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El secreto del fichaje de Lewis Hamilton por Ferrari está en la motivación y no en la edad
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EL FACTOR MENTAL Y LA EDAD

El secreto del fichaje de Lewis Hamilton por Ferrari está en la motivación y no en la edad

El anodino comienzo de temporada de Lewis Hamilton y el fulgurante debut de Ollie Bearman ha lanzado a cuestionar si es un acierto de Ferrari su fichaje para el próximo año

Foto: Lewis Hamilton sustituirá a Carlos Sainz en Ferrari en 2025. (EFE/Tom White)
Lewis Hamilton sustituirá a Carlos Sainz en Ferrari en 2025. (EFE/Tom White)

Aquello de que vales tanto como tu última carrera queda muy elocuente, pero algunos que se lo toman demasiado en serio. Aunque por mucho pasado ilustre que tengas, el período de vivir de las rentas en Fórmula 1 es limitado. Pero hablamos de Lewis Hamilton, sin duda uno de los mejores pilotos de la historia, así cabe redoblar la prudencia cuando se juzga el presente y futuro cercano del heptacampéon británico. Mucho ojo, por tanto, a sacar conclusiones fuera de tiempo y lugar.

Y la llamada a la prudencia se hace especialmente pertinente, cuando algunos dicen que Ferrari se equivoca al fichar a Lewis Hamilton si tiene una perla en su cantera como Ollie Bearman. Es cierto que el joven británico impresionó a todos en su debut en el Gran Premio de Arabia Saudí pero com en el golf, alcanzar el green con solvencia es distinto al momento clave de patear al hoyo.

Por muy brillante que haya sido su bautismo en Fórmula 1, Bearman aún tiene todo por demostrar. Todavía es una incógnita saber si será capaz de derribar el muro de las últimas tres décimas, esa fracción de tiempo ínfima, pero a la vez tan clave, que separa a los 'marcianos' de los humanos. Cuidado entonces con venirse muy arriba en las valoraciones. La historia de la competición está llena de pilotos que deslumbraron en sus inicios y luego no concretaron sus promesas.

Y más cuidado aún con unir en la misma disyuntiva a Ollie Bearman con Lewis Hamilton. Vease el caso de Charles Leclerc en la propia Ferrari cuando debutaba al lado de Sebastian Vettel. La diferencia de presión cuando en Ferrari pasas tu período de gracia y te toca llevar el estandarte del Cavallino es abismal. No hay margen ni para el error ni para el perdón si este sucede. Y el manejo de la presión quizá sea una de las principales fortalezas de Lewis Hamilton. Por ahí no va a venir el principal problema.

placeholder Hamilton no ha empezado bien. (Europa Press/Xavi Bonilla)
Hamilton no ha empezado bien. (Europa Press/Xavi Bonilla)

La clave está en la motivación

El rendimiento de Lewis Hamilton en Ferrari será en gran medida un acierto o un fracaso según el equipo italiano sea capaz de hacer un coche ganador. Suena a perogrullada, pero aún siendo importante ganar, no es este el único baremo para juzgar a un piloto. Alain Prost, Fernando Alonso o incluso Sebastian Vettel no ganaron con Ferrari, pero tampoco decepcionaron con su rendimiento. Objetivamente hablando nunca tuvieron un coche dominante. Buen monoplaza en ocasiones sí, pero nunca dominante. Y si te enfrentas a un coche superior manejado además por buenos pilotos, ganar en Fórmula 1 se acerca a lo milagroso.

El comienzo de temporada de Lewis Hamilton, sin ser decepcionante, tampoco ha sido espectacular. En las dos carreras disputadas hasta la fecha ha sido batido tanto en clasificación como en carrera por George Russell. ¿Se le acabó la magia? No tan deprisa. Hace tiempo que Fernando Alonso, que conoce como pocos al campeón británico, alertó de sus comienzos a medio gas. Era la oportunidad que muchos desaprovechaban y que, salvo Nico Rosberg en 2015, nunca podían revertir una vez que el británico se enchufaba.

