Dembélé, el héroe de la Supercopa por el que el Barcelona puede hacer caja
Ousmane Dembélé le dio la victoria al Barcelona en la Supercopa con un gran gol, pero su continuidad no está asegurada. Valverde quiere que siga, pero el club puede hacer caja con él
Ousmane Dembélé no tiene garantizada su continuidad en el FC Barcelona. El PSG está llamando a su puerta y el club azulgrana estaba ronroneando a ver si la apuesta subía después de haber pagado por el francés hace solo un año 105 millones más 40 en variables. La cuestión es que Valverde sí que confía en el jugador. En su primera rueda de prensa, el técnico expresó su disgusto por la venta de Paulinho y se desligó por completo del fichaje de Malcom (que se quedó en la grada de Tánger), a la vez que calificó a Dembélé como “un jugador extraordinario”. El sábado, en la previa de la Supercopa, el Txingurri echó balones fuera cuando le preguntaron por él, consciente de que no podía asegurar que iba a seguir, pero ante el Sevilla no dudó, lo alineó en el once titular y le mandó el mensaje: yo creo en ti. Y el francés le respondió.
Dembélé marcó un gran gol desde fuera del área en el minuto 78, un zapatazo con la derecha que se coló por la escuadra de Vaclik, y miró hacia el banquillo, sonriendo. Su tanto, junto a la notable actuación de Ter Stegen, que paró un disparo a Sarabia en el minuto 42 y evitó la prórroga deteniendo a Ben Yedder un penalti en el minuto 90, fue la clave para que el Barça ganara el primer título de la temporada. El francés ha demostrado que se quiere quedar, pero solo lo hará si el club no le abre la puerta, cosa que está por ver. A su favor tiene al entrenador, que no es poca cosa, pero la entidad tiene que decidirse: o apuesta definitivamente por un futbolista de 21 años por el que desembolsó un dineral o decide hacer caja.
La primera temporada del francés estuvo marcada por la grave lesión que se produjo en Getafe, una rotura del tendón del bíceps femoral del muslo izquierdo que le obligó a pasar por el quirófano y a estar cuatro meses de baja. Recién llegado, retraído y sin estar en la dinámica diaria con el grupo, se encerró aún más en sí mismo y cuando regresó era un elemento extraño. Además, ciertos hábitos hicieron que se dudara aún más de él. Despidió por ejemplo a un cocinero que le había contratado el club porque se sentía vigilado. En el Mundial no le fue mucho mejor, porque solo jugó el primer partido con Francia y a su vuelta se ha encontrado con el Barça pensando si le vendía o no. La titularidad, el voto de confianza de Valverde y el gol en la Supercopa pueden ser determinantes para que siga y explote definitivamente en su segunda temporada como azulgrana.
Messi ya es historia
Leo Messi, que tuvo una buena actuación en Tánger —fue él quien lanzó la falta que pegó en el poste y cuyo rechace aprovechó Piqué para marcar el primer gol—, recogió su primer trofeo como capitán del Barça. El argentino ya es historia del Barça porque se ha convertido después de 13 años en el club en el futbolista que más títulos ha ganado con la camiseta azulgrana, 33. Hasta ahora estaba empatado con Iniesta, que marcó el sábado un golazo en Japón, pero ya marcha solo: nueve Ligas, cuatro Champions, ocho Supercopas de España, tres de Europa, seis Copas del Rey y tres Mundiales de club. Casi nada. Y lo que presumiblemente le queda. Será difícil que alguien logre pillarle, porque él ha sido clave en la consecución de todos los títulos.
No parecía que Messi estuviera jugando su primer partido en Marruecos. Buscó y encontró espacios, se movió entre líneas y conectó con Dembélé. También lo intentó con Luis Suárez, pero al uruguayo sí que se le notaba que estaba recién llegado de vacaciones y alejado aún de su mejor forma.
Por otra parte, de los nuevos fichajes, Arthur (que fue sustituido en el minuto 52 por Coutinho) y Lenglet fueron los únicos titulares, mientras que Malcom se quedó fuera de la convocatoria y tiene trabajo por delante para convencer a Valverde. El joven Riqui Puig, que tanto agradó en la gira de Estados Unidos, fue otro de los descartes junto a Paco Alcácer, en lo que es toda una declaración de intenciones por parte del técnico. Aún tiene tiempo el valenciano de encontrar una salida. Y que Cillessen se quedara en el banquillo también se puede interpretar como una señal de que su salida puede estar al caer. Sobre todo, porque el portero ya ha dicho que quiere minutos y a las primeras de cambio después de disputar los tres encuentros de la gira fue suplente en el primer partido oficial de la temporada.
Ousmane Dembélé no tiene garantizada su continuidad en el FC Barcelona. El PSG está llamando a su puerta y el club azulgrana estaba ronroneando a ver si la apuesta subía después de haber pagado por el francés hace solo un año 105 millones más 40 en variables. La cuestión es que Valverde sí que confía en el jugador. En su primera rueda de prensa, el técnico expresó su disgusto por la venta de Paulinho y se desligó por completo del fichaje de Malcom (que se quedó en la grada de Tánger), a la vez que calificó a Dembélé como “un jugador extraordinario”. El sábado, en la previa de la Supercopa, el Txingurri echó balones fuera cuando le preguntaron por él, consciente de que no podía asegurar que iba a seguir, pero ante el Sevilla no dudó, lo alineó en el once titular y le mandó el mensaje: yo creo en ti. Y el francés le respondió.