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Hope Solo quiere mandar en el fútbol de EEUU y dar así un empujón a las mujeres
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sería la primera presidenta de la historia

Hope Solo quiere mandar en el fútbol de EEUU y dar así un empujón a las mujeres

Se presenta a la presidencia de la federación americana después de una carrera con grandes éxitos y enormes controversias. También destaca Kathy Carter, ejecutiva durante más de 20 años

Foto: Hope Solo, con la selección. (EFE)
Hope Solo, con la selección. (EFE)

Es brutal el peso de los resultados en el fútbol. Deportivos, se entiende, o al menos así lo asumió Sunil Gulati antes de anunciar que no se presentaría a la reelección en la presidencia de la Federación de Fútbol de Estados Unidos. Porque lo económico y lo comercial está en su mejor momento, ha conseguido una liga estable y en expansión, las cifras empiezan a salir y el deporte, tantas veces minusvalorado en el país, crece. Pero perder contra Trinidad y Tobago y quedarse fuera del Mundial de Rusia era suficiente para echar abajo cualquier esperanza de seguir. El fútbol está por encima de todo y ahora se abre una carrera durísima por sucederle. Porque, además, hay pendiente una candidatura para organizar un campeonato del mundo en 2026, y eso llama la atención a cualquiera.

Eso ha llevado a un grupo bastante variopinto en el que aparecen un abogado de Boston llamado Steven Gans; tres exjugadores de la selección masculina como son Eric Wynalda, Paul Caligiuru o Kyle Martino; el vicepresidente de la federación actual, Carlos Cordeiro; Paul Lapointe, un hombre de negocios; y el abogado neoyorquino Mike Winogard. Junto a estos siete hombres, cada uno con sus argumentos, destacan sobremanera dos nombres de mujer: Kathy Carter y Hope Solo.

Foto: En la imagen, Hope Solo junto a Blatter. (Cordon Press)

Destacan, primero, por ser mujeres, aunque en el fútbol estadounidense esto igual no es tan llamativo. Porque el 'soccer' femenino tiene casi más tradición que el masculino, al contrario de lo que pasa en el resto del mundo. El equipo nacional ha sido tres veces campeón del mundo y también tiene cuatro oros olímpicos. Es, de hecho, uno de los grandes equipos de siempre. Una de las candidatas, Hope Solo, sabe bien de lo que se trata, pues ella misma ha sido la portera titular campeona en un Mundial y en dos oros olímpicos. Es, según muchas estimaciones, la mejor guardameta que jamás ha vestido la equipación yanqui.

También es alguien con historia, mucha historia por detrás. Se ha pasado los últimos meses lesionada, pero incluso sin jugar ella siempre tiene un hueco en los noticieros. Para bien o para mal, es una de las futbolistas más conocidas del mundo, sin duda alguna está entre las más carismáticas. La última vez que salió en los titulares fue para denunciar a Joseph Blatter por acoso sexual. "Me palpó el trasero. Fue en la entrega del Balón de Oro hace unos años, justo antes de subir al escenario. Es algo que se ha vulgarizado", explicaba en aquella ocasión Solo.

El anterior escándalo la tuvo seis meses fuera de los terrenos de juego por llamar "cobardes" a las jugadora suecas, que la acababan de dejar fuera de la lucha por las medallas en los Juegos Olímpicos de Río. "Hemos tenido mucho corazón, estoy muy orgullosa de mi equipo, porque hoy no ha ganado el mejor equipo, hemos jugado contra un atajo de cobardes", contó la portera. La federación del país, algo avergonzada, decidió meterla en la nevera y finalizar en la práctica su carrera deportiva. En ese torneo, además, vio como las gradas de los estadios gritaban "zika, zika" cada vez que atrapaba el balón. Ella había sido una de las deportistas más lenguaraces en la queja por el dichoso mosquito que tantos titulares ocupó antes de que se celebrase el evento.

Pero en realidad, se puede coger casi cualquier momento de la vida de Hope Solo para hacer una telenovela. Su biografía, publicada hace ya cinco años, cuenta una infancia desgraciada con un padre bordeando la delincuencia, incluso llega a decir que fue concebida en la cárcel. Además de su brillo como portera se ha visto arrestada en varias ocasiones, llegando a juicio incluso por lesiones a varios familiares, aunque fue exonerada en todos ellos. De hecho, el día de su boda llegó justo un día después de ser arrestada por un altercado en el que resultó herida y en el que también participó su marido.