Por otra parte, George Russell no es manco. Ya ha dado muestras en el pasado de ser capaz de apretar las clavijas a Hamilton como muy pocos a lo largo de la historia. Pero esta recuerda también que un factor más importante es la motivación. El año pasado Russell sufrió para aguantar los pulsos con Hamilton, de lo que fue capaz en 2022. Seguro que ver a un Fernando Alonso pletórico en el primer tercio de temporada despertó a la bestia. Motivado por pelear contra su verdadera némesis rescató al Lewis de las grandes ocasiones.

Flavio Briatore recientemente ha dicho que sin un coche competitivo Lewis Hamilton no trabaja, su posible handicap en Ferrari. Difícil saberlo, porque de ello sólo pueden opinar los técnicos que ha trabajado con él. Pero es indiscutible en la Fórmula 1 actual que un piloto que viva en exclusiva de su talento no tiene nada que hacer. Por bueno que uno sea, si no se cuida físicamente y no hace sus deberes técnicos no se llega a campeón del mundo. No digamos ya hacerlo en siete ocasiones.

El especial entorno de Ferrari

Son muchos los que creen que la personalidad transgresora de Lewis Hamilton va a chiocar en un entorno tan restrictivo como el de Maranello. Pero hay que conocer bien a Ferrari para darse cuenta de que allí no hay reglas escritas, sino que estas se escriben cuando sobre la marcha denotan que es favorable a sus intereses. Si las vestimentas estrafalarias que acostumbra a gastar el de Stevenage generan conflicto en la casa o con los patrocinadores habrá sin duda mal rollo. Pero si descubren que a la gente le hace gracia y sirve a sus intereses comerciales, la habilidad italiana de convertir un problema en una ventaja es única.

A medida que te acercas a la cuarentena la edad es un interrogante. En 2025 Hamilton cumplirá 40 años y es inevitable preguntarse si su tiempo ha pasado. Fernando Alonso demuestra que gracias al trabajo y la obsesión por su deporte sigue ofreciendo un rendimiento excepcional. Es absurdo el reciente razonamiento de Ralf Schumacher, que cree que pilotos como el español son un tapón para las nuevas generaciones. El tapón lo hacen pilotos como Valtteri Bottas o Daniel Ricciardo que después de muchos años en la brecha no demuestran nada excepcional. Pilotos como Hamilton o Alonso que siguen marcando el camino a otros que podrían ser hijos suyos. El crono es el único e inapelable juez.

Es obvio que el físico ya no acompaña igual a los cuarenta que a los treinta, pero Daniel Ricciardo, con muchos años menos que Hamilton y Alonso demuestra hasta qué punto la clave es mucho más mental que física. El australiano perdió hace tiempo el hambre, el foco o la fortaleza mental necesaria para triunfar. Sus dos últimos años en McLaren y su retorno al equipo filial de Red Bull ofrecen identico resultado: Chispazos ocasionales de grandeza pero un tono general de estar fuera de sitio.

Mercedes sigue sin dar la tecla ganadora en sus coches por tercer año consecutivo. Sin duda, este factor tiene mucho peso también en que Lewis Hamilton no haya sacado su mejor repertorio. Esta ha sido a lo largo de su carrera su principal flaqueza. Cuando se encuentra motivado y a gusto con su coche es imbatible. Fernando Alonso, pese a pilotar coches no competitivos, nunca baja la guardia, mientras que Lewis es más guadiana en ese sentido. Por esa razón, el secreto del éxito del británico en Ferrari y su combate con Charles Leclerc con seguridad radicará más en la motivación que en su carnet de identidad.

Aquello de que vales tanto como tu última carrera queda muy elocuente, pero algunos que se lo toman demasiado en serio. Aunque por mucho pasado ilustre que tengas, el período de vivir de las rentas en Fórmula 1 es limitado. Pero hablamos de Lewis Hamilton, sin duda uno de los mejores pilotos de la historia, así cabe redoblar la prudencia cuando se juzga el presente y futuro cercano del heptacampéon británico. Mucho ojo, por tanto, a sacar conclusiones fuera de tiempo y lugar.

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