Florentino calla ante Villar y Mourinho logra el apoyo del Bernabéu

José Mourinho prendió la mecha y lo hizo cuando el pasado domingo apareció en la sala de prensa del Santiago Bernabéu con una lista de los errores cometidos por Clos Gómez en contra del Real Madrid en el partido ante el Sevilla. Levantó la voz, pidió más apoyo de los dirigentes del club y señaló a los árbitros por llevar a cabo continuos ataques a los intereses del equipo blanco.

 

Jorge Valdano fue mucho más comedido y se limitó a señalar que el colegiado aragonés se vio superado por el partido, aunque no entró a valorar si los fallos habían perjudicado al Real Madrid o al Sevilla. Dos días después, el presidente salió a la palestra y comentó que la única voz autorizada para hablar de los árbitros era el adjunto a la presidencia. Palo a Mourinho. Pero fue este miércoles cuando tuvo la ocasión de hablar, de elevar la protesta oportuna, pero optó por guardar silencio ante los poderes del fútbol y del arbitraje español.

 

Florentino Pérez regresó ayer a la Federación. La sala de juntas de la Ciudad del Fútbol era el marco idóneo para hablar, para mostrar su malestar con los arbitrajes de los que tanto se queja su entrenador. ¿Por qué? Por encontrarse en la casa del fútbol español rodeado de presidentes de otros equipos y tener enfrente a los dos que más mandan en los árbitros: Victoriano Sánchez Arminio, presidente del Comité Técnico, y de Ángel María Villar, presidente de la Federación. Pues bien, Pérez no abrió la boca en ningún momento durante la reunión de la Directiva. Silencio, siguiendo la pauta marcada por Jorge Valdano, imagen y portavoz del club blanco. Respeto en su vuelta a la Federación.

Por contra, otros presidentes sí que alzaron la voz. Francisco Pernía, máximo mandatario del Racing, pidió que se pitarán penaltis por manos de los jugadores que formen una barrera. Villar le recordó que esa norma viene marcada por FIFA y que nada puede hacer. Además, reiteró que se seguirán todas las manos que se produzcan en lanzamientos de faltas. Lo dice el reglamento. Curioso el presidente cántabro. Carlos Suárez, presidente del Valladolid, también recriminó al presidente del colectivo arbitral que obligaran a su equipo a jugar un reciente partido ante el Córdoba y para demostrar que no se podía hacer, llevó un video del choque. Luego, ya en los corrillos fuera de la Junta, Llorente, Del Nido, Izco... todos comentaron alguna incidencia arbitral, ante las que Sánchez Arminio repitió una y otra vez lo mismo: "Es el momento de las protestas porque todo el mundo quiere mejorar y ve que no cumple los objetivos". El único que no dijo nada, para disgusto de Mourinho, fue Florentino Pérez, que regresó al Bernabéu con la medalla de oro y brillantes de la Federación, impuesta por Villar por su anterior etapa como directivo federativo.

 

Valdano reclama unidad al madridismo

El que faltaba por hablar era el Bernabéu, la afición del Real Madrid. La hora, el frío y la lluvia que anoche padeció Madrid no invitaron a que se llenara el estadio. Además, el de Copa no es el siempre duro abonado del campeonato de Liga,  pero aun así, la muestra era más que suficiente como para tomarla en cuenta. Valdano habló antes del partido y reconoció cuando fue cuestionado por su relación con Mourinho que: "Los dos trabajamos por el bien del Real Madrid y ahora lo único que necesitamos y reclamo es la unidad de todos".

 

Precisamente, durante todo el día, en diferentes foros y redes sociales se reclamó unidad del madridismo en apoyo de Mourinho. Y tuvo su efecto. El seguidor blanco está con el portugués. Si bien el técnico parece no olvidar la manita del Camp Nou, los aficionados blancos sí. Ayer estuvieron con el entrenador, pero en ningún caso contra Jorge Valdano. Aplaudieron al técnico, pero no censuraron al director general y adjunto a la presidencia. Combate nulo. Eso sí, el equipo se mostró más unido que en los últimos partidos. Y es que los dos primeros goles fueron celebrados por todo el equipo, algo que no sucedía desde los días anteriores a la tempestad vivida en Barcelona: por cierto, las protestas de Mourinho trajeron consigo un error arbitral en el segundo gol y una cierta predisposición en contra del árbitro ante cualquier jugada dudosa. Ni el festín goleador sirvió de bálsamo con Turienzo.

 

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