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El Mourinho más irreconocible reconoce errores para ofrecerse al Real Madrid
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el cambio del portugués

El Mourinho más irreconocible reconoce errores para ofrecerse al Real Madrid

¿Sinceridad o estrategia? Mourinho atiende a un periodista español en Londres para reconocer que entrenar al Real Madrid es una experiencia única y asume sus fallos

Foto: José Mourinho se encuentra en Londres. (EFE)
José Mourinho se encuentra en Londres. (EFE)

Siguen sonando las campanas de Mourinho y el Real Madrid. El portugués ha comenzado su ‘campaña electoral’ para convencer a Florentino Pérez. Está como loco por entrenar, no se va a tomar un año sabático y si es el Real Madrid pondrá de su parte para asegurar que ya no es la misma persona que protagonizó diferentes capítulos polémicos —con entrenadores rivales, en la sala de prensa, con jugadores…—. La última escena del mediático entrenador portugués tiene un componente muy diferente al que se conocía. Un Mourinho tranquilo, cercano, reflexivo y pausado se ha parado para hablar con un periodista español mientras paseaba por las calles de Londres. Las declaraciones no tienen desperdicio porque —según comenta en Cuatro— reconoce los errores que pudo cometer en su etapa como técnico madridista. La forma en que lo dice, el tono reflexivo y lo receptivo hacen pensar que necesita enviar un mensaje a Florentino Pérez.

Es inteligente. Consciente de que lo que pueda decir provoca una enorme repercusión y que todavía tiene muchos fieles entre la afición del Real Madrid. Incluso dentro del propio club, porque ahí están Arbeloa y Xabi Alonso, entre algunos de los que le recibirían con los brazos abiertos. Las últimas declaraciones de Mourinho darán que hablar. “Guardo un recuerdo fantástico del Real Madrid y fue una experiencia única. Yo también he cometido mis errores. Pero he mejorado mucho como entrenador y persona. Estoy tranquilo”, dice con una serenidad pasmosa.

Foto: Reguilón es sujetado por Sergi Roberto y Piqué en un lance del partido de Liga. (EFE)

Es un Mourinho irreconocible por estar alejado de la versión y el perfil de una persona borde, antipática y provocadora. Un tipo que no deja indiferente con sus formas y opiniones y con ese punto canalla que aprecian sus fans. Estamos ante un entrenador en paro que quiere demostrar que tiene iusión y no está acabado. Una personalidad humilde y sencilla. Conciliador. Receptivo, demasiado receptivo a que el Real Madrid le dé una segunda oportunidad. La predisposición es total a la espera de lo que suceda en el banquillo del Madrid con Solari. Pero en estas mismas declaraciones deja claro que respeta al actual entrenador y las decisiones que tenga que tomar Florentino: “Me preguntaron que qué jugadores debería comprar y yo dije que eso es para Solari y el presidente. No para mí”. Matiza y apostilla, para demostrar que sus palabras en otros medios cuando le han preguntado por una posible vuelta al Madrid se han malinterpretado.

placeholder Mourinho aplaude en Old Trafford. (Efe)
Mourinho aplaude en Old Trafford. (Efe)

¿Sinceridad o estrategia?

Estamos ante un Mourinho con cara de bueno, de no haber roto un plato, amable y generoso. Con autocrítica cuando se refiere a sus errores. Puede ser una estrategia o directamente un cambio que nadie podía imaginarse en un técnico que siempre ha destacado por tener un perfil alto y un tono elevado. Incluso agresivo e hiriente. Pero Mourinho quiere entrenar y no se cierra la puerta del Real Madrid por si acaso le da a Florentino por iniciar un 'casting' de sustitutos de Solari.

El escenario sería bien diferente al que se vivió en mayo de 2010 cuando Mourinho abandonó —nada más proclamarse campeón de Europa con el Inter de Milán en el Bernabéu— el estadio para subirse en el coche de Florentino Pérez y terminar de firmar su fichaje. Ahora es Mourinho el que se ofrece a Florentino y no al revés. Ahora es el entrenador portugués el que tiene que pasar por todas o casi todas las exigencias del presidente del club blanco si quiere regresar al banquillo madridista.

Tiene detractores y gente a favor. Los que no ven el fichaje argumentan que es un entrenador con el librillo anticuado y un generador de conflictos y tensiones. Mourinho se encarga de lavar su imagen y solo le falta pedir perdón. “Trabajar en el Real Madrid es una experiencia única y diferente al resto de equipos en los que he estado. Hicimos cosas fantásticas y ganamos una Liga de modo único” es una declaración de intenciones que suena a ofrecimiento.

Siguen sonando las campanas de Mourinho y el Real Madrid. El portugués ha comenzado su ‘campaña electoral’ para convencer a Florentino Pérez. Está como loco por entrenar, no se va a tomar un año sabático y si es el Real Madrid pondrá de su parte para asegurar que ya no es la misma persona que protagonizó diferentes capítulos polémicos —con entrenadores rivales, en la sala de prensa, con jugadores…—. La última escena del mediático entrenador portugués tiene un componente muy diferente al que se conocía. Un Mourinho tranquilo, cercano, reflexivo y pausado se ha parado para hablar con un periodista español mientras paseaba por las calles de Londres. Las declaraciones no tienen desperdicio porque —según comenta en Cuatro— reconoce los errores que pudo cometer en su etapa como técnico madridista. La forma en que lo dice, el tono reflexivo y lo receptivo hacen pensar que necesita enviar un mensaje a Florentino Pérez.

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