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"Es el momento de ir de caza": Carlos Sainz se supera a sí mismo en la locura de Baréin
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SEGUNDA REMONTADA CONSECUTIVA

"Es el momento de ir de caza": Carlos Sainz se supera a sí mismo en la locura de Baréin

Carlos Sainz y McLaren salieron triunfadores de Shakir en su lucha por el tercer puesto final en 2020, con una extraordinaria carrera del español que hizo triunfar su audaz golpe de mano

Foto: Carlos Sainz remontó de nuevo hasta el quinto puesto, con una última parada que le impidió atacar a Norris. (McLaren)
Carlos Sainz remontó de nuevo hasta el quinto puesto, con una última parada que le impidió atacar a Norris. (McLaren)
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El sábado por la tarde, Carlos Sainz encarnaba la más profunda decepción. El domingo a la misma hora vivía sensaciones opuestas. "Me he sorprendido a mí mismo, la verdad”. Entre tan acusado vaivén de emociones que incluían ver repetido durante más de una hora el accidente de Grosjean, el español había protagonizado la enésima remontada de la temporada. Pero esta era distinta. "Llevamos un par de domingos complicándonos la vida saliendo decimoquinto y con dos remontadas hasta el top 5. Hoy era muy complicado saliendo con el blando...".

El GP de Baréin escenificó la madurez que Sainz ha alcanzado como piloto, con Ferrari -esa pasada a Charles Leclerc- esperando a las puertas. Por sus recursos y precisión quirúrgica para ejecutar una compleja carrera y esculpir un magnífico resultado incluso para sus expectativas y las un McLaren que el día anterior deambulaba noqueada por el paddock de Shakir. “Cuando te bajes del coche, te enseñaré los datos. Ese relevo al comienzo con los blandos fue increíble. Gran trabajo tío…” Para que tu ingeniero Tom Stallard te hable así tras la prueba…. “Ha sido una de mis mejores carreras en la Fórmula 1, sobre todo porque no tenía opciones de estrategia”.

El golpe de mano de Sainz

“Ha sido muy dañino salir tan atrás, todo el mundo sale con medios, no hay ninguna ventaja con los neumáticos”. El sábado, al enfado por la avería mecánica que le hundía en la parrilla se unía la decepción de perder un juego de compuestos medio clave para el domingo. Pero en ese oscuro horizonte que la carrera presagiaba, Sainz ya rumiaba su golpe de mano, una emboscada a sus rivales con neumático medios: salir con el compuesto más blando. Más mordiente en las primeras vueltas, pero riesgo de enviarle al fondo del saco si no funcionaba. El trazado de Shakir y las dos paradas previstas daban opciones, pero este no era el asfalto de hielo mojado de Estambul.

Vuelta 21. Sainz entró en boxes por primera vez tras su extraordinario primer relevo. Había estirado sorprendentemente el chicle con ese juego de blandos entre los repetidos mensajes de estímulo de su ingeniero Stallard. Además de las posiciones ganadas en la salida, caían Gasly, Ricciardo, y con fantástica estocada a Charles Leclerc. “Esta era clave de la carrera, conseguir adelantarles en pista y luego encima hacerlo durar (el blando). Me concentré en la mínima oportunidad que tenía de adelantar, y adelantar, y en la mínima oportunidad de guardar neumáticos, hacerlo durar, conservarlo”. Incluso el propio Sainz preguntó sorprendido a su ingeniero por qué el Renault de Ricciardo y otros pilotos con neumático más duro que el suyo entraban antes en boxes antes que él…

Tras esa primera parada, Sainz volvió detrás de los Renault para empezar a recoger el fruto de la emboscada y rematar a sus rivales. “Es el momento de ir de caza”, anunció crecido a su ingeniero por la radio. Primero cayó Ricciardo, y luego Ocon. Si a Leclerc le había metido el cuerno por dentro, al francés se lo clavó por fuera en la misma curva 4. Cirugía perfecta. Todos los rivales para el tercer puesto en Constructores eran noqueados desde su abisal posición de salida. Solo quedaban el inalcanzable Sergio Pérez -ay de no haber fallado los frenos el sábado- y su compañero, Lando Norris. Y, claro, Sainz se fue a por él limando décima a décima. El duelo entre ambos se veía venir. O no.

Andreas Seidl lo tenía claro

“Arggggg”, el grito de Sainz fue recogido por la radio. Otro chupinazo de segundos en la segunda parada. “Igual no parece que estoy muy contento porque me queda un sabor agridulce de haber podido luchar la posición con Lando y mejor 'timing' de las paradas”, cuestionaba veladamente el español al terminar la carrera. “Hoy me he conseguido acercar a Lando, pero hemos tenido otro 'pit stop lento' que nos ha impedido atacarle al final”. Por un lado, era llamado después que su compañero y quedaba más expuesto a los rivales por detrás. Por otro, el equipo le regalaba una desmayada segunda parada que le hizo perder de vista a Norris.

Pero escuchando a Andreas Seidl tras la carrera, su estrategia estaba clara. Si Sainz alcanzaba a Norris, no habría leña entre ellos. “Nuestro principal objetivo era asegurarnos de traer los coches en la meta con estas posiciones después de la primera parada y haber dejado atrás a los Renault”, develaba después el responsable de McLaren, “el objetivo principal era no tener ninguna complicación en la ejecución de la carrera. El equipo ha hecho un gran trabajo en maximizar el mejor resultado posible en nuestras manos hoy, han hecho un buen trabajo estratégico con las llamadas a boxes”. Evidentemente, Sainz no pensaba igual. “No me voy a quejar, ha sido un día muy bueno para el equipo, pero cuando ves el cuarto a tres segundos, te queda ese saborcillo...”.

Por segunda vez consecutiva Sainz ha terminado quinto partiendo de su peor posición de parrilla en 2020. Con el resultado de Shakir ya suma una media de cinco a seis posiciones ganadas por carrera, sin perder ninguna desde la arrancada. Extrapolando su ritmo del fin de semana y la posición en meta de los McLaren, habría sido factible disputar el podio al desafortunado Checo Pérez. Hoy, McLaren es tercero en Constructores, 17 puntos por delante de Racing Point a falta de dos carreras. “Me he sorprendido a mí mismo, la verdad”. Y a todos.

El sábado por la tarde, Carlos Sainz encarnaba la más profunda decepción. El domingo a la misma hora vivía sensaciones opuestas. "Me he sorprendido a mí mismo, la verdad”. Entre tan acusado vaivén de emociones que incluían ver repetido durante más de una hora el accidente de Grosjean, el español había protagonizado la enésima remontada de la temporada. Pero esta era distinta. "Llevamos un par de domingos complicándonos la vida saliendo decimoquinto y con dos remontadas hasta el top 5. Hoy era muy complicado saliendo con el blando...".

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