Nuno pierde el control del Valencia: ¿le buscará sustituto su amigo Mendes?
Con un vestuario que no cree en él y una afición que pide su destitución, está por ver si el agente portugués, el que ejerce de mánager deportivo en la sombra, empieza la búsqueda de un recambio
En el vestuario del Espanyol no se hablaba de otra cosa una vez terminado el partido. Sergio González y sus asistentes seguían alucinados. No entendieron la alineación de su rival. Aunque la aplaudieron. En un momento crítico, con el equipo en plena caída y una afición de uñas contra él, Nuno Espírito Santo diseñó un once que no dio la talla en el Cornellà-El Prat. Si en el rival produjo sorpresa el plan del portugués, lo mismo se puede decir de su propio equipo, con unos jugadores que han perdido la confianza en su entrenador. Un técnico que ya no controla a un grupo que nunca ha sabido ganarse.
Con el agua empezando a entrar a chorros en el interior del vestuario, decidió revolucionar el once en un partido clave para frenar la incipiente crisis. Y pasó que a Nuno Espírito Santo le dio un ataque de entrenador, con un catastrófico final. Derrota ante el Espanyol, pésima imagen del equipo y el hastag #nunoveteya quemando la red. La afición valencianista ha perdido definitivamente la paciencia con su técnico y sólo una racha de buenos resultados le mantendrá a flote. Este viernes aterriza en Mestalla el Granada, una final en toda regla para el señalado entrenador, que en su propia casa tuvo que aguantar el '¡Nuno vete ya!' hace unos días cuando su equipo no pudo con el Betis.
Sin director deportivo en la estructura del Valencia, han sido Nuno Espírito Santo y Jorge Mendes -representante y amigo del entrenador- los que confeccionaron la actual plantilla. Y por el momento el plan está fallando. ¿Buscará el agente un sustituto a su colega? El clima que se respira cada vez es más nocivo para la vida del club y Mestalla, como ha quedado demostrado en muchos momentos, tiene la fuerza suficiente para expulsar al más pintado. Sea quien sea…. Mendes ha sido el que ha ejercido de mánager deportivo sin tener cargo, convirtiendo el club en una excelente sucursal -la otra con sello español la tiene junto al río Manzanares- para hacer negocios. Uno detrás de otro. La masa social, obviamente, también le tiene bien marcado..
Un trío de amigos en apuros
El ambiente en el interior del vestuario no es el mejor. Los jugadores nunca han conectado con Nuno, que acabó la temporada pasada de pie gracias a los resultados, que no por el buen juego del equipo. El entrenador portugués no ha logrado cohesionar como es debido al colectivo, que en estos momentos habita dividido en diferentes grupos. Sin que las relaciones sean malas entre ellos, no existe la necesaria unión para tirar del carro a una, según se desliza desde el interior, y Espírito Santo no está siendo capaz de hacer ese trabajo. Los jugadores no le consideran un líder de verdad...
El nuevo dueño de la propiedad se enfrenta a su primer gran problema. Peter Lim adquirió un paquete mayoritario de acciones gracias a que Jorge Mendes le abrió de par en par las puertas del Valencia y a que Amadeo Salvo -presidente entonces- apostó por la candidatura del millonario de Singapur cuando llegó la hora de la verdad. Eran momentos en los que la masa social jaleaba la operación por su cercanía con el ya ex mandatario. Pero éste tuvo que abandonar el Valencia, junto a Rufete (mánager deportivo), cuando ambos fueron marginados y se quedaron como simples figuras decorativas.
La presión de una grada
Peter Lim mantiene una gran relación con Nuno Espírito Santo, por lo que el panorama que se le presenta al propietario no es nada sencillo. Como dueño del club, ha sido la persona que ha diseñado la actual estructura ejecutiva y el que dejó en manos del técnico y Mendes la confección de la plantilla. Y ésta, alumbrada a golpe de talonario, por el momento no carbura. El de Singapur y la presidenta que colocó para manejar el día a día, Lay Hoon Chan, ya empiezan a saber cómo funcionan las cosas en España y qué significa el Valencia para su fiel masa social. Una afición exigente donde las haya y que ejerce una enorme presión cuando percibe que algo está fallando. Una presión que está ahogando poco a poco a Nuno…
En la sala de prensa del estadio del Espanyol, Nuno Espírito Santo se agarró a determinados detalles para justificar la dura derrota sufrida. “Duele”, reconoció el técnico, explicando que “ahora hay que reflexionar, analizar bien lo sucedido, levantar al equipo y preparar el próximo partido”. “Cuando las cosas no salen hay que unirse todos para ser el equipo que queremos, uno ganador”, recalcó el portugués, apuntando sobre su relación con el grupo que “llevamos mucho tiempo juntos y tenemos la conciencia muy tranquila. La amistad que nos une está por encima. Nunca tengo dudas de mi trabajo ni del de los jugadores. Sólo juntos y unidos saldremos de esta situación”.
En el vestuario del Espanyol no se hablaba de otra cosa una vez terminado el partido. Sergio González y sus asistentes seguían alucinados. No entendieron la alineación de su rival. Aunque la aplaudieron. En un momento crítico, con el equipo en plena caída y una afición de uñas contra él, Nuno Espírito Santo diseñó un once que no dio la talla en el Cornellà-El Prat. Si en el rival produjo sorpresa el plan del portugués, lo mismo se puede decir de su propio equipo, con unos jugadores que han perdido la confianza en su entrenador. Un técnico que ya no controla a un grupo que nunca ha sabido ganarse.
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