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"Vuelta a la realidad después de dos carreras": a Carlos Sainz se le atraganta Suzuka
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FALTA DE RITMO Y CONFIANZA

"Vuelta a la realidad después de dos carreras": a Carlos Sainz se le atraganta Suzuka

Sainz, ganador en Singapur y tercero en Monza, ha recuperado la vieja normalidad de Ferrari en Japón, donde saldrá en el sexto lugar en la carrera. Charles Leclerc lo superó

Foto: Caros Sainz, en la clasificación del Gran Premio de Japón. (Reuters/Issei Kato)
Caros Sainz, en la clasificación del Gran Premio de Japón. (Reuters/Issei Kato)

Carlos Sainz sabe de la importancia de ir desde la primera sesión de entrenamientos libres dando los pasos adecuados para que el fin de semana salga redondo. Cuando llegas a un circuito donde se anticipan las dificultades ante las carencias del coche en ese trazado, la tentación de ensayar distintas cosas para negar la realidad es inevitable. A medida que avanzaban las sesiones se comprobó que Ferrari tenía carencias en Suzuka y que los inventos no funcionaron. Resultado: sin ritmo y sin coche para pelear por cosas importantes.

Si la victoria en el Gran Premio de Japón se antoja como una quimera para el piloto español, el podio tampoco va a ser nada fácil de alcanzar. La degradación de los neumáticos sigue preocupando cara a la carrera y no sólo los Mercedes, también los McLaren se presumen como unos duros rivales de batir. "Es un poco una vuelta a la realidad después de dos carreras", comentó resignado Carlos Sainz al bajarse del coche. El madrileño reconoció que su intento en la fase definitiva de la Q3 (los diez mejores) no había sido bueno, mientras que Charles Leclerc destacó que le había salido una vuelta perfecta. Ahí residen las tres décimas de segundo entre la sexta posición del Carlos y la cuarta de su compañero de equipo.

Ferrari no quiere decir que haya ido hacia atrás. Suzuka, con su sucesión de curvas rápidas enlazadas, es su peor territorio. Aquí es donde más sufren los coches italianos y a la vez mejor se desenvuelven los Red Bull. Y, como pudimos ver en un circuito similar como es Silverstone, también los McLaren. En la pista japonesa hay que buscar un equilibrio entre la mucha carga aerodinámica que necesitas en el primer sector y una resistencia al aire lo más liviana posible en el segundo y, sobre todo, tercer sector de alta velocidad.

El desafío ante las carencias del Ferrari en esta pista era relativamente similar al de Aston Martin y Fernando Alonso. Sin embargo, el enfoque de puesta a punto entre uno y otro equipo fueron antagónicos. Se trataba de valorar no tanto dónde ibas a ganar más, sino dónde ibas a perder menos. Los ingleses optaron por no perder mucho en el primer sector y los italianos lo hicieron en el segundo y el tercero. El nuevo motor de los de Maranello con su indudable poderío era su baza a jugar, pero como pudo verse en el resultado final, fue insuficiente. Bastante mejor que los Aston Martin, pero lejos de los mejores en todo caso.

Pruebas y más pruebas

"Necesitábamos probar algunas cosas en esta pista, para encontrar algo en las curvas rápidas y largas que hay aquí en Suzuka", explicó Sainz. "Sabemos que en este tipo de curvas está uno de nuestros puntos débiles. No era lo mejor para mi fin de semana ni para preparar la clasificación, pero sabemos también que una vuelta mucho mejor o más limpia tampoco me habría dado mucho más. Los McLaren están por delante, los Red Bull están por delante y será difícil vencerlos".

Dado que los coches al terminar la clasificación están en parque cerrado y no se pueden tocar, no va a ser fácil solucionar los problemas de ese primer sector del circuito donde Ferrari se deja cerca de medio segundo. El propio Carlos reconocía que, después de todos los infructuosos intentos de mejorar probando cosas nuevas, tuvo que regresar a los reglajes básicos que tenían al llegar a Suzuka. Poco campo de mejora por delante, por tanto.

Preocupa la degradación

La principal preocupación de los ingenieros de Ferrari, es el acusado deslizamiento de los neumáticos traseros, fruto de esa falta de agarre en las curvas más rápidas. Esta carencia frente a los Red Bull era ampliamente conocida, pero la progresión de los Mclaren ha dejado descolocado al equipo italiano. Es realmente significativa la progresión de los coches color papaya, porque no sólo es que fueran casi igual de competitivos que los Ferrari en Singapur, sino que aquí en Suzuka están claramente por delante. "Hay un poco de todo", valoró Sainz acerca de los McLaren. "En el primer sector van casi igual de bien que los Red Bull y en el total de una vuelta, yo creo que tienen como una décima de ventaja sobre nosotros, que a lo largo de una carrera es mucho".

Desde que Pirelli cambió a mitad de temporada las carcasas de sus neumáticos, Ferrari ha sufrido algo menos en este apartado. Aún así, el desgaste acelerado de sus ruedas junto a la falta de ritmo son la principal preocupación de los italianos. Todo dependerá de como se desarrollen los primeros compases del Gran Premio y de que aparezca quizá un coche de seguridad en el primer tercio de carrera. En ese caso, Ferrari muy probablemente opte por empezar con neumáticos medios, hacer la segunda parte de carrera con los neumáticos duros y tratar de apretar al final de carrera con las ruedas de compuesto más blando.

Se presenta una carrera muy difícil sin duda para Ferrari y especialmente para Carlos Sainz, que desde la sexta posición, va a tener muy difícil incluso superar a su compañero de equipo. De hecho, el optar por una estrategia muy arriesgada no sólo parece la única opción de luchar frente a los McLaren y los Mercedes, sino también de acabar por delante de su compañero de equipo Charles Leclerc. Una dura vuelta a la realidad sin duda.

Carlos Sainz sabe de la importancia de ir desde la primera sesión de entrenamientos libres dando los pasos adecuados para que el fin de semana salga redondo. Cuando llegas a un circuito donde se anticipan las dificultades ante las carencias del coche en ese trazado, la tentación de ensayar distintas cosas para negar la realidad es inevitable. A medida que avanzaban las sesiones se comprobó que Ferrari tenía carencias en Suzuka y que los inventos no funcionaron. Resultado: sin ritmo y sin coche para pelear por cosas importantes.

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