Sainz pide mano dura con Red Bull: "Solo espero que, si hay sanción, les quite las ganas"

“Fue frustrante, porque era la primera vez que tenía un coche competitivo capaz de pelear por la victoria. Mantuve en secreto las causas de mis problemas, creo que las personas que conocen este deporte y los que hacen análisis más profundos me conocen, y por mi parte entendí el origen de los problemas que tenía”. En una entrevista reciente, Carlos Sainz explicaba sin entrar a fondo parte de sus problemas al comienzo del presente campeonato. Aún no todos están resueltos con el F1-75, pero el Gran Premio de Estados Unidos puede ofrecer la oportunidad de resarcirse de los últimos sinsabores.

En Singapur estuvo lejos del ritmo de Leclerc y Pérez, y en Suzuka quedó eliminado nada comenzar la carrera nipona. Sin embargo, en Austin, Sainz tendrá la responsabilidad de defender los colores de Ferrari en Austin. Por un lado, si Charles Leclerc penaliza por cambios en la unidad de potencia. En segundo lugar, porque es una de las pistas en las que el español mejor se siente del calendario. “Personalmente, me encanta Austin, esta pista, la combinación de curvas, aquí siempre hay buenas carreras, y emocionantes. Quiero acabar la temporada en lo alto, con una buena combinación de resultados en las últimas carreras, para llegar el año que viene totalmente preparado”.

Pero Sainz también tuvo tiempo para pedir mano dura sobre el tema del día en el paddock: el incumplimiento de Red Bull con el límite presupuestario, porque en Austin se supo que la FIA ha propuesto una sanción al equipo, que este puede aceptar, o no. "Solo espero que si hay una sanción, sea relativamente importante para quitarle las ganas de gastar dos o tres millones de más en el coche del próximo año porque crees que vale la pena. Tiene que quedar claro para todos, si hay un límite de costos, debe seguirse y solo espero que la FIA tome las decisiones correctas para asegurarse de que todos lo sigan".

"Mejor ganar que terminar cuarto"

Sainz tiene 50 puntos de diferencia respecto a Leclerc. Será prácticamente imposible terminar por delante del monegasco como el pasado año. En su descargo, el español suma cinco abandonos por tres de su compañero, dos de ellos por error propio, el otro por el golpe de Imola, y los dos restantes (Baku y Austria) por avería mecánica. Pero Leclerc ha batido ampliamente a Sainz en los entrenamientos, aunque el español ha recuperado terreno desde Canadá, cuando empezó a coger el punto al F1-75. El español pretende terminar la temporada con la misma tónica que en 2021. En todo caso, la media en meta en 2022 es muy similar: 3.20 para Leclerc por 3.38 para Sainz, con tres victorias a uno a favor del monegasco.

“Prefiero ganar otra carrera antes de cerrar el año que terminar cuarto, es importante ganar aún más y ser más consistentes. Prefiero centrarme en eso que en el campeonato" declaraba Sainz en la rueda de prensa oficial, quien aún puede superar a George Russell, cinco puntos por delante en la clasificación general. Sainz se ha quedado de la montaña rusa que ha vivido en 2022, sin la regularidad del pasado año. "El quinto o cuarto lugar no me cambia la vida. Solo me importa ganar y terminar una buena temporada". Austin es un buen trazado para el español, pero dependerá del rendimiento del F1-75 en un trazado, a priori, favorable a Red Bull. Antes, Ferrari debe mostrar signos de progresión con el trabajo realizado en las últimas carreras, especialmente con la degradación de neumático el domingo.

El fruto de las últimas carreras

"Estamos utilizando las últimas cuatro carreras para experimentar un poco y ver cómo podemos ser más competitivos en la carrera", explicaba Sainz en relación a la mayor debilidad del F1-75 respecto a Red Bull. “Paramos y miramos el mapa”, explicaba gráficamente Jock Clear, uno de los responsables técnicos de Ferrari en referencia al trabajo en las últimas carreras. "Se podría decir que eso nos costó un valioso rendimiento el domingo durante estas cinco carreras. Pero sería imprudente no hacerlo, nunca puedes ignorar el ver exactamente en qué dirección te estás desarrollando. Y eso hicimos paramos, y miramos el mapa. Ahora hemos confirmado que vamos en la dirección correcta". En Austin se pondrá a prueba el trabajo de Maranello en estas últimas citas.

“Es la ejecución (el domingo) en su conjunto, son un montón de cosas. Es la gestión de neumáticos, como hemos visto en las últimas carreras, es un punto débil, comunicación, estrategia, fiabilidad”, se lamentaba Leclerc el jueves, “ser un equipo más fuerte el domingo y terminar el fin de semana de la mejor manera posible porque el sábado suele ser muy fuerte, pero el domingo las cosas a menudo se desmoronan".

Uno, o varios millones

Otro de los temas candentes del Gran Premio de Estados Unidos tiene que ver con Red Bull y su desbordamiento del límite presupuestario. El jueves se supo que la FIA ha propuesto una sanción ante el incumplimiento del equipo austríaco, aunque se ignora el alcance del porcentaje superado, así como la postura que ha tomado Red Bull. Cristian Horner ha convocado una rueda de prensa hoy para dar explicaciones al respecto.

El ambiente en el paddock está bastante caldeado con este tema. "Creo que todos los equipos y pilotos solo quieren claridad ante todo. Luego, equidad. Todos sabemos cuánto pueden hacer uno, dos, tres o cuatro millones en el desarrollo de monoplazas y la velocidad en la Fórmula 1”, explicaba Sainz en la rueda de prensa "Es por eso que hace años, los tres mejores equipos gastaban 350 millones y ahora estamos gastando 150 millones para mantener estas cosas bajo control".

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En el caso de Sainz, esta misma semana hablaba en primera persona para ilustrar cómo puede afectar ese límite. "El equipo obviamente me escuchó y siempre estuvo al tanto de mis dificultades. Pero estamos en una era de límite de presupuesto y, además, estos monoplazas no ofrecen mucho margen de maniobra en términos de configuración. Solo al final de la temporada fue posible tener un par de innovaciones técnicas que realmente me ayudaron a encontrar más prestaciones” explicaba el madrileño en relación a sus problemas con el F1-75 y la dificultad de solucionarlo ante las restricciones económicas al desarrollo.