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Daniel Ricciardo y Nyck de Vries: los peligros de ser bracero en el cortijo de Helmut Marko
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DECISIÓN CONTROVERTIDA

Daniel Ricciardo y Nyck de Vries: los peligros de ser bracero en el cortijo de Helmut Marko

El despido del piloto holandés de Alpha Tauri y el retorno a la competición de Daniel Ricciardo muestran cuanto de cruel y arbitraria puede ser a veces la Fórmula 1

Foto: Ricciardo regresa a la F1. (Reuters/Evan Buhler)
Ricciardo regresa a la F1. (Reuters/Evan Buhler)

Es una escena que por vista una y mil veces no deja de ser sorprendente y debatible. La Fórmula 1 sólo tiene 20 volantes disponibles y sobrevivir en esa parrilla es lo más parecido a hacerlo en la jungla. Despedir a un piloto novato como es Nyck de Vries cuando no se ha llegado al ecuador de la temporada y sustituirle por un piloto como Daniel Ricciardo al que tuvieron que despedir por un mediocre rendimiento en su anterior equipo, es el último ejemplo, de que en este deporte nada puede darse por sentado. Y si en algún sitio hay más peligro que en ningún otro lugar es en el universo Red Bull.

Vaya por delante que si hay una compañía que los deportes a motor están en deuda eterna de agradecimiento, esa es la compañía de bebidas energéticas austríaca. Ninguna empresa cabría decir en la historia, ha puesto tanto dinero apoyando al talento joven como lo ha hecho Red Bull. Otra cuestión bien diferente son las reservas hacia los métodos y criterios del Dr. Helmut Marko. El que fuera asesor permanente del fundador de la compañía Dietrich Mateschitz y principal responsable de los programas de pilotos en formación de la compañía, ya nos tiene acostumbrados a sus salidas de tono y decisiones arbitrarias por decirlo suave.

El debate inevitablemente tendrá partidarios y detractores de la controvertida decisión. Hay quien cree que De Vries ha tenido una oportunidad para ganarse un puesto y otros que creen que es injusto licenciar a un piloto debutante cuando no ha tenido un temporada para adquirir experiencia sobre circuitos y neumáticos. Lo mismo cabe decir con los que piensan que la vuelta de Ricciardo es una noticia sensacional y ya poco menos que le ven arrebatando el puesto a Checo Pérez y los que recuerdan que hace apenas unos meses McLaren tuvo que pagar un buen dinero para quitárselo de encima.

Una decisión controvertida

Es desde luego una incógnita, qué Daniel Ricciardo nos vamos a encontrar, si el de antes o el de después de la ‘mirada del tigre’. El australiano llegó a McLaren con aura de superclase y con sueldo astronónomico. Y a pesar de que tuvo dos temporadas completas para recuperar su mejor versión, siempre estuvo lejos de su mucho menos experimentado compañero de equipo Lando Norris. Por poner perspectiva recordemos las poco más de diez carreras que ha tenido De Vries para aclimatarse y las cuarenta que dispuso alguien con una experiencia descomunal como Ricciardo.

El ex campeón mundial australiano Alan Jones, ha venido pronunciándose en diferentes entrevistas acerca de la sorprendente caída de rendimiento de un piloto, que para algunos estaba entre los mejores de la competición. Y los hechos demuestran que Ricciardo antes de su etapa en McLaren era capaz de echar un pulso a cualquier piloto de la parrilla: "Algo desapareció en Daniel, -argumenta Jones- no estoy seguro cuando. Simplemente desapareció y es tan desconcertante para mí, como probablemente lo sea para él. En mi opinión, creo que pasó demasiado tiempo en actividades fuera de las carreras, mas que estar centrado en ellas”

El australiano, que ganó 12 Grandes Premios y el título mundial de 1980, se alegra por el regreso de su compatriota, pero advierte también de los riesgos: "No conocemos el estado de su mente en ese momento, podría haberse quemado y que este descanso le haya venido muy bien, pero eso sólo lo sabe el. Daniel, -prosigue Jones- es un gran piloto, pero soy de la opinión de que un piloto de carreras debería ser capaz de subirse a cualquier cosa y conducirla bien (en referencia al McLaren y Alpha Tauri), Si regresa y lo bombardea (a Tsunoda) desde el principio, de repente todas las cicatrices del pasado desaparecen y tu confianza está de vuelta. Pero si regresa y la cosa no va tan bien, podría ser un doble golpe".

