El destino de Fernando Alonso y sus títulos de haber cruzado su camino con Adrian Newey

"Por encima de todo me hubiera gustado haber tenido una relación más larga con Ayrton (Senna). Y en lo que se refiere a pilotos, Fernando (Alonso) es uno que siempre… Es algo que lamento que no haya ocurrido, porque tengo un tremendo respeto por Fernando…". En una reciente entrevista, Adrian Newey destacó a dos pilotos en concreto...

El brutal dominio de Verstappen y el equipo austríaco ofrece dos variables distintas. Una, que reincide en la figura de Newey, porque nuevamente ha apuntalado con otro episodio su singular impacto en la historia de la Fórmula 1 en diferentes ciclos… Y desde 1991. Porque el actual es un ciclo más de los varios en los que sus monoplazas han arrasado o dominado.

La segunda, y derivada de la anterior, que Fernando Alonso tendría al menos un título más de haber coincidido con Newey. No uno, sino posiblemente una vitrina llena de entorchados mundiales. El genio británico se había entrevistado en un coche con el piloto español y Christian Horner, en Spa 2013, para un posible fichaje por Red Bull. No había sido la primera vez. Si los astros se hubieran conjurado para que Newey hubiera trabajado con Alonso como aún desea, la historia se hubiera escrito de otra manera.

En otra dimensión

El brutal dominio de Red Bull ha superado todos los parámetros en la historia de la Fórmula 1. Enumerar las estadísticas destruidas por Verstappen en 2023 llevaría un artículo completo. Tan solo se asemeja al brutal monopolio de McLaren en 1988.

Curiosamente, en Japón, el March 881 de Ivan Capelli se colocó fugazme en cabeza al adelantar a Alain Prost. El Leyton House era uno de los modestos de la parrilla. Su artífice, Adrian Newey. Casi gana en 1989 a Alain Prost en el Gran Premio de Francia. Solo una avería pocas vueltas del final arruinó un triunfo inconcebible para la época.

Tantos años después, el RB19 en manos de Verstappen ha triturado a sus rivales. Con la particularidad de que Ferrari y Mercedes debían haber convergido hacia el monoplaza austríaco gracias a la experiencia de 2022. Ha sucedido lo contrario, tal ha sido la comprensión por parte de Newey de los secretos del efecto suelo.

La enésima confirmación de su talento, pero también de su experiencia previa con este tipo de monoplazas. Porque Newey supo concebir junto a su equipo técnico un coche perfecto en todo tipo de condiciones, neumáticos y circuitos. Con la leve experiencia de Singapur.

Descubrir ahora el talento de Newey es vano, pero no poner en perspectiva su asombroso impacto en las tres últimas décadas y distintos tipos de reglamentos. Hasta tal punto de crear no ya máquinas ganadoras, sino distintos ciclos de dominio, especialmente cuando la aerodinámica era el factor crucial de rendimiento.

Dominio con distintos reglamentos

¿Suspensiones activas con el FW14/b 15? Williams arrasa en 1991, 92, 93. En 1998 otro cambio de reglamento modificó las dimensiones de los monoplazas y reintrodujo los neumáticos lisos. Mika Hakkinen ganó dos títulos con sus monoplazas. Cansado de Ron Dennis, emigró a Red Bull, quien le dio cheque en blanco para su creatividad, medios sin límite, y responsabilidad en la gestión del equipo.

2009, nuevo reglamento. Newey desarrolló los escapes de soplado, en colaboración con el software de Renault. para demorar la salida de gases y aprovecharlas aerodinámicamente. Además del rake elevado para amplificar el rendimiento y la carga de los monoplazas. Vettel ganó cuatro títulos seguidos.

Solo cuando Renault demostró no tener voluntad política y financiera -como el propio Newey denunció- para plantar cara a Mercedes, Newey se quedó sin armas. La tecnología híbrida pasaba por encima de su aportación técnica a sus monoplazas.

También con el efecto suelo

El reglamento actual ha redibujado el panorama y el rendimiento aerodinámico y no la tecnología híbrida vuelve a marcar diferencias, y Red Bull y Adrian Newey han machacado. Aunque el ingeniero defiende que tan solo ejerce como inspirador y el mérito reside en un brillante equipo de ingenieros, el paseo por las tres últimas décadas de la Fórmula 1 siempre encuentra el mismo nexo común.

"Creo que acertamos por varias razones: intentar observar la física del flujo y comprender lo que pensábamos que era necesario", explicó Newey respecto al éxito frente a sus rivales. "También el problema del rebote. Sinceramente, me sorprendió que nadie lo viera venir, porque ya era un problema en los 80".

Newey empezó en 1981 a trabajar con el equipo Fittipaldi en plena primera generación del efecto suelo. "En aquel primer test de Barcelona, el pasado año, era muy aparente que mucha gente no lo había considerado". Pero sí el propio Adrian Newey.

Ese matrimonio que nunca fue

Fernando Alonso pudo haber entrado en cualquiera de estas ecuaciones desde la llegada de Red Bull a la Fórmula 1 en 2006. El equipo austríaco le quiso fichar nada más llegar a la Fórmula 1.

Más tarde, mientras el español corría con Renault (2008/2009) Ferrari le anticipó su intención de ficharle. Pero le pidió paciencia hasta que Kimi Raikkonen finalizara su contrato. Entre el mítico equipo italiano y un recién llegado, propiedad de una multinacional de bebidas energéticas, Alonso no dudó.

De nuevo, otro contacto en un coche en 2013 con Newey y Horner, como recordó el primero y este año ha reconocido el segundo. Tampoco hubo ocasión. La reciente polémica de 2023 se trataba más un sueño de redes sociales y aficionados que una realidad factible. Pero quizás sublimaba de nuevo ese largo anhelo de un hipotético matrimonio entre ambos. Empezando por el propio Newey, como reconoció recientemente.

Nigel Mansell (1992), Alain Prost (1993), Mika Hakkinen (98,99), Sebastian Vettel (2010-14), Max Verstappen (2021,22, 23)... Todos han sido campeones del mundo con monoplazas Adrian Newey. El británico cuenta con 12 títulos de constructores y 13 de pilotos ¿Alguien duda que Fernando Alonso hubiera entrado en semejante lista si sus respectivos caminos se hubiera unido en algún momento?