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Todas las desgracias posibles para Fernando Alonso: hasta el asfalto mojado... y sin llover
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DIFÍCIL CARRERA PARA EL ESPAÑOL

Todas las desgracias posibles para Fernando Alonso: hasta el asfalto mojado... y sin llover

Tras la mejor clasificación del año, lo último que deseaba Fernando Alonso era lluvia y "una carrera loca". El asfalto mojado, aunque sin llover, no fue el único de sus infortunios

Foto: Momento en el que Alonso se sale de pista. (Reuters)
Momento en el que Alonso se sale de pista. (Reuters)
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"Fue una carrera muy desafortunada, ya es mala suerte clasificar quinto, nuestro mejor puesto de esta temporada, y luego ser quintos solamente durante apenas 200 metros". Así de decepcionado se mostraba Fernando Alonso al acabar el Gran Premio de Turquía en una lejana decimosexta plaza. Si los Alpine suelen ser de los coches que peor funcionan en mojado, la embestida de Pierre Gasly le envió al fondo de la parrilla. Y, para colmo, después cometía un error inusual en su carrera deportiva llevándose por delante a un rival, en este caso Mick Schumacher. Una carrera definitivamente para olvidar.

Lo había avisado Alonso el sábado: "Tendremos una carrera loca que fastidiará todo". Si es desafortunado ser sacado de la pista cuando has logrado tu mejor puesto en parrilla de toda la temporada, más doloroso es que cuando has clasificado como nunca desde el comienzo de la temporada te encuentres una pista mojada, pero sin llover. El sábado, Alonso algo barruntaba cuando suplicaba que no apareciera la lluvia en su fin de semana más competitivo. Desgraciadamente, sus plegarias no fueron escuchadas.

placeholder Alonso no respondía en lluvia igual de bien que en seco. (Reuters)
Alonso no respondía en lluvia igual de bien que en seco. (Reuters)

Todo se tuerce desde el principio

"Las condiciones de la pista eran complicadas y muy resbaladizas", comentaba algo abatido el piloto español al acabar la carrera. "Desafortunadamente, tuvimos las dos colisiones que arruinaron nuestra carrera. Pierre [Gasly] golpeó la parte trasera de mi coche y luego, la verdad, es que lo siento por Mick [Schumacher] porque aquí golpeé yo su coche en la curva 4. Tenía que ir a por el adelantamiento, pero era muy difícil ver a todos los que tenía a mi alrededor con la lluvia. Ha sido mala suerte y es una pena que no hayamos podido capitalizar nuestra excelente posición inicial. Sin embargo, como equipo, al menos pudimos anotar un punto con Esteban (Ocon) y nos prepararemos para Austin, donde esperamos que nuestra suerte cambie".

En descargo de Pierre Gasly, no fue un error clamoroso, sino la consecuencia lógica del típico embudo de la primera curva y un asfalto muy deslizante. La penalización de cinco segundos puede parecer muy suave, pero, en su contexto, igual de adecuada que la de Alonso cuando impactó con Mick Schumacher en su impaciencia por recuperar posiciones lo antes posible. Lejos de desanimarse, trató de recomponerse con furia, pero un alerón delantero maltrecho y la propia penalización arruinaron toda esperanza de progresar en el pelotón.

No resulta fácil mantener el ánimo cuando todas tus esperanzas se arruinan nada más comenzar. No olvidemos además que el asturiano llega a este tramo final de temporada con desgaste mental ante las dificultades que ha tenido que superar en su regreso. Quedarse lejos de las posiciones de podio para pilotos que han sido campeones del mundo no resulta fácil. Sebastian Vettel abría su corazón en este aspecto después de una mala carrera en Istambul Park: "No soy bueno cuando se lucha por objetivos pequeños —comentaba resignado el piloto alemán—, los errores se cuelan con más facilidad. La motivación es muy diferente cuando puedo competir por podios o victorias". Qué decir de Fernando Alonso entonces.

Sin desmarcarse del 'plan'

Visto el panorama final, Alonso tiraba de filosofía, insistiendo en que los astros que se confabularon en contra en Turquía sirvan para que en 2022 comience esa buena racha que materialice ese 'plan' que tiene trazado desde que decidió regresar a la Fórmula 1, y que parece haberse hecho viral en las redes sociales. Pero la realidad es que si Alonso hubiera superado a Gasly, como estuvo a punto en la primera curva, su carrera podría haber sido muy diferente. Un quinto o sexto puesto habría sido un excelente resultado para el asturiano, aunque quedaba el consuelo de haber luchado el sábado más cerca que nunca con los Red Bull y Mercedes. Visto el panorama, quizás hubiera sido el momento propicio para haber cambiado el motor y penalizado aquí como Carlos Sainz o Lewis Hamilton, pero resulta fácil decirlo a toro pasado. Y, sobre todo, cuando se clasifica quinto un sábado.

Pero a todo lo acontecido, en el GP de Turquía se unía la más lacerante ironía para rematar el desafortunado fin de semana para el asturiano: toda una carrera sobre asfalto mojado, la peor de las condiciones para Alpine, pero sin caer prácticamente una gota de agua en toda la prueba. No era de extrañar que el propio Fernando hiciera una rogativa a esos cielos que le traicionaron una vez más: "Que toda la suerte que se está negando esta temporada aparezca el año que viene".

"Fue una carrera muy desafortunada, ya es mala suerte clasificar quinto, nuestro mejor puesto de esta temporada, y luego ser quintos solamente durante apenas 200 metros". Así de decepcionado se mostraba Fernando Alonso al acabar el Gran Premio de Turquía en una lejana decimosexta plaza. Si los Alpine suelen ser de los coches que peor funcionan en mojado, la embestida de Pierre Gasly le envió al fondo de la parrilla. Y, para colmo, después cometía un error inusual en su carrera deportiva llevándose por delante a un rival, en este caso Mick Schumacher. Una carrera definitivamente para olvidar.

Fernando Alonso
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