hizo falta. El Athletic fue un quiero, con De Marcos desperdiciando el empate, pero no puedo en los minutos finales.

Consecuencia de esto, hubo un pequeño conato de bronca entre algunos jugadores que afortunadamente no pasó a mayores. Cosas de los nervios, también puede que de estas infernales horas para disfrutar del fútbol. El Athletic tendrá que seguir remando para buscar la Europa League, mientras el Madrid avanza rápido hacia el título y hoy cenará por primera vez pendiente de lo que haga el Barça en Villarreal.

El Madrid ya tiene activada la cuenta atrás para ganar la Liga. Los de Zidane, en una de las salidas más complicadas que les quedaban, volvieron a sumar tres puntos tras imponerse a un buen Athletic por la mímina en San Mamés (0-1). Ramos, de penalti, le dio la victoria a su equipo. Faltan cuatro partidos para que el campeonato más extraño que se recuerda toque a su fin y las sensaciones entre los dos candidatos al trono son muy distintas. Por un lado, un Madrid serio, sin grandes alardes, coral, que tiene claro a lo que juega y por otro, un Barça endeble, sin ideas y que parece desear que esto termine ya.

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