"Esos pequeños milagros". Fernando Alonso se gana hasta el último euro en Aston Martin

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McLaren en segunda y tercera posición de parrilla del Gran Premio de Japón con Oscar Piastri y Lando Norris. Aston Martin, con Stroll embarrancado en la Q1, con Fernando Alonso en el décimo puesto, y gracias. ¿Dónde navegaba cada equipo en el primer tercio de temporada? La fotografía refleja la caída a plomo de la escuadra verde según ha avanzado el año.

La configuración de Suzuka nunca iba a favorecer al AMR23, como en aquellas pistas donde se requiere un compromiso de puesta a punto para una amplia variedad de curvas y características. Tan sólo el oficio y la habilidad de Alonso maquilló una vez más la dura realidad de Aston Martin. Los clasificatorios lo confirmaron duramente, aunque el español demostró, como en los tiempos de Alpine, que dobla la rentabilidad del sueldo que recibe.

"Ha sido la espera más larga de mi vida", le contestó Alonso a su ingeniero en los compases finales del Q2. Aún faltaban por entrar en meta Lawson y Gasly y su tiempo estaba subido a una burbuja a punto de explotar para dejarle fuera del Q3 por primera vez en la temporada. Quizás lleguen circuitos más favorables en el futuro. De momento sigue el lento descenso de Aston Martin hacia la quinta posición del campeonato. McLaren ejerce de cruel espejo, y también de cazador.

Como un kart de alquiler

Sólo las metas personales encienden a Fernando Alonso cuando el podio ya es una casi imposible quimera. Mantener la presencia constante en el Q3 es una de esas ambiciones, y en Japón logró de nuevo su objetivo. "Igual somos más carne de Q1 y Q2", señaló con cierta razón al final de la sesión, con nuevamente Lance Stroll derribado en la primera tanda. Bien porque físicamente no esté a tope, por el accidente de Singapur, o quizás no se sienta a tono con los caprichos del AMR23, el canadiense parece ahora un piloto bloqueado psicológicamente, quizá fruto de su emparejamiento en 2023 con Alonso. En Suzuka, Stroll quedaba fuera del Q3 por novena vez, la quinta que no llega al Q2. Enfrente, su compañero siempre entre los diez primeros.

"Sobre el papel no nos venía muy bien, creo que Qatar no nos viene muy bien". Alonso ya iba poniendo la venda antes de la herida. El AMR23 es un monoplaza con un abanico de virtudes limitado, también superado ampliamente por varios rivales en el trascurso de la temporada. En el circuito nipón hasta el Alpha Tauri de Tsunoda se colaba. Hasta cinco monoplazas distintos. La combinación de mezcla de carga aerodinámica para las curvas de alta velocidad junto con las zonas de bajo drag y gas a fondo se atragantan al monoplaza británico cuando existen curvas lentas, como en el sector dos. En The Spoon (la cuchara), Alonso parecía llevar uno de esos karts de alquiler con ruedas duras que deslizan sobre hielo. Como en las curvas de Monza.

"Normalmente, somos mejores en carrera"

"En la Q1 sufrí un poco más, no la disfruté, no estábamos cómodos, pero hicimos algunos ajustes en el alerón". Pasó en la decimocuarta posición, y casi silbando, mientras Stroll rodó dos décimas por detrás. En perspectiva, el 1:30.465 del Q2 fue realmente un tiempazo espectacular, que ni siquiera Alonso pudo mejorar en el Q3, una décima más lento. No extrañaba que cerrara el bloque final. De nuevo, en La Cuchara se hacía tan interminable como esoa momentos en los que esperaba las palabras de su ingeniero que pasaba al Q3. Décima arriba o abajo, poco daba para mejorar la posición final.

"Nos estamos manteniendo en Q3, así que esos pequeños milagros, como la vuelta de Singapur, que había sido muy buena, y aquí, nos mantienen en la pomada", explicaba Alonso al terminar. "No es sufrir. Lo disfruté, porque al final Suzuka te da una adrenalina superior, es un circuito fantástico para conducir un Formula 1. Siempre te gustaría tener unas décimas más, pero, sobre todo, la vuelta de Q2 la disfruté. La de Q3 también, en la Q1 sufrimos un poquito más, no estábamos del todo cómodos. Pero luego hicimos unos ajustes en el alerón y en Q2 y Q3, contento".

"Normalmente somos mejores en carrera", recordó Alonso con mayores esperanzas para el domingo, pero dentro del realismo de que Suzuka es terreno de limitación de daños. Su asfalto es uno de los más abrasivos, y quizás con la degradación Alonso pueda encontrar alguna baza para superar al Alpha Tauri de Tsunoda, al que debería mejorar en ritmo de carrera. Alguna posición en la salida ganada, quizás un séptimo puesto en la meta...

En el fondo, resulta imposible resistirse a la sensación de que Aston Martin ya está trabajando en el monoplaza de 2024. Con el actual, simplemente se está dejando deslizar por la cuesta hasta el final. De lo contrario, resulta difícil entender ciertas situaciones. Solamente hace falta mirar hacia el garaje de McLaren.