¿Te imaginas haber estado en su piel? Por qué Max Verstappen es ya un campeón

“Después del ambiente que hemos vivido aquí con Verstappen, para mí es de los mejores grandes premios que recuerdo por ambiente y afición, junto con Barcelona 2006 y 2007. Está en el podio de los ‘top’”. Por superar semejante prueba de fuego Max Verstappen ha demostrado en el GP de Holanda estar dotado con la fibra de los grandes campeones aunque tenga aún pendiente rematar su primer título.

Fernando Alonso conoce bien el paño de la inmensa presión que puede llegar a quitarte hasta el oxígeno que respiras. Esa asfixiante energía colectiva generada por las expectativas de tus compatriotas. Verstappen exhibió este fin de semana una maquinaria emocional y psicológica capaz de manejar semejante carga y responsabilidad. En plena lucha por un título con Mercedes y Lewis Hamilton. Y con solo 23 años.

En agosto, Adrian Newey dibujaba la contextura interna de su piloto, aún pendiente la tormenta de emociones desatada por tus compatriotas en Zandvoort. "Tiene la misma determinación de acero que cualquier campeón del mundo, aquello que necesitan para profundizar y seguir ante la adversidad”. Se refería a los incidentes de Silverstone y Hungaroring, pero este fin de semana Verstappen se enfrentó simultáneamente a los dos mayores desafíos para un piloto de Fórmula 1: luchar por la resolución de un título y afrontar con éxito un ambiente como el de Zandvoort.

La serenidad en el triunfo

“Nunca he visto una nación estar tras un piloto de esta manera”, remataba Christian Horner tras la victoria de su piloto, “Desde el momento en que llegamos, el ambiente que rodeaba todo, los prolegómenos, la intensidad... y la persona que no lo ha sentido ha sido Max. Ha estado concentrado en su trabajo. Ha afrontado sus tareas de la misma manera que lo hace en otras carreras”. Las imágenes de Zandvoort invitaban al escalofrío de ponerse en la piel del piloto holandés ante semejante atmósfera ¿Cómo llega a sentirse un ser humano ante semejante ola emocional provocada por uno mismo? Al pasado gran premio le precedía una semana de expectativas crecientes y la máxima presión luego en el circuito. Pero Verstappen no ofreció el menor signo de nerviosismo. Y si lo hubo, fue controlado por el protagonista. Tras su victoria cabía esperar una explosión emocional en simbiosis con el increíble espectáculo de las gradas de Zandvoort. Sin embargo, el joven Max parecía haber ganado en Singapur o Montreal y no ante 80.000 holandeses.

El pasado fin de semana Verstappen elevó a la enésima potencia el funcionamiento de su cableado emocional y psicológico. Un talento excepcional al volante ayuda a sostener ese edificio interno. Pero el holandés mantuvo en casa esa singular frialdad y naturalidad con la que asume la Fórmula 1 dentro y fuera de la pista, con esa condición de quien se siente predestinado a la gloria. Newey tenía razón. En Zandvoort, Verstappen materializaba esas palabras del ingeniero británico. Solo le falta rematar en 2021.

La diferencia con el pasado

Verstappen cuenta con el monoplaza más competitivo de su trayectoria en la Fórmula 1, igual o superior al W012 de Mercedes en muchas pistas. "El año pasado y en años anteriores, sabíamos que no estábamos en la pelea por el campeonato, así que la situación es que ibas a por cada oportunidad para ganar, o para perderla. Bueno, no exactamente, pero superas el límite para conseguir un mejor resultado. Pero ahora tenemos un coche capaz de pelear con Mercedes cada fin de semana. Tenemos que asegurarnos que, incluso no teniendo un fin de semana perfecto, aún logramos muchos puntos. Es un enfoque diferente" explicaba antes del GP de Mónaco. Y en relación a sus errores del pasado.

De aquí su extraordinario rendimiento esta temporada. “Las carreras en las que no ha puntuado bien- Baku (pinchazo), Silverstone y Hungaroring (sacado de la pista) no han sido por su culpa, pero se ha recuperado de todas”, recordaba en agosto Christian Horner. “No creo que la presión le afecte. Es alguien agradable para charlar, tiene un amplio abanico de intereses, algo muy importante para un piloto de Fórmula 1. Si tu interés es solo la Fórmula 1, puedes hacerla demasiado importante cuando llega la presión”. Contaba con 32 puntos de ventaja antes de Silverstone, esa ventaja se fundía en dos accidentes sin culpa suya. Su presencia y rendimiento en el GP de Holanda confirmaba las aseveraciones del jefe.

A palo limpio

Verstappen se antoja desde su llegada a la Fórmula 1 como un robot modelado para competir por un padre implacable que quiso corregir en su hijo los errores de su propia carrera. Pero el GP de Holanda añadió otra pieza a una armadura lista para el combate con Lewis Hamilton en los momentos decisivos que restan hasta final de temporada. Virtuoso para exprimir su talento y la máquina a su disposición hasta la gota final, el británico está apoyado por la implacable eficacia y ambición de Mercedes. Como en Zandvoort, cuando a pesar de un monoplaza inferior Wolff y los suyos mantuvieron una brutal presión sobre el holandés. Que este no cediera ni un milímetro ni concediera el mínimo error bajo el intenso humo naranja de los suyos representa el mejor aval para este electrizante duelo a palo limpio.

De momento, pista a pista para comprobar el rendimiento del RB16 y el W012. Horner ya avisaba que Monza y Sochi jugarán a favor del monoplaza alemán. Hamilton elevaba la voz de alarma en Zandovoort. “Han dado un paso adelante con el motor este año”, apuntaba, "el año pasado lo vimos, no eran los mejores en la salidas. Han mejorado, su unidad de potencia es mucho mejor en todos los aspectos. La manejabilidad, las salidas…”. Honda introducía esta temporada la unidad de potencia prevista para 2022. Se retiran a final de año. Hamilton busca el histórico octavo título, y Mercedes seguir imbatidos en la era híbrida. De Monza a final de temporada el duelo entre Verstappen y Hamilton alcanzará incluso mayores cotas de intensidad. El británico ha afrontado la resolución de siete títulos. Verstappen, ninguna. Pero tras su exhibición emocional, psicológica y deportiva ante los suyos nadie podrá argumentar que Max Verstappen no está preparado para el desafío. Y recordemos de nuevo, con solo 23 años.