Carlos Sainz: cuando sale incluso peor todo lo que podía salir mal en una carrera de Fórmula 1

El fin de semana comenzó mal el viernes, se complicó de forma importante el sábado y se culminó el domingo con una carrera desastrosa. Cuando un coche del equipo parte en primera fila y acaba en el podio, mientras que el otro lo hace fuera de los puntos, es consecuencia de un mal trabajo. No es preciso darle más vueltas. Especialmente, cuando de por medio no hay problemas mecánicos o toques fortuitos con otros pilotos. El equipo estuvo horrible en la estrategia, pero Sainz tampoco supo o pudo poner remedio a lo que se veía venir.

Carlos perdió en la final de Abu Dabi tres puestos en la clasificación y no jugó el papel que le hubiera gustado en la carrera por la segunda posición en el Mundial de constructores. En 22 puntos aventajaba Sainz a Leclerc después de Interlagos. Toda esa ventaja se ha disipado por diversas circunstancias en apenas dos grandes premios.

"Estas dos últimas carreras han sido muy duras para mí. Desde el incidente en Las Vegas [golpe con la tapa de alcantarilla]en adelante, parece que nada ha ido en mi dirección. Es una lástima porque la temporada iba muy bien, son dos carreras difíciles de digerir".

Había un referente claro en el primer tercio de la carrera, Lance Stroll. Después de una buena arrancada en la que ganó dos posiciones, ya se veía que el ritmo con el neumático duro iba a ser muy malo para hacer una carrera a una sola parada. Esa fue finalmente la estrategia agresiva que había anunciado Frederic Vasseur. No puedo ser más chocante porque parar una sola vez tiene mucho de conservadurismo y azar apostándolo todo a un safety car salvador.

Desconocemos si en la era Vasseur la opinión de los pilotos, a la hora de la gestión estratégica en carrera, tiene poder decisorio o no. Desconocemos también si hubo alguna comunicación entre piloto y muro de boxes por la radio, pero resultó frustrante ver la falta de reacción ante un escenario que rápidamente se vio que no funcionaba.

"Ha sido una carrera muy difícil", se lamentó Sainz. "Ya con el neumático duro en el primer esprint no habíamos hecho el progreso que esperábamos. Ha sido así todo el año. Cada vez que empezábamos con el neumático duro no podíamos volver a recuperarnos, por una razón u otra".

Poca capacidad de reacción

Resulta desconcertante que Ferrari hiciera esa apuesta estratégica. Pero más incomprensible resulta que se insista en error y no haya capacidad rápida de reacción. "La carrera la hemos perdido en la primera tanda con los neumáticos duros. La rueda no nos ha aguantado lo que habíamos previsto", afirmó resignado Carlos Sainz. "Estábamos fuera de los puntos, así que confiamos en la suerte para entrar en el top diez". No sucedió.

"Una vez que la primera tanda no ha funcionado y estábamos fuera de los puntos, nuestra única esperanza es que saliera un safety car. Está claro que no ha funcionado, porque hemos intentado algo que no ha pasado", adimitó Sainz. El problema es enfocar la carrera en esa posible entrada del safety car. Para ese viaje no hacen falta alforjas con 50 personas haciendo cálculos en Abu Dabi y en remoto en Maranello. Aston Martin colocó a Lance Stroll en los puntos. No hay excusas.

"Hay bastantes cosas positivas que ahora mismo son difíciles de pensar porque son dos carreras [Las Vegas y Abu Dabi] muy duras para mí", asumió con tristeza Sainz. "Nada ha salido como me hubiera gustado. Es difícil mirar las cosas positivas ahora mismo. Cuando me vaya a dormir y el lunes con un poco de mejor humor miraré las cosas positivas que seguro que las hay".

Asumir la realidad

Por doloroso que resulte un cúmulo de circunstancias adversas en las dos últimas carreras, no se puede hablar de injusto el resultado entre Charles Leclerc y Carlos Sainz. El monegasco ha terminado finalmente por delante del español en la tabla clasificatoria. A lo largo de 20 carreras, las averías, las sanciones, los golpes fortuitos y todo tipo de avatares se acaban equilibrando.

Ferrari tiene, como advirtió Carlos, deberes para el invierno. Pero el madrileño tiene que analizar por qué ha perdido magia en este tramo final de la temporada después de su momento dulce de Monza y Singapur.

Frederic Vasseur no tendrá excusas para dar con un proyecto ganador en 2024. El coche de la próxima temporada habrá sido gestado en su totalidad bajo su dirección y no habrá capacidad de justificación con la herencia recibida. Menos disculpa habrá con errores de gran relevancia a nivel estratégico, como los cometidos este fin de semana en Abu Dabi. El momento de la verdad para Sainz y la escudería en 2024, comienzo de este mismo lunes.