Verstappen reafirma su hegemonía en la F1: gana su tercer Mundial y acumula récords

• F1 hoy, carrera en el Gran Premio de Qatar, en directo: última hora de Alonso y Sainz

Max Verstappen ha finalizado segundo en la carrera al sprint del Gran Premio de Qatar y así ha llegado su coronación por tercera vez consecutiva en la Fórmula 1. Si en el primer Mundial que consiguió, la épica lo acompañó hasta la última carrera frente a Lewis Hamilton, en esta ocasión ha predominado la arrolladora diferencia que ha mostrado ante todos sus rivales. No ha habido nadie que haya estado cerca de eclipsarlo.

El neerlandés ha ganado porque tiene el mejor coche, además de ser un buen piloto. Esta simbiosis entre Red Bull y él ha resultado fundamental. Alonso amagó con alegrar un poco este campeonato, pero había unas divergencias notables entre Aston Martin y Verstappen. Soñar siempre es gratis, aunque en ocasiones sea conveniente ajustarse a la realidad.

El pragmatismo de Verstappen

Los genios lo son, además, porque en ocasiones tienen esa pizca de suerte que a otros, en cambio, nunca les acompaña. O simplemente no lo hace cuando es el momento de que el viento les sople a favor. Aquel accidente de Latifi torció la historia de la Fórmula 1 y del propio Verstappen. De no haber entrado en juego el coche de seguridad, quién sabe si ahora sería tricampeón del mundo. La derrota es lo que más lecciones deja, pero en la victoria hay un sufrimiento inexplicable.

El inicio de carrera fue movido, porque hubo accidentes y varios pilotos, con Norris como principal, que perdieron tres o cuatro posiciones. En lugar de ser audaz, Verstappen fue pragmático. Optó por esperar y no cometer ninguna insensatez. Mejor seguir en la carrera y luego adelantar. Hoy era el día de la fiesta. Y no era plan de abortarla: es lo peor que podía ocurrir.

La superioridad de Red Bull ha sido tal en este campeonato que siempre revoloteará una pregunta: ¿hubiera sido distinto el devenir si algún rival hubiera tenido un monoplaza a la altura? Este Mundial quedará por la superioridad aplastante del neerlandés, pero también por el regreso de Fernando Alonso a las posiciones que nunca debió abandonar. Hay veces en las que un divorcio no es traumático. Y el suyo con Alpine ha sido de esos.

Las diferencias con Pérez

La carrera continuó sin grandes sobresaltos, más allá de un nuevo abandono de Pérez. A veces, no es suficiente con tener un gran coche a tu disposición. Por eso sería inexacto afirmar que Verstappen ha conseguido el título en exclusiva por el monoplaza que Red Bull ha puesto a su disposición. Basta con comprobar los datos de su compañero para corroborarlo.

Si se deja el título de Verstappen al margen, Sainz completó una buena carrera, en la que una vez más finalizó por delante de Leclerc y acabó sexto. Su salida estuvo marcada por las tres posiciones que ganó. Quizá haya sido la mejor de su vida, y lo hizo sin despeinarse. En Ferrari ha llegado el momento de cambiar las prioridades porque parece que Carlos está a mayor nivel que su compañero. Y esa no es una escudería en la que sobre precisamente el tiempo.

Fernando no mejoró y concluyó noveno, la misma posición en la que inició esta carrera. Se colocó séptimo tras una buena salida, pero perdió las posiciones. Fue otra jornada no muy positiva para Aston Martin, que ha ido de más a menos en el Mundial. Habrá que ver si el año que viene son capaces de hacerle frente a Red Bull. Este año, en cambio, la licencia para soñar la tenía exclusivamente Verstappen.