Piqué no se ha planteado dejar España... aunque le revienten los tímpanos

Gerard Piqué no tiene ninguna intención de dejar la selección española. “Ni hablar”, fue la respuesta de fuentes próximas al jugador azulgrana a El Confidencial a la cuestión de si el jugador se estaba planteando abandonar después de los pitos que escuchó en León y, en menor medida, en Oviedo tras el último amistoso de la Roja. El jugador, mientras, prefiere mantenerse en silencio. No quiere hablar por ahora. Ya lo hacen otros por él y todos, desde el seleccionador, Vicente del Bosque, hasta sus compañeros, como Iniesta, Jordi Alba, Sergio Ramos y Casillas, que piden respeto para el central y recalcan su compromiso con España.

Hasta tal punto han hecho daño los silbidos que se han convertido en asunto de Estado, y ayer tanto el presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, como el propio ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, cerraron filas y mostraron su apoyo al catalán. Mientras, para evitar males mayores, y teniendo en cuenta que la relación entre la Federación y el Real Madrid no es la mejor, la RFEF anunció que el amistoso entre España e Inglaterra del próximo 13 de noviembre se jugará en Alicante y no en el Santiago Bernabéu como se había estudiado, que no cerrado.

Todas las miradas ayer en Macedonia, donde está concentrada y hoy juega la selección española, estaban centradas en Piqué. Él, mientras, sigue dando la callada por respuesta. Aseguran los más próximos al jugador que, lejos de hundirle, los pitos le están sirviendo de acicate. “Él es así”, contestan como argumento, de tal forma que en vez de que su estado de ánimo se haya venido abajo, la bronca le sirve de estímulo. No existe un solo deportista que no necesite un incentivo para dar lo mejor de sí. En algunos casos es llegar a la cima por primera vez, para alguien como Piqué, que ya lo ha ganado todo, es seguir rindiendo al máximo nivel en cada temporada.

Su incierto compromiso político

No es la primera vez que el jugador culé admite necesitar acicates para no dormirse. El verano pasado, al comienzo de la pretemporada sorprendió con sus declaraciones: “Ahora mismo no creo que sea el mejor central del mundo. Lo fui, pero las últimas temporadas ya no lo he sido. Tampoco hice un buen Mundial. Para jugar en el Barça tienes que ser el mejor o uno de los tres mejores. Creo que puedo volver a serlo y para ello trabajo”. La temporada terminó con el triplete y con Piqué siendo uno de los jugadores claves del equipo. Ahora, está digiriendo los silbidos de la misma manera, como un impulso extra para salir al terreno de juego y dar lo mejor de sí mismo. Por eso, ni se le ha pasado por la cabeza renunciar a la selección española. Y ni mucho menos ahora, en los meses previos para que se dispute la Eurocopa 2016 en Francia.

Del compromiso del catalán con la selección no se puede dudar. Ha pasado por todas las categorías inferiores y en Oviedo cumplió 70 partidos con la camiseta de España. Sobre su carácter especial, propenso a meterse en charcos, tampoco, pero como dijo ayer Sergio Ramos, “ahora no vamos a cambiar a Piqué”. Acerca de su compromiso político, sin embargo, persiste la incertidumbre ya que él nunca se ha manifestado al respecto. Sí lo hizo para expresar su opinión a favor del referéndum, pero no ha aclarado en ningún momento cuál sería entonces su posición. En cualquier caso, lo único que le importa al seleccionador y a sus compañeros es tenerle ‘enchufado’ en los siguientes partidos de clasificación para la Eurocopa. Y eso lo tienen asegurado por mucho que le silben. O, paradójicamente, gracias a ello.