Carlos Sainz tira de oficio y 'zorrería': "más que de talento, saqué hasta el último truco"

Fue día de tirar de oficio, pico y pala y ‘zorrería’. Metafóricamente hablando, Carlos Sainz parecía limpiarse el sudor tras bajarse de su monoplaza tras los entrenamientos del GP de Sakhir. “Así que la picaresca del rebufo, de las primeras vueltas de salida a la pista… Hoy ha habido que tirar de otras cosas en el coche más que talento. Había que tirar de truquillos. Suerte y estrategia, hasta el último truco que tenía para sacar la décima, jugué mis cartas y mis trucos”.

El negro panorama del viernes se resolvió de lo que el mismo Sainz esperaba. El español se escurrió cual anguila por huecos y resquicios hasta un octavo puesto final que ni siquiera esperaba horas antes. Posición crucial para McLaren en su lucha por el tercer puesto, superado en la parrilla por algunos de sus rivales directos. Porque Lando Norris se despeñó en esta ocasión, y saldrá decimoquinto. “Para la carrera, no va a ser tan fácil adelantar como la gente se espera”, coincidían ambos pilotos, que. también temían un gran premio “demolition derby”, por el castigo que inflinge a los monoplazas la última configuración del trazado de Sahkir. “Esto es un poco la guerra. En este circuito, cada vez que llegas al box tienes algo roto o algo colgando”.

Calentar por la banda, y rebufo

Sainz explicaba al finalizar la sesión esos ‘truquillos’ para buscarse la vida. “Para lo lentos que hemos ido todo el fin de semana, en la cuali, con un poco de intuición y viendo así cómo se iba desarrollando el fin de semana, he decidido utilizar un juego de duros para calentarme, para estar seguro de que pasaba a la Q1 solo con un set de blandas”. Efectivamente, sorprendía ver salir a Sainz con un juego inicial fuera de lugar para una sesión clasificatoria. Explicaba por qué. “Lo he usado para retrasar la tanda con los blandos lo más tarde posible para pillar la evolución de pista, y luego tener como referencia ese juego de duras, que siempre viene bien para ver el viento y para ver cómo se sentía el coche”. Es decir, calentamiento por la banda para entonar el músculo y luego salir a jugar. Con el coche más cogido por la mano, siguió tirando de la caja de herramientas.

La estrategia con ese primer juego de neumáticos dio resultado, “eso me permitió pasar a la Q2 con un juego de blandas y poder utilizar dos juegos en el Q2, que al final no me hicieron falta, porque he cogido un buen rebufo en la Q2, en el primera tanda, que me permitió pasar directo a la Q3”. Segundo truco, un magnífico rebufo parasitado a uno de los Mercedes que le remataba la faena. “Al final me he encontrado en Q3 con dos juegos semi nuevos de blandos para intentar hacer el tiempo, pero ya sin rebufos y sin nada más se ha demostrado un poco más dónde está el coche”. Es decir, se exprimió la bayeta sin dejar una gota.

“Es el rebufo, porque que el coche no está para hacer récords de ningún sector este fin de semana”, bromeaba al final. “Lo único bueno es que hemos conseguido guardar dos juegos de medios para la carrera, que creo que es lo correcto. Si antes de la clasificatoria me dices que iba a pasar al Q3, que iba a ser octavo y que me iba a guardar dos juegos de medios nuevos para la carrera, firmo en seguida. Honestamente, hoy ha sido lo máximo, un día muy bueno para nosotros, porque después de los Libres 3 nos veíamos decimosegundos o decimoterceros, y teniendo que usar neumáticos”.

¿Mirando por el retrovisor?

La posición de Sainz será crucial para la carrera. Andreas Seidl también reconocía las dificultades que tendrá Norris para recuperar puestos, por lo que el español será el principal puntal para no perder demasiado terreno frente a Racing Point y Renault en la clasificación. A diferencia de la semana anterior, se logró mejor clasificación que ritmo tiene el MCL35 estos días en el “Sakhir 2”, a juzgar por las palabras de Sainz: “por una vez quizás tengamos que mirar más los retrovisores que hacia adelante, pero es lo que hay. Intentaremos lucharlo”.

El madrileño se ponía la venda antes de la herida. Sin embargo, el monoplaza británico ha sorprendido el domingo con su ritmo en numerosas ocasiones. Quizás Sainz buscaba un perfil bajo. Pero también teme la salida. “Creo que va a ser una primera vuelta complicada, la salida por el lado sucio no es lo ideal. La posición desde la curva uno a la cuatro la semana pasada la practicamos bastante (dos salidas tras el accidente de Grosjean) ya sabemos cómo va todo. Desde la curva siete las posiciones deberían estar establecidas, así que la lucha debería ser desde la curva una a la cinco, y formarse el tren”.

Pero tanto Norris como el español avisaban de otro factor a considerar en la carrera: la fiabilidad, debido a las numerosas averías y daños en los monoplazas que este trazado provoca, como fue también el caso de Sainz con un elemento aerodinámico durante los clasificatorios. “Es una pista complicada para las partes de cada coche, las piezas aerodinámicas, la fiabilidad va a ser importante y va a verse qué pasa al final, porque no va a ser fácil en este sitio”, apuntaba Sainz “Los pianos en las curvas 7, 8 y 9 son muy agresivos”, coincidía Lando Norris, “y si les das mal te dañan el coche. No es que sea muy diferente a otros circuitos pero aquí dos vueltas valen por una de un circuito normal, por lo que la gran cantidad de vueltas que damos aquí estoy seguro que puede dar problemas, así que hay qiue cuidar el coche y llegar al final de carrera”