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Peligro, Pep Guardiola al volante: ha roto cuatro coches valorados en 536.000 euros
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DESDE QUE HA LLEGADO A INGLATERRA

Peligro, Pep Guardiola al volante: ha roto cuatro coches valorados en 536.000 euros

El técnico catalán puede presumir de ser uno de los mejores entrenadores del mundo, aunque posiblemente no pueda decir lo mismo de sus capacidades al volante

Foto: Peligro, Guardiola al volante: ha roto cuatro coches valorados en 536.000€. (EFE)
Peligro, Guardiola al volante: ha roto cuatro coches valorados en 536.000€. (EFE)

Pep Guardiola tiene el honor de ser uno de los mejores entrenadores del mundo. El catalán entiende muy bien el juego y, a base de trabajo y psicología, es capaz de enseñar a sus pupilos los conceptos que quiere imprimir a su juego, hasta el punto de crear equipos que funcionen como un reloj. Lo bordó en el Barcelona, hizo un gran trabajo en el Bayern y, de momento, en el Manchester City sigue en la misma línea... pero tiene un punto débil: el coche... conducir no se le da bien.

En sus doce años que lleva como entrenador, suma en sus vitrinas un total de 28 títulos, donde destacan dos Champions League y ochos ligas en tres países diferentes -España, Alemania e Inglaterra-, con un dato que asusta: ha ganado ocho de las diez ligas en las que ha entrenado a primer nivel. Esa razón es la que ha llevado a muchos estudiosos a analizar la razón de su éxito, muchas veces explicado en libros donde se dan a conocer algunas anécdotas.

Foto: Premier league - manchester city v manchester united Opinión

Eso es precisamente lo que ha ocurrido con 'Pep's City: The Making of a Superteam', el último libro de Lu Martín y Pol Ballús en el que, principalmente, se analizan las claves de cómo Guardiola ha conseguido convertir al conjunto 'citizen' en un combinado completo capaz de luchar por todo. Pero, además, se cuentan numerosas anécdotas de su estancia en Mánchester, entre ellas, varia relacionadas con los vehículos que confirman que el volanta no es su fuerte.

"Guardiola tiene fama, desde su época en el Barcelona, de ser un conductor desafortunado", aseguran los autores en el libro. Según explican, el técnico catalán no es especialmente ducho al volante, siendo los retrovisores los principales damnificados a lo largo de su vida. Pero incluso van un paso más allá: Martín y Ballús confirman que, desde que Pep llegó a Inglaterra -esto es, el año 2016-, ha dañado cuatro vehículos cuyo valor supera el medio millón de euros.

Aunque entre ellos se encuentra alguno relativamente modesto, tres de ellos son de alta gama. Así, los cuatro coches que Guardiola ha destrozado son los siguientes:

- Mini Cooper, valorado en 35.000 euros.

- Mercedes GLE, valorado en 93.000 euros.

- Range Rover, valorado en 175.000 euros.

- Bentley Continental GT, valorado en 233.000 euros.

placeholder Guardiola, durante un partido con el Manchester City. (Reuters)
Guardiola, durante un partido con el Manchester City. (Reuters)

Todos ellos han sufrido algún tipo de avería que ha provocado que tengan que pasar una temporada en el taller. Según cuentan los autores, tres de ellos han sufrido algún tipo de accidente, siendo el más grave de todos el del Bentley, un vehículo de color plateado que algunas fuentes citadas en medios británicos aseguran que acabó destrozado. Aunque no en todos los casos los vehículos, valorados en 536.000 euros en total, sufrieron daños por sufrir un impacto.

En muchos casos, los despistes han tenido un papel crucial a la hora de tener problemas con los coches. Eso es lo que le ocurrió con su Range Rover, un vehículo cuyo depósito llenó de gasolina y dejó de funcionar solo unos kilómetros después... cuando se dio cuenta de que el combustible que utilizaba su nuevo coche era el diésel. Guardiola, un entrenador que sabe manejar clubes de primer nivel, pero al que le cuesta hacer lo propio con sus propios automóviles.

Pep Guardiola tiene el honor de ser uno de los mejores entrenadores del mundo. El catalán entiende muy bien el juego y, a base de trabajo y psicología, es capaz de enseñar a sus pupilos los conceptos que quiere imprimir a su juego, hasta el punto de crear equipos que funcionen como un reloj. Lo bordó en el Barcelona, hizo un gran trabajo en el Bayern y, de momento, en el Manchester City sigue en la misma línea... pero tiene un punto débil: el coche... conducir no se le da bien.

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