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El Alpine pos Fernando Alonso: el equipo que ha achicharrado a todo el que se ha acercado
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El Alpine pos Fernando Alonso: el equipo que ha achicharrado a todo el que se ha acercado

Paso atrás en lo deportivo, y ambiente borrascoso en lo ejecutivo, Alpine ha perdido terreno en la Formula 1. Un reciente grupo inversor ha mostrado confianza en su, por ahora, incierto futuro

Foto: Alpine se ha convertido en una hoguera para sus diferentes responsables (DPPIAFP7)
Alpine se ha convertido en una hoguera para sus diferentes responsables (DPPIAFP7)

Si alguien estaba bien posicionado para calibrar la situación de Alpine, era Alain Prost. Muy vinculado a la marca y al equipo, ya vivió la experiencia con Renault cuando competía con la escuadra francesa a primeros de los ochenta. Entonces sufrió la dinámica política de una gran multinacional que maniató sus posibilidades de éxito. La misma que parece estar desangrando a Alpine.

Cuarto en 2022 con 173 puntos, en 2023 ha sumado 120 y perdido dos puestos en la general. Aston Martin ha sacado 160 más con uno de sus antiguos pilotos a bordo. También ha sido superado por otro, McLaren, con el segundo que perdía, Oscar Piastri. Por el camino, Alpine se ha convertido en una trituradora de personal. Empezando por Laurent Rossi, el CEO de la marca y responsable del equipo hasta julio.

El caso del ejecutivo francés no es nuevo en la Fórmula 1. Con ‘tics’ propios de esa especie cargada de plumas, ego desbordado, fue incapaz de entender el singular entorno al que llegaba, quizás por su propia soberbia y autosufiencia. Aunque su gestión también era el síntoma del estrangulamiento que un equipo de Fórmula 1 sufre cuando está sometido al control corporativo de una gran multinacional.

Prost no se equivocaba

“Lauren Rossi desea estar solo, no estar contaminado por nadie. Me dijo que no necesitaba ningún consejo. Hay un gran deseo de dejar a un lado a mucha gente” declaraba Alain Prost cuando a comienzos de 2022 abandonaba el equipo, fruto de su decepción y el aislamiento de Rossi. No fue el único que salió en aquella primera etapa. Todo el equipo gestor de la época de Cyril Abiteboul salió por la puerta.

"Lo que no aprecio es la relación y la falta de respeto hacia la gente. Cuando el jefe del equipo ni siquiera te saluda al llegar al circuito, ya no hay diversión. Ya ni siquiera hay respeto. Simplemente, no puede funcionar". Inexperto en la Fórmula 1, Rossi pronto enseñó la patita, como luego se demostraría. Prost no se equivocaba.

¿Finales de julio? “Rossi es un líder incapaz y arrogante, el mejor ejemplo del efecto Dunning-Kruger. Es un líder incapaz que cree que puede compensar su incompetencia con arrogancia y falta de humanidad hacia sus tropas". Prost sacaba la katana un año y medio después, cuando el ejecutivo francés fue defenestrado de su posición al frente de Alpine. El paréntesis vivido entre ambos diagnósticos del campeón francés fue la viva demostración de esa personalidad de Rossi.

Un error letal

Los errores y la autosuficiencia se quedaron pronto a quedar en evidencia. Con sus pilotos, algunos de los más graves. Mientras firmaba a Esteban Ocon por tres años, ninguneaba a Fernando Alonso. Y perdía también a Oscar Piastri de forma negligente. El rendimiento de ambos en sus nuevos denunciaba descarnadamente el error en un apartado estratégico crucial en el rendimiento de un equipo. Desde el punto de vista del marketing global, para una marca de nicho tampoco era la mejor decisión contar con dos pilotos franceses.

Rossi fue sobrecargado de trabajo por Luca di Meo para reflotar y dirigir el crecimiento de la marca, incluyendo el equipo de Fórmula 1. Con la llegada de Otmar Szfanuer parecía delegar en alguien con larga experiencia en la Fórmula 1. Pero su respuesta al deficiente rendimiento del equipo confirmó ese estilo que denunciaba Prost. Comentío un grave error de cálculo en su afán de descargarse de responsabilidad frente a la cúpula de Renault y la opinión pública. Lanzó un brutal ataque contra Enstone -la sede del equipo- que arruinó la escasa capacidad de liderazgo que le restaba.

“Es obvio que nuestra posición en la clasificación no es digna de los recursos que gastamos, y estamos bastante lejos, de hecho, muy lejos, del objetivo final de este año. No solo estoy notando una falta obvia de rendimiento y rigor, sino también un estado de ánimo que no está a la altura de los estándares anteriores de este equipo". Era una de las perlas, entre otras muchas, dejadas ante un canal de televisión francés. Amenazó a Szfanauer con un ultimátum.