Los múltiples escándalos de su carrera son tan llamativos como su propia actividad deportiva. Ha sido una portera excelente y una de las jugadoras más mediáticas que jamás ha disputado un partido. Su lista de patrocinios incluye a Nike, a Seiko, al Bank of America, a Gatorade, a Electronic Arts, a Western Union... algo que no se da con demasiada frecuencia en el campo del fútbol femenino. Es, además, una reconocida filántropa y ha ayudado en numerosas causas benéficas.

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Goalkeeper Hope Solo arrives with other members of the United States Women's National Soccer team for an event hosted by U.S. President Barack Obama to honor their victory in the 2015 FIFA Women's World Cup at the White House in Washington October 27, 2015. REUTERS/Kevin Lamarque

Una deporte de clases medias y altas

Se presentó la pasada semana con una muy larga carga escrita en su Facebook. En ella, de un modo muy 'american way of life' cuenta su infancia y lo difícil que era para su familia que ella pudiese jugar al fútbol, las estrecheces que vivían y las becas que no tuvo hasta conseguir su sueño. Lleva toda su vida ligada al deporte, recuerda. Ha conocido mucho y muy bien la federación, afirma.

Sorprende en su análisis, aunque en los Estados Unidos es algo muy preciso, la consideración del fútbol como un deporte de clases medias acomodadas. Entiende que se habla poco de igualdad y poco de diversidad y esos son algunos de los ejes sobre los que quiere hacer pivotar su campaña electoral, que es bastante complicada. Ya han empezado a salirle detractores que recuerdan que, aunque haya sido una excelente portera, no tiene la experiencia ejecutiva suficiente para acceder a un cargo que gestiona cientos de millones de dólares.

Ella no parece darse por aludida y vertebra su discurso en que ella es una ganadora, una palabra con muchas connotaciones en el país. Reclama igualdad de pago para las mujeres y explica que si es necesario en cualquier ámbito aún lo es más en el fútbol yanqui, donde ellas han tenido muchísimo más éxito que ellos. También cree que hay que poner más dinero en la cantera y promover políticas inclusivas, porque el futuro del juego en el país no puede depender de la predisposición de los padres a costear las carreras de sus hijos. Por último, y sin sorprender a nadie porque esto es 2017 y la palabra está de moda, promete transparencia. En ese sentido la Federación parece más o menos saneada después de estar en el ojo del huracán por la corrupción en la FIFA.

Foto: Las jugadoras danesas consiguieron igualdad en el salario. (Reuters)

Es improbable que Solo gane a candidatos mucho más asentados, aunque fuerza nunca le faltará a su candidatura. Es posible que ganase si los organismos deportivos fuesen una democracia abierta, porque su carisma es elevado, pero las federaciones se parecen más a un cónclave papal que a una votación real. Es poco probable que sea ella, pero sí que se puede dar que sea una mujer la que ocupe ese puesto, pues Kathy Carter aparece como una de las favoritas para el puesto.

Su currículum deportivo es escaso, aunque jugó en la liga universitaria. En eso Solo la aplasta, pero ella ha sido una de las personas más importantes en el fútbol estadounidense durante los últimos 20 años. Fue vicepresidenta de la liga (MLS) y directora comercial de la empresa que lleva las finanzas tanto de la liga como de la federación durante los últimos 15 años. Desde allí se convirtió en una de las más importantes colaboradoras del presidente saliente y aprobó una arquitectura económica para el deporte que, por lo que se ve, funciona.

Tanto Carter como Solo serían, además, las primeras en ser presidenta de la federación estadounidense y le darían a la FIFA un color que, ahora mismo, no tiene. La secretaria general, Fatma Samoura, ha dado un golpe a la barrera de género entre los dirigentes futbolísticos, que es un muro alto y ancho, muy duro, casi indestructible. Que una federación grande, potente, capaz de organizar un Mundial y cuya selección masculina normalmente se clasificará para las fases mundiales -sin contar con el brillo en la selección femenina- tuviese una presidenta mujer sería, en este sentido, un notable avance. Aunque las reuniones del Consejo seguirían siendo una abrumadora colección de corbatas.

Es brutal el peso de los resultados en el fútbol. Deportivos, se entiende, o al menos así lo asumió Sunil Gulati antes de anunciar que no se presentaría a la reelección en la presidencia de la Federación de Fútbol de Estados Unidos. Porque lo económico y lo comercial está en su mejor momento, ha conseguido una liga estable y en expansión, las cifras empiezan a salir y el deporte, tantas veces minusvalorado en el país, crece. Pero perder contra Trinidad y Tobago y quedarse fuera del Mundial de Rusia era suficiente para echar abajo cualquier esperanza de seguir. El fútbol está por encima de todo y ahora se abre una carrera durísima por sucederle. Porque, además, hay pendiente una candidatura para organizar un campeonato del mundo en 2026, y eso llama la atención a cualquiera.

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