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Por qué Setién estaba mejor con sus vacas que con las vacas sagradas del Barcelona
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POCO O NADA QUEDA DEL EQUIPO QUE ADMIRABA

Por qué Setién estaba mejor con sus vacas que con las vacas sagradas del Barcelona

Es lógico que aceptara la oferta del Barça, pero debió pensar por qué Xavi la rechazó. Este equipo no es el que fue. Por futbolistas algo podrá ganar, pero no jugando como a él le gustaría

Foto: Quique Setién, durante el FC Barcelona-Granada. (Reuters)
Quique Setién, durante el FC Barcelona-Granada. (Reuters)

La reflexión puede parecer ventajista después de que el FC Barcelona haya perdido el liderato de LaLiga y cayera eliminado de la Copa del Rey. Sin embargo, está escrito nada más conocerse el nombramiento de Quique Setién como sustituto de Ernesto Valverde: "Después de ofrecerle el puesto a Xavi, Valverde estaba sentenciado. Efectivamente, Setién se ajusta al estilo del Barça, pero la pregunta es si este Barça se ajusta al estilo del Barça". Evidentemente, fue una pregunta retórica. Es decir, no expresaba una duda o pedía una respuesta, y tampoco estaba basado en los resultados, sino en algo todavía más complejo: cómo lograrlos.

Llevo mucho tiempo, prácticamente desde la marcha de Pep Guardiola, denunciando que los enemigos del modelo de juego del Barça están dentro del propio Barça. Algunos, en el mismísimo vestuario, donde uno o dos futbolistas, y sobra nombrarlos, aglutinan tanto poder que lo han convertido prácticamente en ingobernable. Pero el mayor cainismo está en la directiva. Su empeño por acabar con todo lo que 'oliera' a Guardiola se ha cargado desde el llamado estilo, al gran trabajo de cantera que garantizaba que el primer equipo tuviera dónde repostar en pleno vuelo, sin tener que salir al mercado a lo loco como hizo en el de invierno por la baja de Luis Suárez o baraja hacerlo estos días por la enésima lesión de Dembélé.

Sirva este dato que ha salido recientemente a la luz: desde la llegada de Josep María Bartomeu a la presidencia se han fichado 46 jugadores para el segundo equipo del Barça y ninguno ha acabado valiendo para el primero. Podríamos hablar también de fichajes como los de Coutinho y el mencionado Dembélé (280 millones entre los dos), pero son demasiado evidentes. Por no hablar de lo sucedido con el estrambótico cambio de entrenador o las meteduras de pata de la dirección deportiva y más concretamente de su máximo responsable, Éric Abidal. "Ya nos tiran bastante mierda desde fuera como para tirarnos mierda entre nosotros", dijo Jordi Alba tras la eliminación copera en Bilbao. Pues sí, se la tiran entre ellos, y más incluso que desde fuera.

placeholder Josep Maria Bartomeu y Leo Messi, tras la última renovación del argentino con el Barça. (Reuters)
Josep Maria Bartomeu y Leo Messi, tras la última renovación del argentino con el Barça. (Reuters)

Nervios por la situación de Messi

Los nervios empiezan a aflorar en Can Barça, hasta el punto de que ya se pone en duda la continuidad de Messi. El argentino finaliza contrato en junio de 2021, pero puede comenzar a plantear su salida este mes de junio, previo aviso al club en mayo. Sin embargo, la cuestión es mucho más profunda. Se trata de entender a qué jugaba el Barça, algo que muchos siguen, no sin entender, sino algo aún peor, sin la intención de entender. Guardiola llevó al equipo azulgrana —y por extensión a la Selección española— a vivir los mejores años de su historia y convertirse en un referente mundial. Setién disfrutó como pocos viendo a aquel equipo, pero poco o nada queda de él. Para intentar recuperar el tiempo perdido necesita precisamente un tiempo que no tiene.

Sé que es fácil decirlo desde fuera y que el 99% de los entrenadores habría hecho lo mismo que él, pero Quique debería haber pensado por qué Xavi Hernández había rechazado la oferta de coger a este Barça. Puede que lo hiciera, pero le dio igual. Y ese es el gran error. No de Setién, quien está cumpliendo un sueño que, eso sí, puede acabar en pesadilla si el equipo catalán no levanta ningún título esta temporada, algo que al menos hacía con Valverde. El error, uno más, fue de los dirigentes del club catalán, que no saben lo que quieren o directamente no quieren saber.

Que Setién dijera tras caer eliminado de la Copa en Bilbao "nos vamos de esta competición, es doloroso, pero la imagen del equipo ha sido muy buena. Todo ha ido bien hoy salvo el resultado y el no continuar. Estoy bastante satisfecho" demuestra que no sabe dónde está o, mejor dicho, dónde se ha metido. Insisto, es normal que al cántabro la llamada del FC Barcelona le sonara a gloria y no dudara un segundo en aceptar la oferta. Lo reconoció en su puesta de largo en el Camp Nou: "Ayer estaba paseando al lado de las vacas en mi pueblo y hoy estoy entrenando al Barcelona".

Quique Setién, que este domingo regresa al Benito Villamarín para enfrentarse a un Betis del que acabó saliendo por la puerta de atrás, se está dando un baño de cruda realidad. Y, sí, de estar tranquilamente con las vacas de Liencres, su pueblo, ha pasado a tener que lidiar con las vacas sagradas del Barça. Las mismas que acabaron agotando a Guardiola, quien destacó lo bien que juegan los equipos de Setién, le deseó suerte, pero no le dijo lo más importante: 'Quique, no sabes dónde te has metido...'.

La reflexión puede parecer ventajista después de que el FC Barcelona haya perdido el liderato de LaLiga y cayera eliminado de la Copa del Rey. Sin embargo, está escrito nada más conocerse el nombramiento de Quique Setién como sustituto de Ernesto Valverde: "Después de ofrecerle el puesto a Xavi, Valverde estaba sentenciado. Efectivamente, Setién se ajusta al estilo del Barça, pero la pregunta es si este Barça se ajusta al estilo del Barça". Evidentemente, fue una pregunta retórica. Es decir, no expresaba una duda o pedía una respuesta, y tampoco estaba basado en los resultados, sino en algo todavía más complejo: cómo lograrlos.

Leo Messi Josep Maria Bartomeu
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