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La 'caza' a Gareth Bale, el niño de la T4 y su reflexión para pensar más allá del fútbol
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el galés no vio el final del leganés

La 'caza' a Gareth Bale, el niño de la T4 y su reflexión para pensar más allá del fútbol

De toda la persecución a Bale, en el Real Madrid solo pueden estar preocupados por un detalle. El de que el galés no se parara con el niño de la T4 que le pidió una foto

Foto: Gareth Bale protesta durante el partido entre el Real Madrid y el Granada en el Bernabéu. (Efe)
Gareth Bale protesta durante el partido entre el Real Madrid y el Granada en el Bernabéu. (Efe)

En los últimos tres días se han visto escenas de Gareth Bale en las que parecía un fugado. Los reporteros han hecho un excelente trabajo en la ‘caza’ del galés (no confundir con cacería). La noticia estaba en Bale, el ocultismo de su lesión y el misterio de su viaje a Londres. A Bale le han ‘cazado’ (los reporteros de ‘El Chiringuito’) viajando el lunes a Londres después de dormir el domingo en la Ciudad Deportiva de Valdebebas, llegando el martes por la mañana a la oficina de su representante (Jonathan Barnett), saliendo por la tarde de la T4 del aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez, solo, con los cascos del móvil para no atender a la prensa y rechazando la petición de un niño y su madre de pararse a firmar un autógrafo o hacerse una fotografía. La última imagen es comprobar que se sigue marchando de los partidos del Santiago Bernabéu antes de que pite el final el árbitro.

Gareth Bale se perdió el gol de Luka Jovic (el primero del serbio en el Real Madrid, el quinto al Leganés). Abandonó el estadio en el minuto 82 y ahí estaban los reporteros para contarlo. Cazado. No incumplió el reglamento que deja como margen los últimos diez minutos para poder salir del Bernabéu y así evitar las aglomeraciones. Bale apuró. Al límite. No habrá multa. Tiene dos minutos de margen. Lo que no tuvo fue el interés de comprobar cómo terminaba la goleada al Leganés. Estos son los detalles que hacen daño al galés. Irse antes de tiempo y no bajar después de los partidos al vestuario para hacer equipo. Igual que llega de los últimos a los entrenamientos y se marcha el primero. Es el Gareth Bale desconectado. El que vive en su burbuja y deja una reflexión, en ’The Telegraph’, preocupante: “Estoy en un momento de mi carrera que necesito pensar en más cosas que no sean fútbol”.

De toda la persecución a Bale en estos tres días, en el Real Madrid solo pueden estar preocupados por un detalle. El de que el galés no se parara, a vista de todas las cámaras que le hacían un férreo marcaje, con el niño de la T4. El resto entra dentro de lo normal en una situación de ‘fuga’. Bale tiene el derecho de no hacer declaraciones a los reporteros ni en la salida ni la llegada al aeropuerto de Madrid. Tampoco en las puertas de las oficinas del poderoso agente Jonathan Barnett en Londres. Y menos cuando lleva prisas para salir ocho minutos antes del partido contra el Leganés. Pero ese niño y su madre en la T4 que se encuentran a una estrella del Real Madrid y le reclaman su atención...

El guion está escrito

Puestos ya en el pellejo de Bale (para los que defienden que sufre una cacería) se puede pensar que al galés se le atosiga y sufre un maltrato de la prensa. “Es un buen chico”, repiten los que le conocen y conviven con el club. Es tan respetable como la opinión que tiene Zidane sobre el galés. Cuando le toca dar la cara por él lo hace con poca pasión. Hasta cuando le preguntan si tenía permiso para irse antes de tiempo en el partido contra el Leganés. ZZ no quiere más líos. Está desgastado con el asunto de Bale.

No es, precisamente, el prototipo de jugador del técnico francés cuando pide compromiso, sacrificio y pasión. Hace mucho tiempo que a Zidane no le sirven solo los futbolistas que tienen talento. Quiere algo más. Trabajo, sufrimiento y generosidad. A Bale lo descartó de finales de Champions y otras citas claves en detrimento de Isco, Marco Asensio y Lucas Vázquez. El guion que sigue el entrenador está escrito. Si no pudo convencer en su día al galés de ser el profesional que exige tampoco lo va a hacer ahora y prepara, a fuego rápido, al que empezará a firmar autógrafos y hacerse fotos con los niños: Rodrygo Goes. El chico brasileño que lleva una vida sencilla, centrado y enfocada a triunfar en el Real Madrid.

En los últimos tres días se han visto escenas de Gareth Bale en las que parecía un fugado. Los reporteros han hecho un excelente trabajo en la ‘caza’ del galés (no confundir con cacería). La noticia estaba en Bale, el ocultismo de su lesión y el misterio de su viaje a Londres. A Bale le han ‘cazado’ (los reporteros de ‘El Chiringuito’) viajando el lunes a Londres después de dormir el domingo en la Ciudad Deportiva de Valdebebas, llegando el martes por la mañana a la oficina de su representante (Jonathan Barnett), saliendo por la tarde de la T4 del aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez, solo, con los cascos del móvil para no atender a la prensa y rechazando la petición de un niño y su madre de pararse a firmar un autógrafo o hacerse una fotografía. La última imagen es comprobar que se sigue marchando de los partidos del Santiago Bernabéu antes de que pite el final el árbitro.

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