El tren de triunfos del Atlético no se detiene para esperar a nadie

Este Atlético de Madrid ha cogido velocidad de crucero en el inicio de temporada y su ‘jefe’ Simeone no quiere que nadie se distraiga del paso a paso que tan bien le está resultando. No hay espacio para otra cosa que no sea pensar en el grupo. Y ni las bajas ni las distintas variaciones en las alineaciones son excusa para que los once que estén sobre el campo rindan siempre al máximo posible.

El pasado martes tuvo lugar una única noticia negativa, la lesión de Raúl García. El navarro se hizo un fuerte esguince en el pie de apoyo al disparar a puerta, una lesión que suele apartar a un jugador de los terrenos de juego por lo menos quince días si no hay complicaciones, pero que puede alargarse hasta las tres semanas o el mes.

Simeone anticipó el alcance de la dolencia del centrocampista minutos después de acabar el duelo ante el Oporto. Pero el técnico no mostró la más mínima preocupación (como ocurriera con Mario Suárez la semana pasada) pese a tratarse de uno de sus mejores comodines a la hora de conformar alineaciones para partidos separados por tres días. “Raúl es fuerte, se recuperará pronto”, dijo el argentino quitando hierro, como siempre, a una baja y a la vez mostrando su confianza en que hasta los lesionados no deben pensar en otra cosa que mejorar día a día. En este caso, de sus dolencias.

Faltó Diego Costa por sanción y no se oyó excusa alguna. Tampoco cuando el lesionado Adrián no podía suplirle en Do Dragao. Ni cuando Suárez entró en la enfermería a cuatro días del derbi. El técnico rojiblanco mira hacia adelante y saca provecho de lo que tiene en cada momento. Como demostró con los cambios el martes, acabando sin atacantes y con Óliver de hombre más adelantado. Todo son detalles que persiguen fortalecer la competencia interna, ese credo sagrado del entrenador colchonero.

Da la sensación de que no hay contratiempo o infortunio que pueda detener al Atlético en este momento tan dulce que vive. El Cholo es directo y sincero cuando analiza ante la prensa la actualidad deportiva, con mensajes que habitualmente se repiten en las declaraciones de sus jugadores. Todos reman hacia la misma dirección. Sin importar quién sea el que esté empujando en cada momento. En su equipo, todos son necesarios pero nadie es totalmente imprescindible.