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Cómo Florentino mira de reojo a los descartes de Zidane en el Real Madrid
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Cómo Florentino mira de reojo a los descartes de Zidane en el Real Madrid

El presidente vigilará el devenir de Ceballos y Reguilón en sus nuevos equipos. Al presidente no le gustó que el técnico francés prescindiera de dos jugadores que son de su completo agrado

Foto: Reguilón celebra un gol, de Nolito con la camiseta del Sevilla. (EFE)
Reguilón celebra un gol, de Nolito con la camiseta del Sevilla. (EFE)

Concluido el mercado de fichajes, el escenario que queda en el Real Madrid es inquietante. Preocupa en lo deportivo la revolución inacabada de un Zinedine Zidane que ha terminado frustrado pese a las incorporaciones de Hazard, Jovic, Militao, Rodrygo o Mendy. La imposibilidad de cerrar el fichaje de Pogba ha dejado en el francés la sensación amarga de que no se ha concluido la reforma. Y su insistencia en cerrar la llegada del centrocampista del Manchester United ha dejado en mal lugar a un Real Madrid que tenía abiertas varias alternativas interesantes.

Florentino Pérez, que también está siendo señalado por una parte de la afición, se ha resignado este verano a cumplir los deseos de Zizou dejando en el aire fichajes que él habría cerrado por iniciativa propia. Llegó a acuerdos con Christian Eriksen y con Donny Van de Beek, pero no los rubricó con Tottenham y Ajax ante la indolencia de Zidane. Y lo más importante, dejó salir a jugadores que nunca se habrían marchado de no haber cedido la planificación al entrenador.

Precisamente este último punto es el que ha producido el mayor desgaste en la relación entre el entrenador y el presidente. La salida de Dani Ceballos después de proclamarse campeón de Europa Sub-21 provocó fricción entre Zidane y Pérez. El entrenador advirtió que el sevillano seguía sin ser indispensable en sus planes mientras el jugador dejaba un mensaje inequívoco en televisión tras ganar el título: "Este año quiero ser un jugador importante y jugar 40 partidos adonde esté". Una declaración de guerra a Zidane que obligó a Florentino a tirar la toalla y mandar cedido a Ceballos al Arsenal. Sin embargo, el presidente se la apuntó a Zizou.

placeholder Dani Ceballos, durante la concentración de la Selección. (EFE)
Dani Ceballos, durante la concentración de la Selección. (EFE)

La fe en Reguilón

La otra decisión que ha escocido mucho al presidente ha sido la marcha de Sergio Reguilón. Otro jugador de la casa en el que Florentino tenía puestas muchas expectativas como complemento de Marcelo. Un jugador que ya se asomaba a la Sub-21 y que venía a ser el Carvajal zurdo que ahorraba una millonada al club con su desembarco en la primera plantilla. Pero Zidane, una vez más, no pensaba igual.

Como ocurrió con el resto de jóvenes, Reguilón terminó siguiendo el mismo camino que Ceballos, Rodrygo, Odegaard, Kubo o Raúl de Tomás. El problema es que las sospechas de Pérez se han confirmado en las primeras jornadas de Liga y Reguilón ha explotado demostrando que es un lateral con mucho futuro y un gran presente. El carrilero del Sevilla incluso anotó un gol ante el Espanyol, lo que ofreció a Florentino otro argumento para cargar en el debe de Zidane.

Según se comenta en los despachos del Bernabéu, a Pérez no le hizo ninguna gracia gastarse 48 millones de euros (más cinco en variables) en el fichaje de Mendy mientras Lopetegui rescataba a Reguilón para su ilusionante Sevilla. Pero ante la tenacidad de Zidane, convertida en terquedad, el presidente decidió dar un paso al lado y puso en manos del entrenador la planificación. Una decisión que esconde una maniobra táctica del máximo dirigente blanco.

placeholder Florentino Pérez, con Zidane en rueda de prensa. (EFE)
Florentino Pérez, con Zidane en rueda de prensa. (EFE)

Anotaciones en el debe

Florentino ha colocado a Zidane en el foco y serán los resultados los que decidan si sus decisiones han sido aceptadas o equivocadas. Por primera vez desde que preside el Real Madrid, Pérez se ha colocado de perfil en el tema de fichajes entregando al entrenador el poder. Para bien o para mal las cartas de Zidane están marcadas por los resultados del equipo. De su equipo. Todos menos Pogba.

Después de fichar a cinco jugadores, de los que solo Hazard parece capaz de encajar en la columna vertebral del equipo, la imagen de Zidane ha llegado al final del mercado desgastada. Deteriorada incluso para un madridismo que esperaba salidas más sonadas como las de Bale o James, que se han hecho fuerte y no ha aceptado salir del Real Madrid.

En los próximos cuatro meses Zidane no solo tendrá que justificar su política de fichajes dando relevancia a los jugadores contratados. Además Florentino vigila de reojo el rendimiento de futbolistas como Ceballos o Reguilón. Todos los méritos que acumulen estos en sus equipos contarán como deméritos en el balance de Zidane porque Pérez, en su papel de director deportivo, insistió al entrenador para que se replantease la salida de los dos internacionales Sub-21. Pero Zizou quiere morir con los suyos, aunque alguno de ellos como Keylor Navas, viese sorprendido como el francés se plegaba al deseo del presidente de alinear a Thibaut Courtois. Zidane se ha quedado solo. Florentino ya no está detrás. Hace semanas que dio un paso al lado.

Concluido el mercado de fichajes, el escenario que queda en el Real Madrid es inquietante. Preocupa en lo deportivo la revolución inacabada de un Zinedine Zidane que ha terminado frustrado pese a las incorporaciones de Hazard, Jovic, Militao, Rodrygo o Mendy. La imposibilidad de cerrar el fichaje de Pogba ha dejado en el francés la sensación amarga de que no se ha concluido la reforma. Y su insistencia en cerrar la llegada del centrocampista del Manchester United ha dejado en mal lugar a un Real Madrid que tenía abiertas varias alternativas interesantes.

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