Porque una sombra de duda que planea sobre Daniel Ricciardo en su regreso, es que va a tener que volver a ganar su deteriorado prestigio en el Alpha Tauri, que ahora mismo sea probablemente el peor coche de la parrilla. Y por si fuera poco, con los mismos problemas de inestabilidad en el tren trasero a la entrada en curva que le llevaron por la calle de la amargura en McLaren. En teoría, siempre en teoría, según Helmut Marko es ahora cuando debería verse el potencial real de Yuki Tsunoda. No deja de ser sorprendente esa afirmación de no saber el potencial real de un piloto como el japonés con dos temporadas y media a cuestas y sin embargo ya desahucias a un piloto apenas después de diez carreras.

placeholder Alan Jones, persiguiendo a Carlos Reutemann. (Archivo Goodyear)
Alan Jones, persiguiendo a Carlos Reutemann. (Archivo Goodyear)

Los precedentes del Dr. Marko

Pero por otra parte, de Helmut Marko podemos esperarnos cualquier cosa. Sin ir más lejos, el expiloto austríaco hace pocos días alababa el rendimiento de Alex Albon e incluso se lamentaba, de que no estuviera liberado de su contrato con Williams. Pero hablamos del mismo piloto que hace dos años lo desahució arruinando su reputación de tal manera, que tuvo que marcharse al campeonato alemán de turismos a reconstruir su carrera. Si no fuera porque la rama tailandesa de Red Bull, que detenta un 50 por ciento de la compañía acudió en su rescate y financió su regreso a Williams, la Fórmula 1 se habría perdido un piloto que es indudablemente muy competente.

¿Cuál fue el problema de Albon? Básicamente no dotarle de medios y experiencia para que no saliera vapuleado por el piloto mas en forma de la parrilla como era Max Verstappen. A la vista está que cuando el tailandés ha tenido el entorno adecuado para crecer, ha podido confirmar el potencial que atesoraba desde que en 2010 quedara subcampeón mundial de Karting, por detrás por cierto de un tal Nyck de Vries. No sabemos si Toto Wolff, que es el padrino deportivo del neerlandés, buscará acomodo a su piloto en otro equipo o ya a sus 28 años le recomendará labrarse una carrera profesional fuera de la Fórmula 1. Pero sin duda su despido de Alpha Tauri es un varapalo dificil de superar.

Es posible ciertamente, que de Vries no sea ese fuera de serie que apuntaba en el karting y en las Fórmulas promocionales antesala de la Fórmula 1. Recordemos que incluso alguien como Fernando Alonso que es uno de los mejores pilotos de la historia y es quizá el más experimentado de toda la parrilla, reconoció que le costó media temporada encontrar su mejor forma. En una época donde los entrenamientos privados están prohibidos y los de pretemporada limitados a la mínima expresión, la falta de horas de vuelo recientes es un hándicap importante. Nunca sabremos por tanto si de Vries podía dar más de sí o, por el contrario, ya había tocado techo.

Lo que demuestra todo lo anterior, es hasta qué punto la Fórmula 1 es una trituradora de talento, que en muchas ocasiones expulsa injustamente a pilotos que merecen como mínimo tener una oportunidad en condiciones. Pero desde luego, si hay un sitio donde es peligroso merodear para cualquier piloto, es el cortijo del señor Helmut Marko, que por el camino, ha fulminado reputaciones de ‘braceros’ de mucho talento como Buemi, Alguersuari, Bourdais, Hartley y tantos más que sufrieron sus arbitrarias decisiones.

No todo han sido errores y muchos pilotos de la parrilla actual como Sainz o Gasly, pasaron por su programas de formación, pero tampoco hay que olvidar, que sus dos grandes ‘descubrimientos’ como son Sebastian Vettel y Max Verstappen, no venían de su escuela, sino que fueron fichados cuando ya eran piezas cotizadas. Lo mejor para Ricciardo es que conoce perfectamente el terreno que pisa en el universo Red Bull y si pasado el tiempo la guadaña de Helmut Marko aparece, sabe que no tiene a estas alturas nada que perder y todo por ganar.

Es una escena que por vista una y mil veces no deja de ser sorprendente y debatible. La Fórmula 1 sólo tiene 20 volantes disponibles y sobrevivir en esa parrilla es lo más parecido a hacerlo en la jungla. Despedir a un piloto novato como es Nyck de Vries cuando no se ha llegado al ecuador de la temporada y sustituirle por un piloto como Daniel Ricciardo al que tuvieron que despedir por un mediocre rendimiento en su anterior equipo, es el último ejemplo, de que en este deporte nada puede darse por sentado. Y si en algún sitio hay más peligro que en ningún otro lugar es en el universo Red Bull.

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