El cambio de rumbo en el Atlético, con Vrsaljko, que deja en la puerta a Juanfran

Cuando se aproxima la ventana de traspasos invernal, los rumores se reproducen, tanto los ciertos como los infundados. En el Atlético de Madrid se produjeron tanto entradas como salidas. Para que pudieran caber Diego Costa y Vitolo han tenido que marcharse Luciano Vietto y Augusto Fernández. La marcha del centrocampista a la liga china se produjo justo al final, con el mercado echando el cierre, pero pudo no ser necesaria porque unas cuantas semanas antes, el que estaba a punto de firmar con un nuevo club era Sime Vrsaljko. Una vez acabado el plazo para cambiar futbolistas, el Atlético ha cambiado de rumbo: ha renovado al lateral croata hasta la temporada 2022 y deja en la puerta de salida a Juanfran.

Vrsaljko estaba prácticamente descartado por Simeone cuando, de repente, empezó a jugar con regularidad. Tal era la situación del exjugador del Sassuolo que su representante se movía por la Serie A buscándole un equipo puntero que tuviera sitio para él. Y se lo encontró, porque Aurelio de Laurentiis estaba dispuesto a pagar unos 20 millones de euros por el jugador para llevárselo al Nápoles. Vrsaljko estaba interesado, significaba volver a Italia, donde dio un sensacional rendimiento que le puso en el mapa mundi futbolístico, a un candidato al título y, probablemente, con la vitola de titular que en año y medio no había ni olido en el club colchonero. Al Atlético le suponía recuperar la inversión más una plusvalía y así, reforzar una caja bastante vacía tras los ingentes desembolsos en Costa y Vitolo... además de los gastos del estadio nuevo.

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Juanfran era por entonces titular, como lo había sido desde que el Cholo cogiera al equipo y se lo encontrase ahí, en el lateral, en vez de en el extremo, por obra y gracia de Goyo Manzano, creador del Juanfran actual y que le consiguió, con ese cambio de posición, un lugar en la selección. Desde que el Atleti fichó a Vrsaljko, el lugar de Juanfran quedó en entredicho. La contratación en su día de Jesús Gámez en ningún caso supuso una competencia feroz, sino la obligada cobertura para el titular en caso de necesidad. De hecho, Gámez se marchó en cuanto pudo viendo el panorama. Pero Vrsaljko era otra cosa, era un lateral muy prometedor, indiscutible con Croacia y que llamaba la atención a toda Europa, era competencia real para un Juanfran que cumplía este enero 33 años.

En los partidos significativos, el rol de cada uno se mantenía como había venido siendo con anterioridad: Juanfran era el titular, Vrsaljko estaba en el banquillo o en la grada, en su defecto. Si el alicantino estaba en forma, jugaba, no había otra. Llegó el mes de diciembre de 2016 y Simeone cambió. El croata empezó a jugarlo prácticamente todo y Juanfran se planteaba su futuro lejos del once titular. Sin embargo, la lesión de rodilla de Sime rehizo las alineaciones y Juanfran recuperó el sitio perdido, hasta casi un año después.

A Vrsaljko le han acompañado los problemas físicos en su estancia en el Atlético y este año ha salpicado sus bajas con ausencias por decisión técnica durante la primera mitad de la temporada. Recuperó el sitio el 10 de diciembre contra el Real Betis y encadenó entonces seis partidos de liga consecutivos empezando como titular. Era justo lo contrario a lo esperado. Cuando tenía un pie fuera del club, con una buena oferta del Nápoles (y un interés también de la Juventus) y sin hueco en el once, Simeone volvió a confiar en él como hiciera el curso anterior. No es del todo extraño que justo antes de un mercado de fichajes se 'exhiba' a un jugador, dándole minutos en el escaparate para llamar la atención de posibles compradores. No fue así con el de Rijeka, la confianza de su entrenador era clara. Contaba con él para el puesto.

Por tanto, a su 'rival' por el lateral rojiblanco le han vuelto a entrar las dudas. Son sabidos ya sus desencuentros con el Cholo, con el que ya mantiene una relación profesional, nada más allá. Sabe que está en desventaja, compitiendo con un chaval de 26 años, que no tiene muchos años por delante a gran nivel y que jugar en el Atlético está cada día más caro, salvo para los capitanes, que tiene puesto de mando asegurado. Su contrato acaba en junio, por lo que ahora mismo puede marcharse a cualquier equipo sin que haya traspaso de por medio. Se han producido negociaciones para renovar entre club y jugador, pero no hay nada cerrado todavía. Ya lejos de los planes de Lopetegui para representar a España en el Mundial, a Juanfran le quedan dos opciones: o aceptar un rol secundario en el Atlético hasta que el cuerpo aguante o conseguir un último gran contrato en el fútbol exótico. La pelota ahora está en su tejado. El Atlético ya se ha cubierto las espaldas.