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Enzo Zidane cumplió el sueño de su niñez antes de abandonar para siempre el Madrid
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SU PADRE LE HIZO DEBUTAR CON EL PRIMER EQUIPO

Enzo Zidane cumplió el sueño de su niñez antes de abandonar para siempre el Madrid

El hijo de Zizou debutó con el primer equipo esta pretemporada, pero su futuro está en otra parte. Tiene sobre la mesa una propuesta en firme del Middlesbrough de Karanka

Foto: Enzo Zidane, durante un partido en edad alevín (FOTO: David Ruiz)
Enzo Zidane, durante un partido en edad alevín (FOTO: David Ruiz)

“Estoy muy contento en el Real Madrid, disfruto muchísimo en el club. Me gusta mucho la ciudad, así que espero jugar aquí muchos años”. Los deseos expresados por un alevín de 12 años, de nombre Enzo Alan y apellido Zidane Fernández, el lejano día de abril de 2007 en el que conquistó, en el Municipal de Palamós, su primer título con la camiseta blanca tras superar al Barça en la final del prestigioso torneo MIC (Copa Internacional del Mediterráneo), se han cumplido sobradamente. Cuentan las malas lenguas que la figura de su padre, presente en el club de un modo u otro desde que colgara las botas en el verano de 2006, ha sido decisiva para que aquel niño que confesaba con un cierto deje francés (nació en Burdeos mientras Zizou militaba en el Girondins) y toda la inocencia del mundo que su papá le había enseñado “un par de truquitos, sobre todo la ruleta. Juego mucho con mi padre en casa. Va a verme cuando puede y me da consejos cuando hago algo mal, pero siempre me dice que sea yo mismo”, haya escalado en apenas dos temporadas del juvenil A merengue hasta el vigente campeón de Europa.

Su llamativa presencia, al igual que la de su hermano Luca (portero), entre los 12 integrantes de ‘La Fábrica’ que acaban de completar la gira por tierras americanas (Canadá y Estados Unidos) junto a los miembros de pleno derecho de la primera plantilla, ha servido para alimentar esas voces que hablan de trato de favor del entrenador francés para con sus dos vástagos mayores, y de las que se han hecho eco incluso en Alemania (el 'Frankfurter Allgemeine Zeitung' habló de 'enchufe' en un artículo este martes). Además de ese premio de la pretemporada, ya de por sí significativo, Zizou ha dado a Enzo también la oportunidad de disfrutar de sus primeros minutos al más alto nivel frente a dos enemigos de enorme calado: PSG (45 minutos) y Chelsea (21’). La igualdad que presidió el choque ante el Bayern en Nueva York, último de la gira blanca que concluyó el miércoles, impidió al internacional galo en categorías inferiores medirse cara a cara con los de Ancelotti.

Serio y tímido

Diestro como su padre, la manera de correr de este buen mediocampista central, algo desgarbada y con los brazos separados del cuerpo, le viene de familia. Su habitual gesto serio, tímido carácter, y esa tendencia a tirar amagues cada vez que se lo pide el cuerpo le delatan casi de inmediato, por más que el Real Madrid lleve más de una década tratando de camuflarlo usando su nombre de pila en la camiseta o el apellido de su madre cada vez que es nombrado por la megafonía del Alfredo Di Stéfano. Algo similar a lo que acontece con Luca, sin minutos en los Estados Unidos, Theo y Elyaz, sus otros hermanos, que también militan en el fútbol base merengue. Del mismo modo, el club ha cuidado con gran celo el roce de Enzo con los medios, que literalmente ha sido inexistente hasta la fecha. Esfuerzos todos ellos encaminados, sobre el papel, a quitar presión al joven canterano, un asiduo por otra parte en las sesiones de trabajo del primer equipo desde que su famoso padre suplió a Benítez con el arranque del nuevo año.

La meteórica ascensión en los banquillos de la Casa Blanca de Zidane padre ha coincidido con la de un Enzo que, tras finalizar su etapa juvenil a mediados de 2014, ha integrado sucesivamente las disciplinas del Real Madrid C, primero, y después la del Castilla, donde curiosamente recibió el bautismo de fuego de la mano de Zizou. Incluso en la última temporada llegó a lucir el brazalete de capitán en el segundo equipo, a las órdenes de Ramis desde enero, convirtiéndose en uno de los pilares de una escuadra que, por segundo año consecutivo, fracasó en su tentativa por retornar a la categoría de plata del fútbol español.

Rumbo a la Premier League

Con 21 años y sin opciones reales de hacerse un hueco en el vestuario junto a CR7, Ramos y compañía, pero al mismo tiempo con edad suficiente como para no despilfarrar por más tiempo su talento (que lo tiene) en la Segunda B, el enorme cable que le ha tendido su padre llevándolo a lucir palmito rodeado de la aureola y el ruido mediático que siempre envuelve al Real Madrid allí donde va, va a servir al mayor de los hermanos Fernández de indiscutible reclamo para encontrar un buen acomodo en alguna escuadra de cierto pelaje en la élite del balompié. Por lo pronto, el chaval ya tiene sobre la mesa una propuesta en firme del Middlesbrough de Karanka para jugar esta campaña en la Premier League, una competición que, sin ir más lejos, su padre nunca llegó a disputar durante sus muchas temporadas como profesional.

Sabe bien Enzo que, pese a su buen pie y ojo clínico para asistir a sus compañeros, está a mucha distancia de lo que llegó a significar su padre para el mundo del fútbol y, muy especialmente, para el Real Madrid, donde acaba de renovar sus votos de ídolo mayor ganando una nueva Copa de Europa, esta vez como máximo responsable técnico. Su inminente salida del club de Concha Espina tiene visos de ser definitiva, dado el altísimo nivel de volantes que acostumbra a tener en nómina el equipo blanco, pero al menos se marchará con el agradable regusto de haber jugado un par de bolos con todo un vigente campeón continental. Muchos canteranos han dejado el club sin poder decir aquello de “siempre me quedará Columbus y Michigan”.

“Estoy muy contento en el Real Madrid, disfruto muchísimo en el club. Me gusta mucho la ciudad, así que espero jugar aquí muchos años”. Los deseos expresados por un alevín de 12 años, de nombre Enzo Alan y apellido Zidane Fernández, el lejano día de abril de 2007 en el que conquistó, en el Municipal de Palamós, su primer título con la camiseta blanca tras superar al Barça en la final del prestigioso torneo MIC (Copa Internacional del Mediterráneo), se han cumplido sobradamente. Cuentan las malas lenguas que la figura de su padre, presente en el club de un modo u otro desde que colgara las botas en el verano de 2006, ha sido decisiva para que aquel niño que confesaba con un cierto deje francés (nació en Burdeos mientras Zizou militaba en el Girondins) y toda la inocencia del mundo que su papá le había enseñado “un par de truquitos, sobre todo la ruleta. Juego mucho con mi padre en casa. Va a verme cuando puede y me da consejos cuando hago algo mal, pero siempre me dice que sea yo mismo”, haya escalado en apenas dos temporadas del juvenil A merengue hasta el vigente campeón de Europa.

Zinédine Zidane Florentino Pérez
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