Los 16 días borracho de Kimi Raikkonen y sus cigarros delante del jefe

“No lo recordaba. La mitad de las cosas me las tuvieron que decir mis amigos. Acabábamos de entrar en la gira europea y nos queríamos divertir. No fue la primera vez y era de lo más normal para nosotros”. Este es Kimi Raikkonen explicando en una entrevista al portal 'Motorsport.com' cómo hizo para recordar los 16 días borracho que pasó en 2013 entre el GP de Bahrein y el GP de España y escribirlos en su autobiografía. Esta anécdota acompañó a otras en una charla donde se descubre ese otro lado de Kimi que no se desconoce tanto.

“No sé si lo hacía en las reuniones. Creo que no, pero no estoy seguro. A lo mejor sí. Fumaba cuando era más joven. Ya ha pasado mucho de eso. No recuerdo la última vez. Supongo que lo hacía en el hospitality, en la terraza, con mi jefe...”, admite también sobre alguna de sus costumbres del pasado.

También se recordó cómo se presentó en la gala de premios de la FIA del año pasado en San Petersburgo, algo 'tocado'… “¡Mira, era demasiado aburrido! Decidí que era mejor hacer una broma. Sí, todo está tranquilo. Mi mujer ha pasado por muchas cosas conmigo. No recibí ninguna llamada de la FIA. ¿Por qué? Ellos me invitaron, no fue culpa mía”, contestó con sorna.

"Si te gustan los libros, lee libros"

En un arranque de naturalidad, Kimi Raikkonen indica que el poder ser él mismo le ha ayudado a ser más fuerte mentalmente y, de hecho, anima a que cada uno se exprese tal y como es y trate de hacer lo que le gusta en cada momento. “No, la verdad que no [sobre si le ha perjudicado en su carrera ese tipo de comportamientos]. Tal vez me ha hecho vivir incluso mejor porque era la manera en la que yo quería. Si te gustan los libros, lee libros. Lo que más te guste. Lo más importante es saber decidir cada uno por su cuenta. Cada uno tiene sus propios métodos”.

Leer libros o fumar delante del jefe (siendo deportista) no son dos cosas muy similares, aunque a cada uno le pueda apetecer hacerlo en determinados momentos. Por eso, además de animar a que cada uno haga lo que quiera, también se debe apelar al sentido común… aunque sea de vez en cuando.