Alonso en Bakú y la penúltima oportunidad para Alpine de no dar por perdido 2022

La actual temporada de Alpine y Fernando Alonso no responde a las expectativas puestas tanto por el equipo como el piloto. 2021 se tomó como un año de rodaje con la idea de dar un importante salto de calidad esta temporada, que permitiera si no luchar por el título mundial, al menos mezclarse ocasionalmente por la lucha por victorias parciales. Desafortunadamente, cuando llegamos a la octava carrera del campeonato, nada de esto ha ocurrido y el equipo francés navega en la mitad de la parrilla como el quinto o sexto mejor equipo en el que permanece instalado desde hace ya varios años.

Se suponía que el temprano abandono de la evolución del coche de 2021 respondía a poner toda la carne en el asador para esta temporada. Sin embargo, no hay muchas diferencias acerca del nivel de competitividad que nos tiene acostumbrado Alpine. Aunque el modelo A522 haya dado chispazos de gran competitividad ocasionalmente, la falta de fiabilidad y un desgaste excesivo de los neumáticos han sido uno de sus talones de Aquiles. Esto ha motivado que no sólo tenga por delante en la clasificación de constructores a RedBull, Ferrari y Mercedes, sino también a McLaren y Alfa Romeo.

Mejorar el ritmo en carrera

En la sede de Enstone creen que una vez que se resuelvan las flaquezas que han lastrado a su coche en este inicio de temporada, podrán contar con un coche que al menos podría estar justo de tras de los grandes dominadores de esta temporada. "No me gusta nada esa expresión de ser el mejor del resto", afirma el ingeniero francés. "Prefiero ser quinto y sexto regularmente, que un cuarto o tercer puesto ocasional. Lo que pasa es que ni siquiera somos séptimos u octavos regularmente, así que prefiero consolidar primero y entonces ya podremos apuntar más alto".

La gran frustración de Alpine es no trasladar el ritmo que muestran habitualmente en las sesiones de clasificación a resultados en carrera. Al igual que le ha ocurrido a Mercedes, el efecto rebote causado por la nueva aerodinámica les afecta mucho. Se puede comprobar en la dramática bajada de competitividad cuando el coche está en configuración de carrera respecto a cuando está preparado para dar una vuelta rápida en clasificación. La falta de fiabilidad del coche, admite el propio Rossi, tiene que ver con ello.

"El año pasado, te subías en los bordillos y la mayoría de los componentes no se alteraban. Ahora, al ser sacudidos continuamente por el efecto rebote, simplemente no duran. Hay parte de mala suerte en los abandonos como el que le ocurrió a Fernando con Mick Schumacher en Imola, pero también hay todavía una parte que nos falta a nosotros entender el porqué del deterioro del rendimiento en carrera", concluyó el jefe de Alonso.

Alonso en un circuito que le gusta

El piloto español viene decidido a continuar su racha de carreras terminada en los puntos y confía en lograr en este circuito, donde tanto brilló el año pasado en la carrera al sprint, un resultado mejor que los realizados hasta la fecha: "Me gustan los circuitos urbanos como Bakú porque no permiten margen de error. Aquí, a diferencia del Gran Premio de Mónaco, los adelantamientos también son posibles. En mis últimas tres carreras, gané diferentes posiciones en la carrera y aquí además la clasificación no decide la carrera", explicó el asturiano.

Como reconoce el propio Fernando, Bakú es una pista divertida, donde se alternan curvas de alta y baja velocidad, así como una recta muy larga. Por tanto, no siempre resulta fácil encontrar un equilibrio en la puesta a punto, para tener suficiente agarre en curvas y frenadas y no penalizar en la velocidad punta en las zonas rápidas. Al venir con coches de configuración completamente distinta a la del año pasado, no sirven los datos de carreras disputadas anteriormente en este circuito. Por si fuera poca la complejidad, Alpine trae para esta carrera piezas nuevas, específicamente desarrolladas para este circuito.

La más significativa y visible son unos pontones laterales con la boca de admisión alargada hasta donde permite el reglamento, que recuerda bastante al diseño que llevan los RedBull. Esta modificación y otras específicamente preparadas para esta carrera tienen como principal objetivo minimizar las consecuencias del temido efecto rebote que mencionó Laurent Rossi. Si funcionan estas evoluciones, se incorporarán al lote de mejoras que Alpine tiene previsto incorporar en las próximas tres carreras.

"Estoy con ganas de ver como se comporta el coche en esta pista", explicó Fernando. "Veremos que tal se da la cuestión de los rebotes porque, con la recta tan larga que hay aquí, puede ser bastante extremo. Es algo que nos preocupa, pero la preocupación es general. Aun así, en Baku los neumáticos también juegan un papel importante, como las banderas rojas o algún safety-car".

El viernes y sus primeras sesiones de entrenamientos libres, tendrán para Fernando y su equipo una importancia crucial. Dado que se espera una climatología estable durante todo el fin de semana, será sin duda una ocasión excelente para entender mejor el coche y trabajar en él. En realidad, entre las ocasionales lluvias, las averías y los abandonos prematuros en carrera, la falta de kilómetros ha sido uno de los principales lastres que equipo y piloto han sufrido en este inicio de temporada. Como dice el bicampeón mundial es momento de mantener y mejorar la buena racha.