Betis, Zaragoza y ahora el Hércules, Mario Conde insiste en comprar un equipo de fútbol

Mario Conde y Luis Oliver no desisten en su intento de hacerse con el control de un club de fútbol. Primero fue el Betis (asunto que todavía se cerró, pues está pendiente de diferentes demandas cruzadas); después llegó la alternativa del Zaragoza (las fuerzas políticas, que mucho tienen que ver con el control del equipo maño, se negaron por completo a contemplar la operación) y ahora el Hércules, equipo recién descendido a Segunda División y que atraviesa una crítica situación económica, ha sido objeto del deseo del que fuera uno de los banqueros más importantes de España. 

Es más, el equipo alicantino debe ahora mismo 30 millones de euros a sus jugadores, pago que deberá hacer efectivo antes del 31 de julio y circunstancia que no tiene mucho aspecto de poder afrontar en forma y tiempo. Enrique Ortiz, máximo accionista del club, no parece muy dispuesto a poner encima de la mesa tal cantidad de dinero. Las negociaciones se inciaron tres semanas atrás y los primeros contactos se produjeron a través del agente Félix Moneo. A día de hoy, el desembarco del empresario está prácticamente descartado. La situación del club, las peticiones de algunos de los accionistas y el dinero que el tándem Oliver-Conde están dispuestos a ofrecer para la entrada en el accionariado primero y la posterior compra, no convenció a los actuales dueños del equipo alicantino.

Juan José Huerga, consejero del club, ha tenido mucho que ver en esa negativa, con unas peticiones desmesuradas para el escaso porcentaje de capital que tiene de la entidad, en una clara muestra de rechazo ante la llegada de Conde al club. Por contra, Ortiz sí que quería dar paso a la entrada del nuevo capital para solucionar los muchos problemas que tiene el Hércules. El actual dueño no quiere que el equipo le cueste dinero, pero tampoco pretende dejar morir el club por sus múltiples intereses que tiene en Alicante y provincia.

 

La oferta de la dupla formada entre Oliver-Conde hablaba de dos fases. La primera hacía referencia a una inyección de entre diez y doce millones de euros para intentar lograr el retorno a Primera División en una temporada, inversión que se repetiría un año después para la consolidación del proyecto. Además, contaban con el respaldo de jugadores importantes dentro de la historia del Hércules para dar forma a un nuevo proyecto, ya que la idea era cambiar el club por completo. También tenían pensado mirar hacia la cantera, introducir sangre nueva en el equipo y elaborar un plan de trabajo a largo plazo con los más jóvenes.

 

La llegada a Alicante de Mario Conde está más que complicada. Las pretensiones de algunos de los consejeros, la necesidad de pagar 30 millones a la plantilla que ha llevado al equipo a Segunda, pero sobre todo la extraña situación legal de gran parte de las acciones del club alicantino, pone cuesta arriba el desembarco de cualquier posible inversor que pretenda comprar al Hércules. Luis Oliver, compañero de viaje del que fuera presidente de Banesto, ya participó en la gestión del Xerez.

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