El Real Madrid de 'Gafa' Benítez no transmite ni frío ni calor: cero goles

Ha bastado un 0-0 en el estreno liguero del Real Madrid, eso sí, precedido de otros cuatro en pretemporada, para que a Rafa Benítez le hayan empezado a caer palos, algunos procedentes incluso en lo que en la jerga militar se denomina fuego amigo. El hecho de que el empate sin goles fuera en el campo del Sporting, un recién ascendido a Primera que tampoco ha podido fichar este verano, es suficiente argumento para las primeras críticas. Sin embargo, mucho más relevante es lo que hay detrás de ese insulso resultado. A Benítez se le llena la boca al hablar de equilibrio y, parafraseando el chiste de Lepe, su Madrid no transmite ni frío, ni calor, de ahí sus cero goles en contra, pero también a favor.

Por más que Rafa sea uno de los paladines del equilibrio -un concepto que siempre se relaciona con defender mejor, aunque a veces implique atacar peor-, el fútbol no sólo es un deporte de habilidades abiertas, sino un juego basado en la incertidumbre y por tanto poco predecible. Al igual que se dice que el futbolista no juega en un puesto, sino desde un puesto, también colectivamente un equipo no juega con un sistema sino desde un sistema. Da la sensación de que a algunos entrenadores todo se les viene abajo en cuanto el balón echa a rodar. Con lo bien que colocan a sus equipos en una pizarra, incluso sobre el propio terreno de juego antes de que el árbitro ordene empezar el partido. Normal que se encuentren cómodos en el repliegue, lo cual no consiste más que en recolocarse, aunque siempre en función del balón, y les cuesta entender que el desequilibrio es necesario precisamente para desequilibrar el rival.

Es cierto que el Real Madrid dominó y en la segunda parte asedió la portería del Sporting. Faltaría más. Pero bastaba con echar una mirada a los banquillos de El Molinón. Un Benítez que no paraba de hablar y gesticular como si sus jugadores le escucharan e incluso le hicieran caso, mientras a sus espaldas tenía tres defensas -Pepe, Carvajal y Nacho-, un medio que se autoconsidera de contención -Kovacic- y un media punta -James- como única alternativa en ataque para un partido que no demandaba atacar mucho, sino atacar bien.

Primeros 'mensajes' del presidente

Sin desmerecer a Abelardo y a un Sporting que ha regresado a Primera con la idea de quedarse pese a sus muchas limitaciones, el empate sin goles de Gijón empieza a ser una peligrosa epidemia en el Real Madrid. 'Gafa' Benítez, como el técnico madrileño lleva camino de que le apoden con tanto 0-0, ya ha empezado a recibir los primeros 'mensajes' del presidente a través de sus correveidiles habituales. Que si calma, pero hay que mejorar la imagen; que si James Rodríguez debe ser titular porque los mejores deben jugar siempre; que si que si Bale debe hacerlo en su puesto, pero al mismo tiempo es imprescindible que Cristiano se sienta cómodo...

Sí, Mourinho también se estrenó en Liga con un 0-0, concretamente ante el Mallorca, pero era Mourinho y entonces aún nadie le estaba esperando con las escopetas cargadas. No así Carlo Ancelotti, por más que a Benítez le fallara la memoria o echara en falta la ayuda de su exjefe de prensa personal, Juanfran Sánchez, apartado por el club. A diferencia de lo que cabía esperar, al menos para quienes conocieron al Benítez que se enfadaba y levantaba la voz cuando, como él mismo dijo, pedía un sofá y le traían una lámpara, da la sensación de que el Rafa que ha vuelto al Real Madrid por la puerta grande, está tan agradecido por ello que no quiere problemas.

Apenas un par de entrevistas. Una a un medio y otra a un periodista concreto, ambos afines a la causa presidencial. Es decir, con preguntas amables y respuestas de catálogo. "Que tengáis un buen día", se limitó a responder Benítez este martes a la salida de Valdebebas, cuando varios periodistas le preguntaron sobre la falta de gol del Real Madrid. De momento, Rafa mantiene la calma, pero después de lanzarle un puya a Ancelotti diciendo que su equipo "deberá defender un poquito mejor", ahora su preocupación se centra en atacar "un poquito mejor" y empezar a marcar goles, los únicos que sirven para ganar partidos, sumar puntos y aspirar a los títulos.