Sin embargo, su cabeza fue la que Luca de Meo cortó en julio. Solo el gran jefe sabría cómo ejecutaba su desempeño en la faceta comercial de Alpine. Pero Rossi dio repetidas muestras de no haber entendido la Fórmula 1. Se creyó sobrado para ello.

Misión imposible

Si el ejecutivo francés fracasaba estrepitosamente, la marcha de Szfanauer, Alain Permane y Pat Fry en agosto, ofrecía otra dimensión de la crisis de Alpine, elevando el tiro hacia las urgencias del Grupo Renault. "Creo que hicimos un buen trabajo con lo que podíamos controlar en Enstone. No estoy tan seguro de que Otmar tuviera una oportunidad justa de arreglar el lugar porque, hasta cierto punto, metafóricamente, tenía las manos atadas", revelaba recientemente el ingeniero Fry al comenzar recientemente su trabajo en Williams.

placeholder Los dos responsables del equipo, Rossi y Szfnauer, fueron defenestrados por De Meo (Reuters Paul Childs)
Los dos responsables del equipo, Rossi y Szfnauer, fueron defenestrados por De Meo (Reuters Paul Childs)

Efectivamente, durante su corta gestión en Alpine, Szfnauer daba la impresión de tener poca capacidad de maniobra. La razón oficial de la salida del americano y de Alain Permane (ambos con más de 25 años de experiencia) se debía los irreales objetivos establecidos por Luca de Meo que, a juicio de ambos, no podrían alcanzarse antes de 2026. Las urgencias del ejecutivo italiano se pusieron de manifiesto, y dos gestores con larga experiencia decidieron dejar Alpine. Con más de tres décadas en el equipo y diferentes gestores, la marcha de Permane era ilustrativa.

Di Meo parece estar sometido a gran presión en el seno del Grupo Renault con la aventura de la Fórmula 1. Al asumir su dirección, se enfrentó a la voluntad del consejo de administración que pretendía deshacerse del equipo y a su falta de ambición con la vertiente deportiva del grupo. Para mantenerla diseñó su estrategia en torno a Alpine, una marca minúscula que debe ahora soportar las actividades deportivas del Grupo.

Dinero fresco

La falta de resultados elevaba la presión sobre De Meo, que trasladaba a sus subordinados en la cúpula de Alpine. Estos habían aceptado el plan de las “cien carreras” para volver a la victoria, lo que llevaba ese horizonte más allá de los nuevos objetivos de De Meo, al parecer draconiano. De nuevo, la alta política empresarial y sus urgencias entrando a saco en la singular gestión que requiere un equipo de Fórmula 1, no siempre bien comprendida por las altas instancias.

placeholder Después de la salida de Abiteboul, Prost avisó de la deriva de Lauren Rossi (Reuters)
Después de la salida de Abiteboul, Prost avisó de la deriva de Lauren Rossi (Reuters)

De Meo apostó muy fuerte para mantener la Fórmula 1, pero todavía sin éxito. Hasta el punto de que todos los diferentes responsables desde que nació el rebautizado Alpine han sido inmolados en su hoguera. Ciryl Abiteboul, Alain Prost, Remy Taffin, Marcin Budkowsky, Szfanuer, Permane, Fry, y hasta el mismísimo Rossi han salido por la puerta. Recientemente, también Davide Brivio, incorporado al equipo por De Meo, y en el que nunca encontró su espacio. Alpine ha achicharrado a todos.

Que la Formula 1 está subida en la mayor ola de éxito de su historia justifica la llegada de nuevos inversores a diferentes equipos. También ha sido el caso reciente de Alpine. Fruto quizás de las presiones económicas y políticas sobre la Fórmula 1, el Grupo Renault abría la puerta a la entrada de Otro Capital en el accionariado del equipo, con la presencia de grandes figuras del deporte como Patrick Mahomes y Travis Kelce, el golfista Rory McIlroy, el ex boxeador Anthony Joshua, o el futbolista Trent Alexander-Arnold.

¿Por qué un fondo inversor entraría en un equipo con semejante panorama? Existen inversores especialistas en detectar oportunidades y adquirir participaciones cuando el valor está muy bajo. ¿Seguirá Alpine tocando fondo?

Si alguien estaba bien posicionado para calibrar la situación de Alpine, era Alain Prost. Muy vinculado a la marca y al equipo, ya vivió la experiencia con Renault cuando competía con la escuadra francesa a primeros de los ochenta. Entonces sufrió la dinámica política de una gran multinacional que maniató sus posibilidades de éxito. La misma que parece estar desangrando a Alpine.

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