Por qué Reguilón llamó "pulga" a Messi y "conejo" a Luis Suárez
El canterano, que salió llorando tras la eliminatoria de Copa del Rey, se encaró con las dos grandes estrellas del Barcelona que intentaron hacerle rabiar, un gesto bien recibido por la afición blanca
Las imágenes de Sergio Reguilón llamando “conejo” a Luis Suárez y “pulga” a Messi -emitidas por Vamos- ponen al canterano del Real Madrid en un nuevo escenario. Para los madridistas es un motivo de orgullo (que un joven se atreviera a encararse con las dos estrellas del Barcelona) y el resto las puede interpretar como una falta de respeto de alguien que acaba de llegar a la élite del fútbol. La explicación que dan en el Real Madrid es que el uruguayo y el argentino fueron a provocar y humillar a Reguilón. La reacción del joven lateral izquierdo fue la de no amedrentarse y plantarles cara.
Luis Suárez se mofó de Reguilón haciendo un gesto con las manos con el que le llamaba llorón y Messi le soltó la mano en la cara durante un lance del partido. Reguilón entró en el pique con los dos futbolistas azulgranas y respondió con dureza. Con Luis Suárez se enganchó. Hubo cruce de insultos y palmadas del delantero del Barça en el cuello del canterano blanco. Reguilón respondió llamándole “feo” y “conejo”.
Un pique o amago de trifulca que sorprendió por ver cómo Reguilón no se amedrentó ante dos jugadores experimentados y conocedores de cómo y dónde podían hacerle daño. Una de las imágenes del Clásico de Copa fue ver cómo Sergio Reguilón abandonó el césped del Bernabéu llorando por el 0-3 y la eliminación en la competición copera. Ese partido fue un duro golpe para el joven futbolista. Luis Suárez, en el segundo Clásico, le recordó con un feo gesto esas lágrimas.
Siempre da la cara
Reguilón ha jugado los dos últimos Clásicos y ha sido en ambos el más destacado junto con Vinícius –el brasileño también le reprochó a Piqué unos gestos a la grada del Bernabéu– y las paradas de Courtois. El joven lateral izquierdo ha demostrado, como el brasileño, que tiene descaro y personalidad. Pese a su inexperiencia no se ha escondido ni le ha venido grande ninguno de los duelos contra el Barcelona. Ha estado a la altura. Ha dado la cara y no desentonó en un puesto que le ha confiado Solari en detrimento de Marcelo. Reguilón está a un nivel físico alto y actuaciones como las del Clásico, pese a las derrotas, confirman que no le puede la presión y con actitud y mucho trabajo se ha ganado por méritos propios el puesto en el once.
Un jugador del que destacan que entrena con mucho sacrificio, que es humilde y que no se achanta. La prueba es que esta temporada también tuvo un roce con Sergio Ramos en un balón dividido durante un entrenamiento con Lopetegui. El capitán perdió los nervios y le dio un balonazo. Un calentón que quedó en nada después de que Ramos reconociera su error y le pidiera disculpas.
Ver ahora a Reguilón encararse a Luis Suárez y Messi confirma que el chaval tiene amor propio y le duelen las derrotas contra el máximo rival. Contrasta su actitud con la de Bale. El galés estuvo ausente en el partido del pasado sábado, desaprovechó la oportunidad que le dio el entrenador en el once, cuando el equipo necesita recuperar el gol y se marchó pitado por el público en el cambio. Solari tiene que decidir si mantiene a Reguilón para la ‘final’ contra el Ajax después de jugar los dos Clásicos o meter a Marcelo que no ha disputado ni un solo minuto.
Las imágenes de Sergio Reguilón llamando “conejo” a Luis Suárez y “pulga” a Messi -emitidas por Vamos- ponen al canterano del Real Madrid en un nuevo escenario. Para los madridistas es un motivo de orgullo (que un joven se atreviera a encararse con las dos estrellas del Barcelona) y el resto las puede interpretar como una falta de respeto de alguien que acaba de llegar a la élite del fútbol. La explicación que dan en el Real Madrid es que el uruguayo y el argentino fueron a provocar y humillar a Reguilón. La reacción del joven lateral izquierdo fue la de no amedrentarse y plantarles cara.
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